9 septiembre, 2025
por Magdalena Merbilháa
Acusan de estrategia de “bots” y ataques y condenan desde La Moneda faltando a la necesidad de permanecer imparciales. Ciertamente nunca han entendido que se es presidencia y gobierno de todos los chilenos.
En estos días hemos visto nuevamente la minuta actuar. Se trata de una orden centralizada que impide el libre pensar de los militantes de ciertas tendencias, que entregan sus vidas y sus almas a la causa. No puede haber libre pensamiento, son parte de un colectivo. La polémica de los “bots” y las supuestas responsabilidades colectivas ha dado que hablar. Patricio Góngora tuvo que renunciar al directorio de canal 13 tras imputársele estar detrás de los “bots” que atacaban a las candidatas mujeres, la comunista, Jeannette Jara, y a la de centroderecha, Evelyn Matthei.
La polémica aparece justo a tres años del triunfo del Rechazo, en el que Chile le dio la espalda a la propuesta refundacional de la izquierda radical. Como dice Johannes Kaiser, “el voto le ganó a las molotov”, básicamente la democracia actuó. Primó la cordura y el sentido común, ese, el más poco común de los sentidos. No es casual que revuelvan las emociones en un momento en que las propuestas que aún sostienen fueron ampliamente desechadas. Buscan reposicionar ideas ya descartadas. Necesitan los sentimientos para eso. Insisten con lo mismo, aunque no lo dicen abiertamente. No nos olvidemos que ahora Jeannette es de centroizquierda, el chiste se cuenta solo. Es el momento de las caretas, de los impostores y de la mejor “performance”. La minuta obliga a condenar y ahí está Camila Vallejos rasgando vestiduras por los supuestos ataques concertados. Góngora dice no estar detrás y simplemente defender sus creencias, las que debieran ser siempre legítimas. El gran problema es que el reportaje que acusaba de la “Red de Bots” hecho por Chilevisión, fue manejado cual, hilos de marioneta, nada más y nada menos que por el hermano de la candidata comunista. ¿A dónde nos queda la objetividad? El candidato Kast acusó de la falta de objetividad evidente, que se aparece a los sentidos, de este supuesto caso.
Están desesperados, y con justa razón. Las ideas que sostienen son malas, nunca han funcionado en la historia en ninguna parte. Por otro lado, la candidata levantada es una farsa. Ha dejado evidencia de no ser real. Miente y se disfraza de lo que no es para engañar, es una “caperucita verde” y tiene dientes. Acusan de estrategia de “bots” y ataques y condenan desde La Moneda faltando a la necesidad de permanecer imparciales. Ciertamente nunca han entendido que se es presidencia y gobierno de todos los chilenos. Ellos, como parte de la minuta siempre han dividido en “pueblo”, los que piensan como ellos y “no pueblo” los que piensan distinto. Hablan de integrar a la diversidad, pero no creen en las diferencias ya que quieren que todos se fundan en el gran colectivo no pensante. Basta ver las declaraciones y los comentarios en X de cada supuesto individuo, que no parecen más que la variante de una misma persona. Dicen lo mismo, atacan lo mismo, usan hasta las mismas frases, ya que cuando has renunciado a tu individualidad, has renunciado también a tu racionalidad, no hay opción de nuevas ideas.
Está claro que los ataques a los contendores en las campañas políticas son normales, tal vez no deseables, pero propios de las conductas humanas desde el inicio de los tiempos. Lo que tal vez es menos normal es la colectivización, el no pensamiento propio que es algo que surge con la “religión de sustitución” del marxismo. Por eso la “minuta” es sagrada. Nadie puede salirse de la pauta o será considerado “hereje”. Eso es lo que vemos ahora.
Es evidente que una acusación que inicia desde el hermano de la candidata comunista no tiene mucho valor, al menos no valor objetivo. Tomarla en serio es simplemente renunciar a la racionalidad. Dejar de pensar. Claramente hoy la racionalidad está “demodé”, sólo se apela a las emociones y a las simpatías, por eso la mala candidata sin sustento, solo baila. Si a usted le queda algo de racionalidad y estoy segura de que sí la tiene, no puede creer en esto. Si usted no ha renunciado a ser racional, podrá comprender que la minuta no puede ser sagrada y cuando todos dicen lo mismo, implica que se han anulado en el todo y por tanto dejan de ser racionales y no pueden ser guía. Sea racional y saque usted sus propias conclusiones, no hay minuta sagrada.
Fuente: https://ellibero.cl/columnas-de-opinion/la-minuta-es-sagrada/
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