Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Desde hace ya mucho tiempo comenzamos la dura tarea de luchar en contra de la mentira institucionalizada.
Logramos triunfar ampliamente como pueblo el 4 S derrotando un proyecto constitucional estructurado bajo el odio y la refundación del país. Derrotamos a quienes pretendieron imponer todas las nuevas concepciones del hombre y la sociedad sujetas a la matriz intelectual del progresismo: Educación, eliminando el rol preferente de los padres; ruptura del núcleo familiar, teoría de género, ecologismo y animalismo. Estructuras ideológicas para imponer todo tipo de mecanismos internacionalistas y obediencia a un nuevo orden mundial. Desprecio a las FFAA y a los símbolos nacionales. La ONU, la agenda 2030 el FMI, la OMS y tantas siglas como ha sido posible encontrar interviniendo en las consideraciones políticas, sociales, culturales y económicas de nuestro país.
Y así llegamos después de cifras millonarias de gastos en que incurrieron los 151 miembros cuya característica fue su ignorancia, en la cual se fundó la prepotencia izquierdista para imponer su intento destructor.
El país tomó conciencia de esta grave situación y masivamente más de 8 millones de chilenos les dijimos “Rechazo” el 4 de septiembre. Sin embargo la llamada derecha cobarde, encabezada por sus dirigentes, al día siguiente ofreció un nuevo proceso constitucional al gobierno. Se organizó el gigantesco fraude institucional, se crearon organismos paralelos entregándole facultades soberanas a quienes no pueden ejercerlas de acuerdo a los propios dictados de la constitución vigente. En otros términos un golpe de estado parlamentario impuso un nuevo proceso constitucional.
En días recientes la “comisión de expertos” ha entregado el borrador de una nueva constitución para someterla a consideración del Consejo Constituyente, quienes tienen todas las limitaciones impuestas por el parlamento para estructurar un proceso constitucional que defienda y proyecte los verdaderos criterios que el pueblo reclama. Los bordes son sin duda la camisa de fuerza que han impuesto los políticos para hacer una constitución que solo favorezca los intereses de las cúpulas políticas.
Así entonces, hemos sido víctimas de un nuevo engaño. Han entregado un segundo mamarracho con que la famosa comisión de expertos ha disfrazado el mamarracho 1.0 y en un embuste colosal, mal redactado y lleno de contradicciones legales, han presentado el nuevo engendro 2.0.
Estaremos nuevamente, como lo hemos venido haciendo desde hace tiempo, realizando un llamando al pueblo a rebelarse y a salir sin miedo a defender Chile votando “En Contra” el 17 de diciembre.
Téngalo presente, se han reído una vez más y han pisoteado su dignidad ¿y sabe por qué? Porque tal como está planteado, el valor del SER y su naturaleza trascendente han quedado fuera de este segundo mamarracho como también la concepción de Nación y todas las consideraciones de identidad propias de nuestra cultura.
Chilenas y chilenos ténganlo presente, los señores políticos una vez más han mentido y sus intereses como Nación, como Pueblo soberano, no tiene validez ninguna para ellos. Hemos quedado supeditados a la ideología izquierdista y al nuevo orden mundial
No tenga confianza en el consejo constitucional, no podrá hacer nada y tengo la impresión que quienes más cerca están de la defensa de los grandes valores de nuestra cultura occidental capitularán solo por intereses electorales.
Es hora de exigir a los Republicanos que no defrauden a Chile y llamen a votar en contra, no hay ninguna posibilidad de transar ni mucho menos de conversar con el enemigo de la vida.
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