Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Puse como título la nueva cotorra de la centro izquierda, pensando solo en los disparates que cotorrea. Pero me voy a detener para aclarar el concepto. Ha habido varios ejemplares de la izquierda que se han caracterizado por intentar cantar al son del socialismo, creyendo que abrazando la guitarra del progresismo caminaban al ritmo de los tiempos. Sin embargo esa evolución centro izquierdista en muchos de esos personajes se fue desdibujando, terminando por involucionar a sus raíces adoptando prudente distancia o simplemente alejándose de la vida partidista. En la historia dejaron huellas de su accionar intentando aparecer progresistas, sin embargo la cordura les llamó la atención y sosegaron sus pasiones.
Los casos más paradigmáticos no son precisamente aquellos que surgen de un centrismo de izquierda sino todo lo contrario de un “centrismo de derecha” concepto que he buscado en la ciencia políticas y no existe. Es lógico, el centro es un punto muerto en el equilibrio de un eje entre el polo positivo y el negativo y se moverá en una u otra dirección de acuerdo a cómo se den las fuerzas ideológicas que entren en el juego de esta balanza.
Lo que sí es claro ,es que todo movimiento va acompañado de una serie de ideas y conceptos que representan los idearios que definen la naturaleza del grupo que participa y que se enmarcan en una doctrina que los define, por eso cuando la aguja se desplaza más al polo negativo tenemos expresiones que apuntan al blanco del socialismo, que lleva implícito a todas las doctrinas progresistas de todas sus gamas, incluida la comunista y en esto son consecuentes y toda la estrategia apunta a conseguir ese objetivo.
En cambio cuando la aguja se desplaza al polo positivo nos encontramos con un abanico de pensamiento conservador / liberal. Liberal en el sentido de abierto tolerante sin caer en el rompimiento de las normas establecidas para una sana convivencia y resguardando los valores y símbolos esenciales de la cultura occidental.
Es lo que se espera de gente que defiende el orden, el estado de derecho y valores fundamentales no transables, como el valor de la persona como ser humano.
Sin embargo hoy encontramos a representantes de la derecha que han hecho su vida política bajo el alero de los principios mencionados y que sin embargo por explicables razones sólo sujetas a su ambición de poder, han renunciado escandalosamente a tales idearios para abrazar sin contemplaciones los planteamientos del progresismo izquierdista
Así vemos a Evelyn Matthei, la portavoz de esta nueva concertación, establecer nuevos idearios. Para la falsa centro derecha que dice representar, queda claro que nunca esta Sra. ha tomado conciencia hasta qué punto la nueva izquierda que tanto admira, ya no se preocupa de la economía sino más bien de conceptos antropológicos, morales y culturales. Esa es la izquierda que Matthei quiere imitar, revolucionaria en ese terreno: modelo de familia, hombres frente a mujeres, la convivencia de razas, el ecologismo verde, la identidad de género y el LGTB.
Lo que la alcaldesa no puede comprender, por incapacidad cognitiva, es que la izquierda ya no es marxista ni tiene como norte lucha de clases, lo ha reemplazado por sexo, razas u orientaciones sexuales.
La Sra Matthei, al igual que la izquierda, se ha reinventado y lucha por un feminismo radical, ecologismo radical, LGtbbismo radical etc.,etc., y ahí la vemos abrazada con cuánto comunista y socialista encuentra y considera, al igual que Allende, jóvenes idealistas al FA y todas sus fechorías. Entonces, cuidado con esta nueva cotorra del izquierdismo progre. Sus performances y su inmediatez permanente la transforman en un peligro político para quienes luchamos por sacar a Chile del resumidero al que el progresismo nos ha conducido y en un grave peligro para cada chileno ya que lo que busca es volver a confiar y recuperar la fe pública y esa opción es de lo que menos tiene la alcaldesita transformista.
Pero hay algo más, preguntar en una encuesta a qué político más conoce y obtener ella un buen porcentaje no es lo mismo que preguntar por quién Ud. Votaría. No se debe confundir con capital político.
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