11 DE ENERO DE 2023 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Hace 40 años yo era amigo del presidente por antonomasia de la Confederación de la Producción y del Comercio, Ernesto Ayala. Hoy me lo trato de figurar apoyando, como sus sucesores, la idea comunista de derogar la Constitución de 1980. No imagino la cara que pondría ante la sola idea. Es otro país.

Ayer escribí un tuit imaginando que una adivina le hubiera vaticinado a Jaime Guzmán, todavía vivo, que los comunistas lo iban a asesinar pero, a veinte años del crimen, la UDI, su partido, que él creó y fundó, iba a hacer causa común con ellos para derogar la Constitución que él contribuyó a redactar y muchos llaman "Constitución de Guzmán".  "¡Impensable e imposible!",  me habría dicho. 

En los 80 sabíamos que Frei Montalva había fallecido tras una cirugía desafortunada. Aún en los 90 su hijo, ya presidente, le aseveraba al director de "El Mercurio", Juan Pablo Illanes, que el supuesto "magnicidio" eran "cosas de la Carmen". Pero ya era otro país y "el caso se armó". Un cuarto de siglo después Ricardo Lagos declaraba ("La Tercera", 30.01.19) ante el fallo del juez Madrid: "Augusto Pinochet es el que encarga este magnicidio". Hoy se publica "El Magnicidio que No Fue" de Lilian Olivares. Habla el exrector UC Pablo Rosso. Emotiva ceremonia. Los médicos condenados fueron reivindicados. Pero todavía la Corte Suprema no se pronuncia. ¡Cuidado! Su Sala Penal es capaz de cualquier cosa. Puede cargarle la muerte de Frei a Miguel Krassnoff. En estos mismos días ha condenado a ocho años al doctor Manfred Jürgensen, de 80 años y quien en 1979 atendió por lesiones leves y durante 15 minutos a un terrorista del MIR detenido, que después murió por un error de otro médico. Y le ha impuesto a aquél ocho años como cómplice de homicidio calificado. Moya pagará millonaria indemnización. 

Es otro país, kafkiano. Pactan "un proceso constituyente" Boric, Piñera, prensa y empresarios y los partidarios de la Constitución no podemos votar por ella porque rechazan un plebiscito de entrada y todas las indicaciones. Sólo queda el de salida. ¿Vendrán de nuevo al rescate esos casi cinco millones de electores que nos salvaron el 04.09 o seguirá la pesadilla actual? Son la última esperanza.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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