14 noviembre, 2023
Magdalena Merbilháa
Los “defensores de los derechos humanos” ¿velarán por los derechos humanos de estos deportistas cubanos? ¿Serán capaces de hacer primar la realidad y lo correcto, por sobre la idea mental falsa que los mueve?
Hay ciertas cosas que son de sentido común, es decir se aparecen a los sentidos, son evidentes, simplemente se debe reconocer que eso es. El árbol es y podemos verlo, tocarlo… experimentarlo desde los sentidos. Si vamos caminando en el campo y vemos una vaca, escuchamos su mugido y sentimos su olor, naturalmente el entendimiento dice en su interior “vaca”. Es evidente, es una realidad cierta.
Por otra parte, frente a acciones y reacciones, sabemos por la experiencia que hay acciones que siempre producirán ciertas reacciones. Por tanto, frente a ciertas circunstancias iguales, se puede esperar cierta reacción específica. De hecho, así funciona el método científico basado en la observación. Lo natural es concluir racionalmente desde los hechos observados. En ese sentido, la lógica concluye y construye desde premisas. Si decimos que Juan es hombre y que los hombres son buenos; entonces concluiremos que Juan es bueno.
¿Por qué estamos explicando algo que es tan obvio? Porque pareciera que algunos creen que no es tan obvio. Todos sabemos que Cuba es una dictadura totalitaria. Algunos la llaman “democracia imperfecta”. Lo cierto es que, si definimos democracia, Cuba definitivamente no encaja. Le falta todo lo que una democracia requiere para ser tal. Es como si quisiéramos establecer que una lechuga es un caballo. Definitivamente no lo es. Es un totalitarismo, el Estado impone todo y penetra todo. No hay libertad individual, ni posibilidad de elección. En Cuba las elecciones no son tales, no hay alternancia en el poder, hay concentración del poder y un sistema que, anulando la iniciativa individual y la propiedad privada, ha repartido pobreza y miseria a sus habitantes y riqueza para sus cúpulas. Es un Estado fracasado y una nación en ruinas. Aunque algunos culpen al bloqueo norteamericano de esta realidad, el hecho cierto es que incluso ellos reconocen que el país es una miseria, por eso intentan establecer razones de ese fallo. Lo cierto es que el error proviene de la receta aplicada. Siempre, y toda vez que se aplica, envenena. Muchos buscan salir de ahí y con tal de lograr la libertad, están dispuestos a subirse a balsas y sortear los tiburones. Es un drama humano, sin duda.
Terminados los Juegos Panamericanos nos enteramos de que ocho deportistas cubanos habían abandonado la Villa Panamericana para buscar quedarse en Chile. Cuba les retuvo sus pasaportes y estos jóvenes, con tal de evitar la prisión certera que les esperaba en su país natal y pese a las posibles represiones familiares, insistieron en quedarse.
Para la mayor parte de Chile, las razones de esto son más que evidentes y justificadas. Las conclusiones son claras, en su país no hay libertad y prima la miseria. Dejarlo todo es una prueba fehaciente que lo que allá les espera no es nada bueno. Pero la evidencia para algunos no es suficiente, ciertamente la ideología nubla la mente. Usando las mismas reglas de la lógica y teniendo en cuenta que para los comunistas, Cuba es, aunque no lo sea, el paraíso a emular y el modelo a seguir. Como sabemos que son los comunistas quienes mandan hoy en el país, podemos entender las desdichadas frases de la ministra del interior, Carolina Tohá, quien llamó a no especular sobre este caso, ya que “perfectamente pueden estar en Chile haciendo turismo”. Esta frase evidencia quién manda en La Moneda y atenta contra cualquier inteligencia. Es una muestra de servilismo al PC y del poder de la ideología en el ser humano. Con tal de no evidenciar la evidente anomalía a la meta narrativa, la incoherencia y la falta de razonamiento prima.
Cuba, para ellos perfecta, no puede sino ser perfecta y este caso que evidencia la imperfección, como tantos, debe ser minimizado y silenciado. Cabe preguntarse ¿hasta donde llegarán intentando ajustar la realidad a la teoría? Los “defensores de los derechos humanos” ¿velarán por los derechos humanos de estos deportistas? ¿Serán capaces de hacer primar la realidad y lo correcto, por sobre la idea mental falsa que los mueve? Ciertamente la ministra del Interior ha dejado todo que desear y ha sido el hazmerreír de toda persona pensante.
Fuente: https://ellibero.cl/opinion/cuando-la-evidencia-no-vale/
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