por Remigio Pardo


La ministra Ziches jefa del Ministerio del Interior han planteado una nueva estrategia ante la violencia que vive el país. Este plan del gobierno apunta a implementar una especie de "Estado de Excepción Constitucional Intermedio" con el fin de ser aplicado en Antofagasta en la zona norte, dejando la "Macro zona Sur", o sea la Araucanía, como una región donde reina la más completa “normalidad” (¿?).

Este tipo de Estado de Excepción Constitucional "a medias", que es como un conejo sacado del sombrero de un mago, es finalmente un engendro bastante difuso.

No queda claro cómo se podrá reprimir la violencia y como este limbo va a concordar con nuestro Estado de Derecho. En simple: ¿Cómo se va usar la fuerza de la Ley?, porque el deber de un estado democrático es garantizar y procurar tanto el orden, como la seguridad de la Nación y de todos los ciudadanos y por eso, y por consenso popular, se le entregó el poder político. Conforme a esta prerrogativa el único autorizado para usar la "fuerza de la ley" es el estado.

Pero con el nuevo Estado de Excepción Constitucional a MEDIAS,  que es la nueva disposición legal que permitiría actuar entre lo normal y lo NO normal, entre la violencia y el diálogo, nada es claro.

Surge entonces la pregunta o la incertidumbre, ¿con que herramientas se contarán?... ¿qué instrumentos legales se podrán usar para contener la violencia, violencia que se manifiesta en todo el país y no solo en el norte sino que totalmente descontrolada en el sur, con disposiciones y mandatos legales que posteriormente se transformarán en hechos y eventos que involucrarían a las FF.AA.?

Pero... ¿Cómo podrán actuar los militares?, cuando el gobierno es ambiguo en este tipo de medidas; medidas que son todo lo contrario a lo que sus líderes persistentemente manifestaban hasta marzo de este año cuando eran oposición y estaban en contra de la "militarización del conflicto" de la Araucanía (o walmapu como la llamaban).

Esa actitud ambivalente frente a la violencia es la que da que pensar sobre que pretende el Ministerio del Interior y el gobierno al decretar este estado constitucional ambiguo, donde no está claro "como" y con qué instrumentos actuarían los militares. Se sostiene que las FF.AA. apoyarían en el control de personas y de la zona. Ante esto, desde luego se producirá más de alguna situación en que estará involucrado algún soldado o una patrulla enfrentándose a situaciones conflictivas, o a la provocación de violentistas, terroristas y/o narcotraficantes sin tener claridad en las "Reglas del Uso de la Fuerza" (FUR).

Esto debe quedar meridianamente claro. Por eso se argumenta que es una medida poco clara, muy precipitada y dándoles tareas difusas. Incluso, si uno llegara a pensar mal, esta medida podría concebirse como una trampa ya que no podrían actuar de acuerdo a su esencia lo exige (los militares se preparan para la guerra), entonces qué pasará cuando se requiera  resguardar el orden y terminar con la violencia, sea extremista o delincuencial, entonces ¿cómo deberán proceder los militares?

Se pretende que actúen disuasivamente pero para ello se les debe respetar, ¿acaso se les van a cambiar los fusiles por ramilletes de flores? Así, con buenas palabras y deseos de paz controlarán y se van a enfrentar a terroristas y delincuentes. (A un perro policial se le teme y respeta por presencia, pero si a ese mismo can se le extraen los dientes, se convierte en una marioneta).

Así, la hipótesis de que sea una trampa cobra fuerza cuando vemos como tanto la CAM como otros grupos subversivos y violentistas de izquierda extrema, lo que más quieren es tener víctimas o mártires lo cual les sería muy conveniente políticamente, ya que podrían justificar lo injustificable. Así ante cualquier acción o enfrentamiento serán culpados y señalados como victimarios y, desde luego, serán endosados a las FFAA, estrategia que ya hemos visto en el pasado. Se podría argumentar entonces que la brutalidad de los militares en el uso de la fuerza ha sido desproporcionada ante inocentes víctimas de las etnias desvalidas y otra vez tendríamos un sin número de soldados en juicios mediáticos eternos, para seguir llenando Punta Peuco, que actualmente ya se está quedando vacío... Hipótesis no tan descabellada si tenemos en cuenta quienes son los que manejan los hilos ideológicos del gobierno y los Ministerios respectivos.

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