3 octubre, 2023 

 

 

 

 

 

Por Magdalena Merbilháa


Ahora Iglesias llama a dominar, controlar al Poder Judicial y a las Fuerzas Armadas. Por eso su visita a Chile resulta clarificadora, ya que ya no son indirectos, sino que ahora van de modo frontal.


La última visita de Pablo Iglesias, líder del partido Podemos a Chile dejó a varios preocupados y no podía ser de otro modo. Las credenciales democráticas de ese partido de ultraizquierda dejan mucho que desear. Ya sabemos que los consejos de Íñigo Errejón, diputado de Más País, miembro de Podemos hasta 2019 y cercano al exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera y asesor del gobierno venezolano, fueron la base del “mecanismo” del caso Fundaciones. La idea de “servirse de El Estado” para montar campañas políticas es algo más que inmoral. Errejón, autor del libro “La Superioridad Moral de la Izquierda” es parte de esa generación de auto iluminados que se sienten destinados a cambiar el mundo. Cercano a las principales figuras del Frente Amplio en Chile, ayudó a marcar las bases de la agenda de estos jóvenes “revolucionarios de iPhone” que hoy ostentan el poder en nuestro país. La idea de que la clave es “la capacidad de construir un orden común”.

Con experiencia en España y en Venezuela, Errejón, quien desde el CEPS (Centro Europeo de Estudios Políticos y Sociales) de la que emanaron los caudillos de Podemos y desde ahí desarrollaron la teoría de la estructura económica autónoma- literalmente “vivir del resto” y “lucrar” de la pobreza para beneficio propio. A este “mecanismo” que ha escandalizado a la sociedad chilena, por dejar en evidencia que no buscaban servir, sino servirse del Estado y que nunca les importó el bien en sí, ni el bien común, sino el bien particular de “los que piensan como ellos”. El tema es ideológico. La estrategia, “dejar sembrado instituciones populares que resistan” y que den  la posibilidad de financiarse y “refugiarse cuando gobierne el adversario”. Mirar el Estado como una caja pagadora de sueldos de los “amigos” y no como la entidad creada desde las personas para apoyar a quienes no pueden hacerlo por sus medios, más allá de la visión política que éstos tengan.

Hace unos días visitó Chile el fracasado líder de Podemos, Pablo Iglesias, ese que tras ser derrotado en las elecciones de la comunidad Autónoma de Madrid y cortarse su tradicional cola de caballo, que le dio el apodo de “coleta”, el mismo que había dicho que se retiraba de la política. Parece ser que el retiro era simplemente para reestructurarse. Que mejor que hacerlo desde “el niño símbolo”, Chile. Invitado por Daniel Jadue, junto a Baltazar Garzón para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, fue parte de un seminario abierto al público y realizó una ponencia llamada «propuestas de reflexión» para los gobiernos de izquierda.

Para ellos, el ideario propuesto es contrario a la Constitución vigente en Chile, por lo que el fin es ir en su contra. Esto muestra que no son democráticos, nunca lo han sido. Son totalitarios e ideológicos. Para ellos es su visión y su visión, sin otra opción. No les importan las elecciones, ni los resultados de éstas. Insisten en transformar la sociedad, sea como sea. Validan la fuerza física como un modo de hacer política por lo que la movilización social para ejercer fuerza es parte esencial de su ideario. Habló en contra de los gobiernos de la Concertación definiéndolos literalmente de poco democráticos, ya que su forma de entender la democracia se aleja precisamente de lo que esta es. 

Llama a usar la democracia para destruirla e instalar un totalitarismo. Por eso sin tapujos, ni pudor llamó abiertamente  a tener alianzas ideológicas con funcionarios del Poder Judicial -que según la Carta Fundamental debe actuar con independencia al Ejecutivo y al Legislativo-, así como con miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden -que según esa misma norma son estamentos no deliberantes. En su exposición sin maquillar nada y de modo crudo y directo estableció que «es muy difícil disputar el poder si no hay policías, militares, jueces, fiscales y altos funcionarios comprometidos ideológicamente con tu proyecto político». Insistió en el hecho estratégico que marca el ideario de infiltrar, corromper y servir a la causa específica y no al bien común, sino al particular. «Que la izquierda asuma que el poder político se tiene que construir en todos los ámbitos: el electoral, el administrativo, el de la movilización social y también en el ámbito del Estado». Se refirió  a la necesidad de contar con “compromiso ideológico” al más estilo gramscista-marxista con un “poder mediático propio”, como decía Antonio Gramsci “hacer la revolución desde arriba, desde las supra estructuras, para lo que los comunistas debían apoderarse de la Educación, la Cultura y los Medios de Comunicación.

Ahora Iglesias llama a corromper, dominar, controlar al Poder Judicial y a las Fuerzas armadas, necesitan la fuerza.  Como él establece «en ese ámbito de combate político esa es una de las condiciones que posibilitan que la izquierda en Chile, en España y en todo el mundo, pueda llevar a buen puerto su proyecto de transformación social»

Es importante entender que en eso estaban sigilosamente, en la desesperación actual, ya no lo ocultan, es lo que siempre han hecho. Por eso la visita de Iglesias resulta clarificadora, ya que ya no son indirectos, sino que ahora van de modo frontal. Cuidado con este “perro”, sí muerde.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/cuidado-con-el-perro-muerde/

,