Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


En la pasada semana, la partidocracia ha mostrado el rostro más diabólico de lo que es posible ver y analizar.

Son hoy los votantes del partido republicano, en la reciente elección, los más sorprendidos como también un grupo de militantes que han sacado una declaración titulada “un militante un voto”, llamando a rechazar si no hay modificaciones profundas al mamarracho 2.0

Hay que tener presente  que la militancia total de ese partido solo alcanzan a 21.149  inscritos, ubicándose en el onceavo  lugar de la lista entregada por los registros públicos. Es decir, hay 10 partidos con más militancia que ellos.

Lo relevante y sorprendente es que esa cantidad de militantes es la que no le importa al dueño del partido, al sostener “esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”. De ahí entonces que haya ordenado y dado  las instrucciones para que sus adláteres sostengan reuniones con el oficialismo  para dar “garantías” de que “tendrán una postura dialogante y responsable en la redacción de la nueva Carta Magna”.

Al señor Kast no le importa lo que piense la militancia, en su concepción política él entiende que el diálogo se debe dar con los enemigos ya que los amigos, en un falso criterio de entender la lealtad con él, deben ser de obediencia.

Pero qué pasa con los 3.444.276 votantes no militantes que confiaron en ellos (reste el registro) Tampoco le importan al señor Kast ya que ellos forman parte de la mayoría de los chilenos que pensando que su discurso era serio y verdadero, resultó que en menos de 15 días se han llevado la desilusión de la vida ya que fueron vilmente engañados al ver que se desdijo de todo lo que sostuvo como candidato presidencial y luego oponiéndose a un nuevo proceso constitucional. Las contradicciones siguen, en España en el cierre de la campaña de Vox estaba presente Martin Arrau aplaudiendo y, vaya curiosidad, mientras Vox condena la agenda 2030 aquí Arrau  apoya  la nueva propuesta constitucional

Yo no me extraño, era de esperar, así lo denunciamos y por eso llamamos  a anular el voto como rechazo al contubernio político del cual está cúpula triunfante el 7 de Mayo también es parte.

La política de la calculadora en mano o la política del espectáculo intoxicando la realidad, quizás sean los fenómenos que hoy cruzan el quehacer de todos los llamados “dirigentes políticos”. Ellos usando las redes sociales multiplican mediante la propaganda la intoxicación interesada de los hechos de la realidad, proliferando la demagogia, el oportunismo y las  deslealtades de los “líderes” y formaciones políticas, todas ideológicamente enemigas de la verdad.

La pregunta que ronda en el circo político es: ¿qué tiene que ir la dirigencia del Partido Republicano a darle garantías a la presidenta del socialismo chileno?

Por cierto que en un lugar neutro, como lo fue una cafetería en Las Condes, donde la senadora Vodanovic conversó por una hora con Squella y Hurtado, concluyendo para el oficialismo que ellos están de acuerdo con la nueva definición de democracia, dejando de lado la histórica y filosófica representación popular en que la mayoría es el 50% más uno y asumir que hoy son los acuerdos dialogantes y transversales la verdadera democracia donde las minorías imponen  sus criterio.

Han ido a confirmar que respetarán las doce bases y todo el maldito y diabólico articulado propuesto en el anteproyecto.

Pues bien, como al señor Kast no le importa la opinión de sus militantes, menos le importan los votos que obtuvo. Me imagino que tendrá ya planificada la explicación de su metamorfosis acorde con los criterios globalistas qué tanto se sospechó de él. Porque de la lectura de lo conocido, ese mamarracho 2.0 es la representación enmascarada de la agenda 2030 y del rechazado mamarracho 1.0. Así lo sostenemos todos los que hemos  luchado por imponer la verdad, incluidos señor Kast, muchos de los que fueron fieles seguidores suyos y llamaron por confianza a votar por los republicanos a consejeros constitucionales.

Espero que muchos de los electos consejeros sepan defender el interés de las mayorías y el interés de sus votantes y acojan el llamado angustioso de una Nación entera que hoy pierde la categoría de tal por acuerdo de las cúpulas políticas, de la misma forma que los padres pierden el derecho preferente de educar a sus hijos.

Pero no es todo, tampoco el pueblo  podrá elegir el sistema de salud de su preferencia y sus ahorros previsionales estarán expuestos a la confiscación o expropiación como tampoco se protegerá el derecho a la vida del que está por nacer.

Hay muchas más iniquidades en este anteproyecto que el señor Kast se ha negado a denunciar y ha ordenado a sus consejeros cerrar su boca para “no dañar su proyecto político” Por eso la instrucción consecuente con lo que pide el Comunista Barraza “hay que mostrar credenciales democráticas”

En la vida hay fenómenos curiosos y sorprendentes, como por ejemplo la actualidad que ha dejado de ser un proceso informativo para ser un estado opinativo, pero sólo de aquellos que tienen el poder y con ella crean una falsa realidad. Es lo que ha hecho el movimiento llamado republicano bajo el esquema del sentido común. Pero peor aún, bajo acusaciones promovidas por las minorías ideológicamente programadas para destruir la imagen de jóvenes políticos se montó 4 días antes de la elección del 7 de mayo una historia de las típicas que es de muy difícil consideración probatoria en contra de un candidato a consejero por Biobío, acción que en el electorado no tuvo impacto alguno y el joven dirigente que le dedicó años de su vida a la causa de Kast fue electo con 110.000 votos. Pues bien, como ese partido está conformado  por puritanos, a poco andar le pidieron la renuncia al partido y lo han presionado para que renuncie a su electo cargo para que no dañe el proyecto político del supuesto líder. Habían visto deslealtad más grande, ni siquiera dejaron que la justicia operara y condenaron ellos primero para seguir dando muestras de compromiso con la izquierda progresista. A este tipo de individuos la historia bíblica los reconoce como sepulcros blanqueados, metáfora que emplea Jesús en el Evangelio de San Marcos para comparar a los fariseos con los sepulcros blanqueados, relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre vomitiva y repugnante en su interior.

Le recomendaría a esa dirigencia leer un poquito y para ello sugiero a Guy Debord un filósofo y político francés quien escribiera en 1967 un libro titulado “La sociedad del espectáculo” proporcionando una reinterpretación extensa del trabajo de Marx, notable en su aplicación del fetiche de la mercancía a los medios de comunicación contemporáneos, tan usados en sus performances publicitarias por el partido Republicano y de la cual acaba de dar una muestra más.

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