23 DE ABRIL DE 2024 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


El soborno es una de las tradiciones más sólidas de nuestro quehacer parlamentario. Los diputados republicanos, relativamente nuevos en este menester, intentaron romper este precedente al objetar la legitimidad de la elección de mesa de la Cámara. Ella se resolvió al aceptar un parlamentario opositor dar vuelta su voto y elegir a la presidente comunista, ante un ofrecimiento personal que no pudo rechazar, como fue el de ser él parte de la nueva mesa como primer vicepresidente de la corporación.

La voz de los políticos más experimentados se ha alzado fuerte para criticar la moción de censura de la nueva mesa interpuesta por el republicano Schubert. Se le acusa de no haber consultado a las diversas corrientes parlamentarias acerca de su iniciativa. Fruto de su inexperiencia, tachó de inválida la elección por haber sido conseguida mediante una intervención del Poder Ejecutivo dirigida a alterar la voluntad mayoritaria de una rama del Poder Legislativo. No fue directamente crítico del soborno, seguramente por tener éste un arraigo tan respetable en las costumbres chilenas.

Como era de esperarse, en la votación de la censura ha triunfado la tradición parlamentaria y, realizado el recuento de votos, se impuso por 76 contra 69 y 7 abstenciones la tesis de la legitimidad del soborno. 

Resultó reafirmada la presidencia comunista, la primera vicepresidencia sobornada y la segunda igualmente favorecida por la hábil maniobra del ministro Álvaro Elizalde, que se encuadró en la mejor tradición de las negociaciones gobierno-parlamento chilenas.

Ha quedado tan legitimado el soborno que la principal perjudicada por él, la diputada Joanna Pérez, de Demócratas, que habría presidido la corporación si el diputado Gaspar Rivas no hubiera cambiado su voto y favorecido a Karol Cariola, se abstuvo de apoyar la censura. Es que ella comprende la grandeza de las instituciones nacionales, que debe ser mantenida. Ha mostrado gran nobleza al no apoyar esta ruptura con nuestro pasado reciente. 

Como no recordar al malogrado exmandatario Sebastián Piñera, que tanto se destacó en la tarea de reafirmar la tradición que ha resultado consolidada ayer.

Como dice nuestro Himno Nacional, "Alza Chile sin mancha la frente/ conquistaste tu nombre en la lid/ siempre noble, constante y valiente/ te  encontraron los hijos del Cid." 

Y a cobrar el soborno, se ha dicho.

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