Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Tuve el privilegio de conocer y trabajar con el gran Luis Goyeneche Zegarra, conocido mundialmente como Lugoze y por su obra satírica representada por el emblemático Perejil.
Nacido en Antofagasta en 1924 llegó a transformarse con el tiempo en el primer dibujante de Topaze, consiguiendo su tira cómica tener un alcance nacional en el diario El Mercurio, cuando ese medio defendía la verdad y estaba al servicio de ella.
La popularidad de Lugoze en las décadas de los 60 a 80 lo llevó a los principales medios escritos nacionales y extranjeros, culminando su éxito trabajando para la revista Time de Nueva York. Cuando hoy cruzamos por la vida política que se revuelca en un charco de inmundicia, se echa de menos a hombres como Lugoze que con su fino humor hacía reír al pueblo, ridiculizando a los políticos con este personaje que tenía la característica de la filosofía simple y del análisis con sentido común, aunque su indumentaria era andrajosa, con un sombrero hilachento y un morral al hombro amarrado a un palo. Un hombre cuyo lema era: “me carga trabajar“
He traído al recuerdo la memoria de este gran periodista del humor político pero sobre todo un hombre amante de su patria, su identidad y de una lealtad a toda prueba. Con todo el reconocimiento mundial a su talento, su humildad y su trato afable fue su gran característica humana.
Hace falta Lugoze, ¿cómo habría ironizado con la actual decadencia política y sobre todo con los dichos y amenazas del actual don Perejil, que en poco o nada se parece al de tira cómica, es de carne y hueso.
El perejil de verdad tenía claro lo que es la memoria histórica. Sabía lo que era el alma nacional. Superponía a toda consideración ideológica el respeto a los héroes y a las gestas patrióticas. Perejil respetaba en su forma y fondo el estado de derecho y su apego a la institucionalidad y con su aguijón de chileno ladino clavaba la aguja en las estupideces a la que los políticos nos querían someter. Con el ingenio del arte del dibujo la historia política hasta la década del 80 quedó plasmada en el croquis. ¡Que falta hace hoy! pero es un signo claro del camino que cruzamos, la tecnología nos ha quitado el humor, la vida se ha trasformado paulatinamente en un chiquero donde los políticos intentan domesticar con sus diatribas a un rebaño de animales que ya no piensan sino que hablan con los dedos hasta para dar un beso.
Escuchábamos a don Perejil hace unos días amenazando que aplicaría sus prerrogativas para sacar de la suprema a una jueza que no ha sido enjuiciada más que por los medios y condenada como en el coliseo Romano. Ya lo dije no la exculpo de nada, pero la justicia pasa por el debido proceso y cuando una causa motivo de una exhaustiva investigación así lo determinen. Pero no, Don Perejil indica que si la suprema no lo hace lo hará él. Me pregunto: ¿y por qué don Perejil, tan resuelto, no tuvo el mismo criterio para pedir el desafuero de su amigui de las Fundaciones y de todos los funcionarios involucrados, incluido el titular de vivienda?. Este nuevo Perejil de carne y hueso, usa una vara distinta de acuerdo a la ganancia electoral o de imagen que le puedan reportar estos arrebatos de soberbia al margen del derecho. Bueno, de más está decir que este Perejil, a pesar intentar estudiar leyes, su incompetencia no le permitió aprobar el requisito final.
El Perejil verdadero es quizás el más sabio de todos los que pululan en el universo de la fama del minuto .Usaba el sentido común y con él ironizaba.
Ahora don Perejil ha vomitado una referencia a la memoria anunciando el aumento del presupuesto de los sitios de memoria… ¿Repondrá al general Baquedano héroe indiscutido de la guerra del Pacífico o le volverá a poner los marcos a los cuadros trascendentes del museo de bellas artes olvidándose del patriarcado que según sus teóricos representan? Pregunta don Perejil: ¿qué harán las fuerzas políticas frente a su nueva ocurrencia?, para concluir diciendo algo que el perejil verdadero ha despertado de los anaqueles donde está guardado para simplemente cagarse de la risa. Yo los invito a estar atentos, porque la memoria no es patrimonio de un sector político es patrimonio de un país. ¿Se refiere a memoria o historia?
Es claro que don Perejil padece de un algo. Para poder entenderlo veamos que dice C.G. Jung sobre los arquetipos que en este caso no afloran por casualidad.
La noción de arquetipo de personalidad, profundamente arraigada en psicología analítica de Carl Jung, representa mucho más que una simple clasificación de rasgos de carácter.
Estos arquetipos son estructuras psíquicas fundamentales, universales y heredadas que forman la base de cómo experimentamos el mundo, procesamos nuestras experiencias y nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos. Esto es una pieza clave del inconsciente colectivo.
En nuestro día a día, los arquetipos influyen en cómo percibimos a los demás y a nosotros mismos. Don Perejil obedece, de los 12 descritos por Jung, al arquetipo del rebelde.
El rebelde desafía el statu quo y rompe las reglas. Este arquetipo es un catalizador de cambio, desafiando las normas y promoviendo nuevas formas de pensar. No le parece conocido el lenguaje de sus amiguis y del propio desde que se cometió la gran equivocación histórica de elegirlo. “Haremos la refundación de Chile” y empujó un proceso que terminó como todas las cosas hechas por maestros chasquilla en un mamarracho jurídico
Cada arquetipo contribuye de manera única a conocer la rica tela de la experiencia humana. Conociendo con claridad el arquetipo de don Perejil podemos empezar a navegar en el océano de su psiquis y adelantarnos a sus arrebatos de rebeldía.
En todo caso hay que tener claro que de los arquetipos más peligrosos y poderosos está “el mago” y Dios ha tenido piedad de Chile, ya que ningún político de los que pululan por los rincones del poder posee esta característica psicológica.
Si se mantuviese Perejil, el bueno, reflexionaría diciendo: “jamás permitiría que mi imagen de hombre sencillo reemplazase la genialidad de los grandes compositores eliminados de donde pusieron a mi colega Mafalda. Pero al parecer la alcaldesa de Providencia tiene todos sus conceptos revueltos“… la ambición es mala consejera.
¡Dios salve a Chile!!!
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