13 agosto, 2024
por Gonzalo Ibáñez
Maduro, hoy, quiere repetir en Venezuela la estrategia marxista de Allende. Hasta ahora le ha facilitado el camino el hecho de que las Fuerzas Armadas y de Policía de ese país lo han secundado en sus propósitos.
Los sucesos acaecidos en Venezuela, con motivo de la elección presidencial que allá tuvo lugar, han sido estremecedores. La tragedia que vive ese país y que vive su población, no puede dejar a nadie indiferente. Somos espectadores de cómo un país es destrozado desde su gobierno y cómo una población, sin piedad, es llevada a la miseria y a la esclavitud. Y, al parecer, nada podemos hacer para evitarlo, salvo recibir a los millones de personas que buscan emigrar y abrirles espacio ente nosotros.
Lo que allá sucede no es, sin embargo, desconocido para nosotros, los chilenos. Hace algo más de 50 años vivimos una experiencia similar, cuando el gobierno entonces en ejercicio se volvió contra nuestro país e intentó someterlo a una experiencia como la que hoy vive Venezuela. Fue el régimen encabezado por Salvador Allende que intentó hacer de Chile un lacayo de la Unión Soviética y transformarlo en un peón más del marxismo internacional. No vaciló en arruinar a la nación y en conculcar, una tras otra, las libertades ciudadanas, comenzando por la libertad de prensa, continuando por la libertad de trabajo y siguiendo con la libertad educacional. Y así, sucesivamente.
De cara a esa agresión, Chile desesperado llamó a sus Fuerzas Armadas y de Orden para rescatar al país antes de que este terminara por sucumbir bajo la agresión marxista. Esas fuerzas, advirtiendo que eran la última esperanza para el país, respondieron a ese llamado dando lugar al pronunciamiento del día 11 de septiembre de 1973. Lo demás es historia conocida: el gobierno que ellas formaron se dio a la tarea de reconstruir el país, de devolver la libertad a sus ciudadanos y sobre el ejercicio de esa libertad, procurar un desarrollo que llevó a Chile a la cabeza de las naciones del continente. Un Chile en el cual se podía vivir seguro, formar familia, educar a los hijos, iniciar emprendimientos y así hacer crecer la economía nacional. Hubo, es cierto, problemas y hubo abusos de poder, pero la responsabilidad de estos hay que salir a buscarla, antes que nada, entre los que obligaron a resolver un conflicto político por el uso de las armas. Después, entre quienes usaron esas armas de manera abusiva.
Maduro, hoy, quiere repetir en Venezuela la estrategia marxista de Allende. Hasta ahora le ha facilitado el camino el hecho de que las Fuerzas Armadas y de Policía de ese país lo han secundado en sus propósitos y se han puesto frente al pueblo venezolano ahogando cualquier intento de cambio.
En este contexto, indigna que haya quienes pretenden cambiar la historia de Chile para presentar al gobierno militar que nos rigió entre 1973 y 1990 como un equivalente chileno del régimen de Nicolás Maduro y a este, por lo tanto, como un sucedáneo del general Pinochet. Es, por ejemplo, el afán de un personaje como Gutenberg Martínez, antiguo militante DC, quien en carta a El Mercurio (1/8/24) expone esa tesis. Para nada recuerda, en cambio, cómo la militancia DC pedía en su momento la intervención militar para rescatar al país y cómo Eduardo Frei Montalva proclamaba, después que esa intervención se produjo, que “los militares habían salvado al país”. Y que Patricio Aylwin también proclamaba que la culpa íntegra de lo que había sucedido correspondía al régimen marxista de Salvador Allende. Misma indignación produce un columnista de El Mercurio, Francisco Covarrubias, quien en su última columna afirma, con total desconocimiento de la historia, que el Maduro chileno fue Pinochet.
Lo cierto es que Maduro repite en Venezuela la experiencia de Allende en Chile. Los chilenos de hoy día podemos conocer, o recordar, lo que fueron los mil días de Allende y su régimen -llamado de la Unidad Popular- mirando lo que sucede en Venezuela y, por lo mismo, agradecer una vez más a nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros por el paso que dieron el 11 de septiembre de 1973. Y rogar a Dios para que allá, esas Fuerzas se comporten como las de acá, las chilenas de esa época.
Fuente: https://ellibero.cl/tribuna/chile-el-combate-por-la-historia/
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