Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Quizás muchos se habrán preguntado en la discusión, el debate o la simple conversación qué “Bien” es gratis en la vida, sobre todo hoy, que el relativismo es la nueva forma con la que se quiere participar de la vida en sociedad.
A mi modesto entender y después de leer bastante, creo saber qué “elemento” tiene la particularidad de ser gratis para todos, si se pone razón y emoción en perfeccionar esa cualidad del ser.
Para poder fundar mi entender, me voy a remitir a las enseñanzas de Aristóteles quien siempre concedió un valor especial al tema de la amistad en todas sus obras y particularmente en “Ética a Nicómaco”. Lo consideraba un “bien” valioso y un aliciente para una vida feliz.
Sin embargo advirtió que en la vida nos podemos encontrar con tres tipos de amistad, donde solo una podía elevarse a una forma superior de relación, a un lazo excepcional, alejado de todo interés y de la simple causalidad.
Nos hace falta acercarnos hoy más que nunca al pensamiento de este gran filósofo polímata, alumno destacado de la academia de Platón, que a diferencia de su importante maestro ha influido y construido prácticamente las bases del pensamiento occidental, hasta nuestros días.
Su amplia curiosidad le permitió adquirir un acabado conocimiento en áreas tan diversas como la lógica, la ciencia, la filosofía. Esto ha quedado firmemente asentado en su obra ya referida: Ética a Nicómaco donde describe al ser humano como una criatura férreamente social. Nos describe como animales sociales y es aquí donde la amistad adquiere sin duda la forma más satisfactoria de convivencia.
Aristóteles escribió de todo tipo de temas y no dejó de tocar la Amistad, algo que era especialmente preciado para los griegos.
Probablemente la amistad sea la relación más noble y libre que puede tener un ser humano. La verdadera amistad saca lo mejor de nosotros y refuerza nuestras afinidades y virtudes añadiendo alegría a la vida. Es la forma más ligera pero generalmente más sincera de ser poseído por Eros.
Según el Banquete de Platón, Eros fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explica los diferentes aspectos del amor, base insustituible de la amistad.
Tal como ya lo he mencionado, Aristóteles diferencia tres tipos de amistad. Las dos primeras son accidéntales y la tercera más intencional.
La amistad por utilidad es la primera que el filósofo peripatético observó y que suele darse entre los adultos, donde dos personas están involucradas no por afecto sino porque reciben algún beneficio. La característica de este tipo de amistad es que no es permanente, se termina cuando se agota el beneficio.
El segundo tipo de amistad descrito es el accidental, definida y basada en el placer, siendo más común entre los jóvenes. Suele ocurrir entre amigos que participan de relaciones deportivas o que participan de eventos donde bailan y beben juntos. Cambia radicalmente cuando la persona madura o cambia sus gustos y preferencias dejando de lado los vínculos sensuales.
Estos dos tipos de amistades ocasionales son sin duda limitadas y no representan del todo el significado de la palabra amigo, la cual viene de la misma raíz que el amor como lo indica Platón en el Banquete
Aristóteles fue muy preciso al describir las relaciones humanas teniendo siempre presente la comunidad por la naturaleza gregaria del hombre, un derecho proveniente de su naturaleza.
También definió una tercera forma de amistad a lo que la llamó “Amistad de lo Bueno”, en ella se comparte una apreciación de lo bueno y virtuoso de la vida, no teniendo una razón para sacar provecho de ella y pudiendo durar toda la vida, mientras ambos tengan cierto nivel de “Bondad”. Personas que carecen de empatía no pueden tener este tipo de relaciones ya que es fundamental, entregarnos, servir y dar nuestro tiempo a otra persona.
Aquí radica el verdadero sentido de la amistad íntima y profunda que suelen ser placenteras y benéficas, pero ello es lo de menos si estas amistades realmente no tienen un porqué. Como todo lo verdaderamente bueno y valioso existen por sí mismas, sin fines ulteriores.
Para Aristóteles el amor es la voluntad de querer para alguien lo que se piensa que es bueno; es amigo quien ama y es a su vez amado, porque los amigos deben estar permanente y mutuamente en esta disposición: el amigo es quien se alegra con los bienes de su amigo y se entristece con sus penas.
Platón reconocido como el filósofo del amor, la define como una mezcla de belleza, verdad y bien. Es un ansia de perfección de alcanzar lo absoluto y finalmente llegar a a inmortalidad. Lo consiguió Shakespeare con su obra Romeo y Julieta u Ovidio con Arte de Amar, publicado en el siglo 2 A.C o 2 D.C., donde da una serie de consejos sobre las relaciones amorosas como también la famosa leyenda artúriana de Tristán e Isolda, idilio extraordinario que escapa a todas normas y sentidos morales, centrando su atención en los sentimientos de Tristán e Isolda, obra que se remonta a la ocupación vikinga del reino de Dublín en pleno siglo X.
Por ello es tan importante detenerse a reflexionar sobre nuestro concepto de amistad y comenzar a depurar la paja del trigo para así tener la confianza necesaria que permita construir las barreras que hoy necesitamos para defender los valores profundos de nuestra cultura.
Ningún arma puede ser más mortal para el posmodernismo que afirmar el concepto de la “Amistad de lo Bueno”, sustentado en el Bien, la Belleza y la Verdad.
.