Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


¡Quien lo hubiese pensado, las escobas están barriendo con rapidez la mugre bajo los choapinos!

La gran catástrofe provocada por más de 30 terroristas hoy detenidos y que han incendiado más de 350 000 hectáreas, o sea una cifra terrorífica en metros cuadrados de terreno: 3 mil quinientos millones de metros cuadrados. En otros términos, la superficie quemada es el equivalente a 4 veces la superficie total del gran Santiago (posee 86.000 hectáreas de superficie) ¿Se dan cuenta de la dimensión de lo que está ocurriendo?

Vamos ahora a desglosar los puntos más relevantes de dicha catástrofe:

El gobierno se ha puesto en campaña con 14 ministros en terreno para coordinar, estar al tanto de la magnitud de la tragedia y abordar las ayudas y medidas para paliar la emergencia. Sin embargo ninguno de ellos, incluido el presidente, ha sido categórico en señalar el peligro de la escalada terrorista que prácticamente tiene dividido al país por la mitad.

Son innumerables los testimonios gráficos en distintas zonas afectadas, de la presencia de grupos fuertemente armados que están impidiendo el esfuerzo que hacen los brigadistas y bomberos para controlar los incendios y la acción coordinada de ellos para volver a incendiar lo que ya ha sido controlado.

Los medios de comunicación, aparte del uso sensiblero de la tragedia, marcan pauta en los paseos del Presidente en terreno “mirando a los ojos” a las víctimas y diciéndoles que con mucho cuidado se investigará todo lo sucedido. Otro tanto hacen sus ministros, muchos de los cuales ya estaban en la lista de despido del mes de marzo cuando se cumpliera un año en el poder y cuya evaluación es “mala o “reguleque”

Sin embargo la tragedia ha servido para desviar la atención de los problemas permanentes del país.

Sin duda que la tragedia no es espontánea ni mucho menos producto del mito fantasioso del cambio climático, es una desgracia que tiene como responsables a autores materiales e intelectuales que persiguen la desestabilización del país. ¿Acaso lo ocurrido no es un problema de seguridad nacional? ¿Acaso lo ocurrido no es parte de las preocupaciones prioritarias del país: delincuencia, terrorismo, drogas y narcotráfico?

Pero hoy se tapa la causa del problema y sólo se habla de lo que consumen las llamas que arrasan con la vida de personas, con su historia y la frustración de sus esperanzas, con sus fuentes de trabajo y con un impacto no calculado en la economía nacional.

Nadie habla ya de los indultos, eso fue una anécdota en el devenir de las desgracias de Chile y pasó a ser uno más de los atropellos a la normas, las leyes y al estado de derecho. Se fue la Sra. Ríos y el jefe de gabinete del mandatario y “caso cerrado”, como dice la doctora Polo.

El mantra es: El camino está trazado, debe transformarse en un proceso habitual y en el acostumbramiento del rebaño.

¿Dónde están los problemas de la educación?...  claro con un ministro en terreno hablando y dando seguridades de la vuelta a clases normales en marzo. Y mientras tanto, qué dice de la destrucción de todo el proceso formativo, donde para rematarlo han nombrado a Andrea Osorio Rivera como nueva Jefa de Educación General del ministerio. Persona con un currículum altamente adecuado para tal responsabilidad, ya que sus actividades han estado fuertemente ligadas al grupo guerrillero Lautaro, definido como una organización marxista leninista adscrita a la lucha armada, “evolucionando” luego a las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro, más radicalizados aún, optando por la militarización donde su foco han sido policías de investigaciones y carabineros a los cuales luego de asesinarlos, les roban su armamento. Pues bien, esta es la perla que está hoy día en una posición directiva a cargo de la educación de los hijos de Chile. Y las llamas tapan su nombramiento donde, aparte de algunas voces que denuncian estas barbaridades políticas, el país y la “oposición” siguen en Babia.

La crisis en Relaciones Exteriores es otra basura que se barre con rapidez bajo el tapete. La pregunta que los más entendidos se hacen: ¿hay política de estado en relaciones exteriores? Leyendo el País de España, el escritor Vargas Llosa sostiene una dura crítica a los dichos de Boric en la Celac y advierte “El Pueblo peruano no lo olvidará” y con razón, se metió en los problemas internos de una nación hermana cosa absolutamente imprudente y saltándose las normas de derecho internacional… y la canciller: ni “chus ni mus “.

Las llamas también tapan la catástrofe que hay en salud donde se prevé qué de no mediar una pronta ley de protección a la salud privada, comenzará la quiebra del sistema de Isapres y un aluvión de 3,5 millones de personas caerá sobre el sistema público, significando la destrucción de todo el sistema de salud. Para nadie es un misterio que ello tirará por tierra y bajo tierra los índices de salud de la población.

Hoy por hoy, nadie habla de la inflación de casi en un 14 % donde hay productos  que en menos de dos o tres meses han subido hasta en más de un 200% y el ministro señor Grau tranquilo, la pobreza no es su problema, menos el desempleo o la recesión, por lo que junto con el ministerio del Trabajo y Previsión Social agudizan el conflicto con las AFP, augurando un descalabro total.

Pero el humo negro que ya cubre Santiago sirve de tapadera de los  grandes problemas sociales y económicos descritos y el gobierno, comunicacionalmente, hace un Reality show conveniente para las circunstancias caóticas en que vive Chile.

Merece párrafo aparte la oposición que a pesar del espectáculo escalofriante del centro sur del país sigue una agenda paralela fuera de la realidad, bregando por llevar adelante el nuevo  proyecto constitucional de desintegración total de Chile… vean, por un ratito, los representantes que estarán a nombre de los llamados pueblos originarios: son del mismo corte de la señora que instalaron en Educación.

Simplemente, los dirigentes de Chile Vamos son los barrenderos del gobierno y los ayudistas en la destrucción de la República.

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