La dictadura del Foro de Sao  Paulo

 

 

 

 

 

Por Juan Ignacio Valenzuela, desde Brasil


Ocho empresarios a punto de ser encarcelados y sus cuentas corrientes congeladas por dar opiniones en un grupo privado de WhatsApp.

Telegram, fue prohibida por algunas horas, amenazada de multas y suspensión de servicios y debió censurar grupos privados de conversación por tener comentarios contra el STF (corte suprema) y por opiniones sobre el sistema de voto electrónico.

El diputado Daniel Silveira fue encarcelado sin juicio,  por haber hecho comentarios en Twitter contra el sistema de votación electrónico. Actualmente tiene restringida su salida de Brasilia, debiendo portar tobillera electrónica, incluso para asistir a sesiones del congreso. Jair Mesias Bolsonaro, presidente de Brasil,  indultó al diputado, pero la caza del STF contra el diputado no ha cesado.

El bloguero y periodista Allan dos Santos, brasilero y residente en USA,   tiene orden de captura internacional por sus “comentarios prejuiciosos y falta a la honra” en sus publicaciones contra el sistema judicial de Brasil , el voto electrónico y el STF.

La jueza Ludmila Grillo está a punto de ser suspendida de sus funciones por su amistad con Allan do Santos, acusada de ser “conservadora y divulgar ideas” del periodista que hizo críticas contra el STF, las cuales están prohibidas en Brasil.

El STF, en pleno, dieron conferencia en USA cuyo título fue “Brasil, después de Bolsonaro”.

STF declara inicialmente inconstitucional baja de impuestos de combustibles realizada a principio de año, por considerar esta gestión como una “intervención electoral”. Según la constitución brasileña, el presidente tiene la facultad de realizar esta acción y fue realizada para aliviar los bolsillos de los brasileños por el récord de altos precios internacionales.

Alexandre de Moraes, jurista y político brasileño, miembro del STF, tiene un exacerbado protagonismo mediático y notoria animadversión contra Bolsonaro y es considerado el principal antagonista del presidente y es notoria su aparición diaria realizando comentarios políticos contra los representantes del gobierno actual.

Decenas de canales de youtube cerrados, censurados y amenazados por YouTube  en acuerdo con el STF por críticas contra el voto electrónico, acciones del STF o divulgación de encuestas electorales.

Bolsonaro ha sido impedido de publicar discursos públicos, como el efectuado en Londres,  “realizar actos de campaña” en el palacio de gobierno, o divulgar en sus redes sociales videos u opiniones. Ha sido Investigado por sus dichos en  una reunión pública con embajadores y por llamados telefónicos a directores de empresas estatales, y por opinar sobre el sistema de votación electrónica del país

Sobre estudios de opinión y encuestas políticas, el STF dictamina procedimientos, tipos de reportes y estadísticas que pueden ser divulgadas, definiendo cuales empresas y cuando pueden realizarse. Quienes no se acojan, son multadas y clausuradas junto con aquellas personas o empresas que opinen en contra de estos estudios “oficiales”.

Brasil, al igual que otros países sud americanos tuvo su cambio de constitución, insurrección en las calles por aumentos de los precios del transporte público y finalizaron con 16 años de gobiernos de izquierda culminando con la destitución de Dilma Russeuf, exguerrillera y con Lula condenado a 20 años de prisión por una docena de jueces e innumerables crímenes probados y sancionados.

El condenado, al cabo de 580 días tras las rejas, con el estupor del país y jueces, fue liberado por el STF, pero no fue declarado inocente de los cargos imputados.

El hilo conductor de los párrafos anteriores es la institución del STF en Brasil, que debiendo actuar apegada a la constitución y defendiéndola, por haber sido  nombrados por su afinidad política y no por méritos o independencia  por los ex presidentes  Dilma y Lula, actúan fuera de la ley y tienen tanto al congreso , periodistas, empresarios , canales de youtube o redes sociales , como a la presidencia del país, amenazados y coartados en sus libertades por temor a ser encarcelados, multados o censurados.

La gran elección de Brasil no es la presidencia y congresistas que disputan sus sillones el  domingo 2 de octubre , si no que la elección el próximo año de 2 nuevos jueces del STF y la posibilidad de subir de 11 jueces  actuales a 15 , con el fin de equilibrar fuerzas y devolver a este poder a sus orígenes constitucionales.

¿El gran peligro?

El voto electrónico, su conteo y supervisión por el STE (supremo tribunal electoral) que depende también del STF.

Este domingo las FFAA harán un control sobre las elecciones ya que descubrieron innumerables puntos de hackeo que no fueron atendidas ni reparadas por el STE.

¿Qué riesgos hay para la democracia brasilera?

Que las FFAA informen un ganador diferente al STE.

.