Gonzalo Ibáñez Santamaría


Se ha divulgado la noticia de que desde grupos parlamentarios del partido Renovación Nacional se promueve la iniciativa de levantar un monumento a la figura del este ex presidente. Los motivos son bastante vagos: el apoyo en la "recuperación" de la democracia, la política económica seguida en sus gobiernos y su actitud de cara al estallido de violencia en octubre de 2019.

La verdad es que son motivos muy débiles y, aún, contradictorios. Desde luego, Piñera con su constante crítica al gobierno militar y su discurso más bien contradictorio respecto de la legitimidad del pronunciamiento de 1973, lo único que hizo fue abrir la puerta a los grupos que se organizaban para hacer retroceder al país a la situación de caos y anarquía que vivía Chile el día 10 de septiembre de 1973. Fue así como contribuyó a desarmar las bases sobre las cuales el gobierno militar, luego de diecisiete años, había puesto de pie al país y lo había conducido a ser la cabeza del continente. Y había repuesto la democracia como nuestra forma de organización política.

La consecuencia fue el estallido de octubre de 2019 con su secuela de destrucción casi sin fin. En ese momento presidente de la República, la actitud permisiva de Piñera se vio agravada por la manera cómo él ató las manos de las fuerzas policiales impidiéndoles que fueran efectivos en el combate contra la violencia. Millones de chilenos vieron así sus derechos severamente conculcados y sus vidas y sus bienes enormemente afectados. Además, apoyó la estrategia de procesar a carabineros por el poco uso de la fuerza que habían hecho en defensa de los ciudadanos de este país. El resultado fue que miles de carabineros resultaron heridos en el cumplimiento de su tarea y, otros tanto, procesados por haber cumplido con su deber.

Si hay alguien que no merece un monumento es Piñera. Al contrario, merece el más duro juicio por su actitud como presidente: en definitiva, entregó el país a la anarquía. No se puede olvidar, además, que Piñera, como senador, votó favorablemente la erección de un monumento a Salvador Allende: fue un anunció de lo que sería después su carrera política y del ejercicio que hizo del poder político en nuestra nación y que, al final, terminó llevando a Chile al sacrificio. Aún padecemos esas consecuencias.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

.