Freddy R. Blanc Sperberg
Consejero Nacional Partido Republicano


Desde hace tiempo esperábamos una real capacidad y demostración de fuerza para enfrentar a la izquierda en el Parlamento.

Hoy vemos con esperanza que la mal llamada oposición, y bajo cuya calificación se exceptúa a los republicanos, algunos PDG y los menos de ChileVamos, comienza a levantar cabeza y más dispuesta a poner puntos sobre las íes.

En los hechos, desde el retorno de la izquierda radical al Congreso los representantes de derecha agacharon la cabeza en una actitud ilusamente “buenista” y concedieron todo lo que les fue exigido, solicitado e impuesto llegando, incluso, a realizar acciones que nunca la izquierda pidió (no olvidemos el cierre del Penal Cordillera, iniciativa de los nefastos Sebastián Piñera y su Ministro de Justicia).

Los increíbles atropellos a nuestra sociedad occidental e identidad nacional, cultura incluida, no podrían haberse concretado sin la “gentil cooperación” de los “jóvenes” del sector que compraron un discurso obsoleto y con un destino de claro fracaso.

Disputar la presidencia de Comisiones en la Cámara es propio de la democracia. La correlación de fuerzas, dada en instancias legislativas, hace impresentable que todas las Comisiones hayan estado en manos del oficialismo. Gonzalo de la Carrera podrá no ser del gusto de todos, pero está claro que llegó para “mover el bote” de los cómodos y no buscando amistades. Es correcto reconocer que, en una batalla bastante solitaria, ha logrado impactar a muchos “representantes” de derecha y preocupar, aún más, a muchos de izquierda.

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