Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Sin duda alguna el país se remece  por sus 4 costados a causa de la escandalera de corrupción que asoma por los rincones del Estado, ¡es insólito!!!

Pero la corrupción que nos remece obedece a una condición mucho peor: crimen organizado.

Explicitado en todas las formas que vemos a diario: desfalco en las arcas públicas, sueldos impropios en una casa de estudios superiores, enriquecimiento de instituciones sin fines de lucro, asfixia del poder judicial por interpretaciones torcidas de la ley, corrupción por tráfico de influencias en los distintos poderes del Estado, traspaso de dineros del estado para fines políticos, acuerdos  internacionales al margen de la potestad presidencial, hipotecando la soberanía nacional. Todos los ministerios compiten por destruir el país, dando rienda suelta al peligroso juego de coquetear con la violencia, el desgobierno y el amparo a la delincuencia y el narco tráfico, apoderándose de comunas completas. El 50 % de las municipalidades, cuyas autoridades van a la reelección, sujetas a investigación por corrupción.

Entonces, ¿alguien puede no dejar de gritar que Chile ha llegado a su ruina moral? Todas las acciones que los rufianes, amparados bajo el rotulo de la libertad y democracia y supuestas acciones sociales, provoca nauseas a la gente honesta de este  país no quedando espacio donde eliminar el vómito.

Están todas las condiciones jurídicas para enjuiciar políticamente a todas las autoridades, partiendo por el presidente: por notable abandono de funciones.

Los terroristas presos gozan de buena salud, los narcos en el norte son tratados deferentemente por los fiscales de la zona del país. La señorita Karamanos involucrada en los dineros de convenios que fueron a parar a pro cultura.

Diputados de RN apuntaron sus flechas contra el presidente de la república y lo acusaron constitucionalmente. Pero vaya sorpresa, el senador Rodrigo Galilea Vial, por sí y ante sí desautorizó a los diputados que finalmente retiraron el libelo.

¿Que habrá pasado por la cabeza de este ex intendente de Piñera?

No se necesita ser muy suspicaz; Piñera y Boric se confabularon para destruir la constitución y llamaron al acuerdo por La Paz y en esa jugada perversa tuvo destacada participación Desbordes, candidato a alcalde por Santiago. Ahora bien, si Galilea al razonar concluyó que de alguna manera  su amigo y patrón Tatán (QEPD) habría que dejarlo bien parado y no acusar a Boric, ya que juntos pasarán a la historia como los  héroes de la mayor ruina moral en la que sumieron a Chile. Uno usando las herramientas de mercado, amañado en nombre de la libertad económica  y el otro, poniendo los ingredientes ideológicos más la violencia de todo tipo para terminar con el “patriarcado”.

Naturalmente el senador Galilea sintió el compromiso con su ex jefe y pensando en él tiró la soga para salvar a Boric.

Las acusaciones constitucionales están en los artículos de la constitución y son herramientas jurídicas para cumplir con la norma ineludible de controlar y hacer cumplir el respeto a dichas normas. Pero a Galilea  se le olvidó para qué fue electo y a quien representa. Seguramente un huaso de la zona del Maule habrá dicho “se trapicó el senador”

Según la prensa, ante el caos y desorden que impera en su partido golpeó la mesa para que sus diputados volvieran al redil.

A pesar que no logra el control total, piensa que salvó a Boric  de dar  cuenta al país, a través de una acusación, de todas las ilegalidades cometidas por su gobierno y entre ellas la más grave y que es de su exclusiva responsabilidad: garantizar la soberanía nacional e impedir la invasión de inmigrantes ilegales. También el no revisar con acuciosidad los tratados internacionales, como a su vez explicar cómo el crimen organizado llegó hasta la moneda.

Al señor Galilea le faltó cabeza para comprender la dimensión del problema y, como cree que lo hizo bien, hoy corre como calcetinera detrás de Boric para pedirle un autógrafo y guardarlo como  símbolo de su desatinada acción.

Veremos cómo paga este servicio la extrema izquierda. No es de suponer que recibirá Galilea el pago de Chile y uno de sus negocios comience a ser investigado. La prensa ya ha dado cuenta del negocio sanitario que llevó a la familia del senador a asociarse al holding de Arabia Saudita a través de una empresa española y como él salió del grupo empresarial por haber sido electo senador.

Así ocurrió en él pasado, la izquierda tiene en su maldad el espíritu del escorpión y el aguijón lo clavan aunque le hayan salvado a la madre.

Senador, si consigue el autógrafo de Boric colóquelo en la fachada de sus empresas, podría servirle de amuleto y quizás ahuyente las  bestias  de terror que, estoy cierto, no faltará mucho para que en otro numerito destructivo de todo símbolo burgués y patriarcal, se haga presente.

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