Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Por lógica consecuencia del paso de 365 días en la vida de cada persona, periodo de un año que a su término culmina con la celebración de la llegada del Nuevo  Año y olvidándose de los pesares y malas experiencias vividas en este periodo, la gran mayoría de las personas que conformamos la humanidad nos preparamos para celebrar con un buen espíritu de alegría y esperanza el desafío que es vivir un nuevo año.

Lo individual es también lo colectivo y las Naciones a través de sus instituciones públicas o privadas organizan diferentes manifestaciones que anuncian la llegada de otros 365 días y reza en todos los saludos la frase “un año próspero, tranquilo lleno de paz y felicidad”

Sin duda alguna, deseos que toda persona bien intencionada alberga para su entorno personal e inmediato, los que en su conjunto se transforman en un coro polifónico para bien de toda la Nación.

Pero para llegar con profundidad a esos deseos hay que hacer forzosamente una auditoría personal y nacional para revisar con cuánto activo enfrentamos esta nueva etapa. En lo personal se tendrá que hacer un balance para establecer todos los factores que nos dieron la posibilidad de pasar un año tranquilo y creativo, variables como: salud, estabilidad familiar y económica, relaciones sociales, posibilidades de adquirir nuevas experiencias e incrementar nuestro acervo cultural y social, como también las desilusiones, deslealtades, o ingratitudes que nos rodearon y que sin duda nos ofrecieron la oportunidad de conocer aún más la naturaleza escondida del hombre. Pero por sobre esos factores personales  y sin soslayarlos, cuánto he contribuido con mi país para que las  variables positivas estén al alcance de las grandes mayorías, sobre todo si vemos que la Patria está amenazada.

Entonces, los invito a meditar en una auditoría nacional y pensar  cuánto de verdad hemos hecho por evitar el terrorífico desastre que sin duda se avecina para nuestra sociedad, partiendo de conceptos que están mal interpretados en el consciente colectivo y repensar en ellos.

Leía hace unas horas un comentario de un político español que sostenía lo siguiente “Una de las consecuencias de nacer en democracia es pensar que este régimen es el estado de las cosas. Y otra, es creer equivocadamente que votar te convierte automáticamente en demócrata. Pero como ya se pudo comprobar en la primera mitad del siglo XX  en Europa y como hemos comprobado en algunos ejemplos recientes en América Latina, las democracias pueden enfermar y morir, aunque tengan urnas. De hecho algunas naciones han sufrido la devastación social, política y económica a partir de políticos elegidos democráticamente, que aprovechándose de los resortes de la libertad que ofrece este modelo han logrado desmontarlas a paso esas democracias para convertirlas de facto en tiranías, régimen de arbitrarios o autocracias”

¿No cree Ud. que leyendo esta primera observación conceptual ya se vislumbra que nuestro país no está precisamente dando el ancho para que de verdad podamos gozar en plenitud de la verdadera DEMOCRACIA?

Pues bien, analicemos otros aspectos que conllevan a aumentar nuestra preocupación “para medir el estado de salud de una democracia también hay que tener en cuenta otras característica fundamentales que permitan tener los controles y contrapesos necesarios para que ningún Presidente, ningún gobierno, ni ninguna mayoría política pueda degradar o destruir el sistema. El respeto al estado de derecho y a los procedimientos formales para modificar las reglas de juego constitucional, la protección de los derechos fundamentales y los derechos de las minorías, la división de poderes que garantice que ningún gobierno vulnere la autonomía y funciones del poder legislativo o judicial, la libertad e Independencia de los medios de comunicación, el respeto a la propiedad privada o la objetividad e independencia de los órganos reguladores y del resto de las instituciones del Estado, son algunos de los atributos fundamentales que hay que preservar para ser un país democrático“

Así las cosas le voy a entregar algunas perlas para que las mediten en esta auditoria:

La acción desvergonzada de un grupo de parlamentarios de todos los sectores, pero capitaneados por los llamados “de centro derecha” y que a dichos de la presidenta de Evopoli “se debe caminar hacia la centro izquierda“ comenzaron un nuevo proceso constituyente borrando sin pudor alguno el veredicto soberano del pueblo, expresado en el Rechazo del 4 de septiembre y así, ha pasado Chile Vamos a convertirse, para la historia, “en una coalición de transformó una victoria en una derrota monumental”, llegando al extremo de modificar el artículo 142 de la constitución con efecto retroactivo, algo que en derecho es simplemente impensable.

Embarcados en esa ruta, de espaldas al pueblo, el gobierno sigue destruyendo todo lo que a su paso sea posible, sin contrapeso ninguno.

Pensemos: Boric llegó a la presidencia de la nación en forma meteórica, pero de igual modo en pocos días y con el transcurrir de estos 10 meses la caída ha sido delirante y la derrota aplastante, dejando al generalísimo del apruebo  al margen de su ambicionado proyecto refundacional, obligándolo a un cambio de gabinete que resultó para peor y donde no han visto ni una y la cadena de desaciertos suman y suman: el faux pas de los fiscales rechazados en el Senado, dejando de pasada al descubierto la impericia de la ministra de justicia, como  a su vez los estropicios en RR.EE., y con un hombre mayor en Hacienda, en calidad de acompañante (chaperón dijo Navia en un reciente artículo) custodio de mocosos inexpertos jugando a hacer política y muy lejos de la responsabilidad de adultos que un gobierno requiere.

Dije estropicios en RR.EE.: pues bien, problemas con Israel, con el Rey Felipe VI,  con  el tratado de libre comercio. Desprecio a Grossman para la Corte internacional de La Haya, fracaso en la presidencia de BID. Fallo del Silala, con cabos sueltos, Palestina y una embajada que existe, nombramiento de estudiantes en práctica en Consejo de política Exterior, dejando fuera a Premios Nacionales y Ex Comandantes en Jefe, todos destituidos por twiter, y él nombramientos de embajadores amiguis, suma y sigue y ahí están Urrejola y Ahumada, los leones del desastre como si nada. Aunque dicen que nerviosa esta la ministro, mal que mal algo de prestigio profesional está hipotecando.

En el gobierno en general, todos, todas y todes, sin  la formalidad que el cargo requiere, siguen siendo mocosos estudiantes ejerciendo desde sus elevados cargos la revuelta estudiantil que los catapultó al poder.

Los grandes problemas nacionales como la crisis en seguridad, profundizada en los últimos meses, la incapacidad para enfrentar la crisis migratoria, la nula capacidad para enfrentar los presagios económicos que anuncian una recesión. El dominio de los jóvenes con poder para impedir todo tipo de negociación, ya que llegaron a refundar y no a componer y a un Boric agarrándose de políticos históricos ya muertos, para entre panegíricos mal hilvanados y volteretas ideológicas aparecer tocando una disonante armonía que demuestra a las claras que no tiene dedos para el piano.

Resulta entonces que el rótulo tan manoseado: no eran 30 pesos eran 30 años, ahora con una mentira burda los 30 años pasaron a ser ejemplares, con la Vallejo mirando para el techo.

Pero la oposición sigue un curso absolutamente despistado de la realidad. Están sacando cálculos de las posibilidades electorales que han inventado para reírse de pueblo y de pasada meterse al bolsillo una danza de millones que asegurarán las futuras pretensiones presidenciales de los tres sepultureros del triunfo del 4S.

Lo peor es que no se han dado cuenta que termina el año 2022 y que el  presidente está encerrado en los salones de la moneda con el peso de la mayor decepción política de la ciudadanía, lo que da lugar a que solo manduquéen Tohá, Uriarte y desde el vecindario, Marcel. La música la pone en el parlamento el PC, aplaudido por el PS y PPD y los amigos del Presidente, los que él ayudó a formar, dándole muelas a quienes no tenían quijada, son su peor oposición desde la izquierda dura.

Qué más quieren: Una democracia agónica, un gobierno sin rumbo, un parlamento abiertamente en sedición y un país al borde del abismo.

No me atrevo entonces a desearles Feliz Año Nuevo.

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