27 de junio de 2020 

 

 

 

 

 

Tomas Bradanovic


 

El 26 de junio se celebró el cumpleaños 112 de mi tío lejano Salvador Allende Gossens, figura trágica en nuestra historia por muchas razones. Allende no fue el monstruo comunista sediento de sangre como lo pintan muchos, mucho menos el santo hombre, íntegro e idealista que todavía creen algunos, fue un tipo común y corriente, profundamente equivocado y que dejó uno de los peores cagazos que han ocurrido en la historia de Chile, el peor del siglo XX sin duda. En este refrito aprovecho de poner algunos recuerdos personales de esa época. Para los que se asustan con lo que está pasando ahora no pueden siquiera imaginar como fueron esos años, en fin, aquí voy:

Revolución con empanadas y vino tinto (publicado originalmente el 30 de abril de 2015)
Un genial invento de Mao

Sería absurdo hacer "historia" con algo que -al menos para mí- está tan cerca, así es que me limitaré a poner mis recuerdos personales sobre los tiempos aquellos. En 1970 yo tenía 15 años y para la campaña presidencial en mi casa se pensaba que volvía Alessandri, pese a que mi mamá era DC. La izquierda tenía fuerza entre los jóvenes, que estábamos impresionados con Fidel, Guevara, Ernesto Cardenal y todo eso, además en las sedes del Partido Comunista regalaban unos diarios chinos hechos de papel de arroz que se quemaban de manera perfecta, creo que ese fue uno de los mejores inventos para atraer jóvenes revolucionarios en esos años, una tan idea genial que se le debe haber ocurrido al mismísimo Mao.

Fumar marihuana era lo más normal, se hacía libremente en todas partes y la policía no molestaba a nadie por eso, era tan políticamente correcto como es hoy defender a los homosexuales y muchos padres fumaban con los hijos sin problema. Jamás vi que alguien la vendiera, los cogollos se convidaban porque la plantaban en cualquier lado.

Todos contra Alessandri

Alessandri enfrentó una oposición furiosa encabezada por el diario Clarin y su dueño "Volpone", quien sería una de las primeras víctimas de Allende, cuando le obligo a venderle su diario en un millón de dólares bajo amenaza de muerte. A Alessandri lo acusaban de estar decrépito y en el Clarin le pusieron "La Señora" para burlarse sobre una supuesta homosexualidad. En el primer debate televisado que hubo en Chile, mostraron como temblaban sus manos cuando hablaba, lo que lo perjudicó bastante.

Allende candidato eterno

Allende era el eterno candidato porque se había presentado tres veces antes. En la elección anterior, contra Frei, había perdido por paliza y fue una sorpresa cuando ganó por 36.6% contra 34.9% de Alessandri. El gran perdedor fue el demócrata cristiano Radomiro Tomic, un tipo feo y aburrido, con menos brillo que zapato de gamuza. De la rama izquierda del partido que sacó apenas 27.8% de los votos.

La sorpresa y el miedo de los que no votaron por Allende fue enorme, intentando detener la elección en el congreso -en esos años no había segunda vuelta- pero los parlamentarios demócrata cristianos aceptaron ratificar a Allende y este llegó al poder sin mayores problemas. Mal que mal nunca el congreso había rechazado a la primera mayoría y las victorias por margen muy estrecho eran la costumbre.

Luna de miel

De los tres años que duró, el primer año fue espectacular. Todo a cargo del ministro de economía Segio Vuskovic, formado en la CEPAL y de gran prestigio académico en esos años. La idea era hacer la Revolución a la Chilena, con empanadas y vino tinto como dijo Allende, que básicamente consistía en mantener las elecciones y tomarse la economía. Esto se basaba en dos ideas de la Unidad Popular en esa época:

  1. a) que una economía exitosa traería poder político sin necesidad de dictadura y
    b) que existía en Chile una gran capacidad ociosa en manos de privados, si el estado las expropiaba y las administraba al 100% esto arreglaría la economía y se lograría la condición (a).

Allende no necesitó ni una sola ley

En la práctica esto se tradujo en expropiaciones legales, o de hecho de la mayor parte del aparato productivo, agrícola, financiero y de servicios del país. Otra medida inmediata fue subir los sueldos congelando los precios. Lo curioso es que Allende no necesitó hacer ni una sola ley para su ambicioso programa, todas las leyes ya estaban, incluso a ley que le permitió "intervenir" empresas pequeñas se había promulgado durante la República Socialista de los años 30, Eduardo Frei incluso la había reactivado y potenciado en el período anterior. Allende no necesito ni una sola reforma legal, bastó con aplicar las que se habían aprobado desde los años 30 a la fecha.

Empezó la fiesta

Y que fiesta: a los profesores le aumentaron el sueldo un 400% y todo el sector público recibió aumentos. Como los precios estaban congelados por ley todo lo que había para comprar se consumió en menos de un año y la gente se vio con los bolsillos repletos de billetes, que el Banco Central imprimía como loco para pagar los aumentos de sueldos. Los primeros seis o siete meses llegamos a creer que el socialismo era la bendición que todos esperábamos desde hace tantos años

Desabastecimiento, acaparamiento, mercado negro

A fines del primer año ya no había nada para comprar, todos tenían montones de billetes y -en teoría- la mayoría de los chilenos podría tener lujos asiáticos como un televisor, teléfono y hasta una citroneta, pero eso era teoría, porque a pesar de tener la plata y los precios bajos, solo los que tenían un pariente bien colocado conseguían bienes a precio oficial y los acaparaban o los revendían a precio de oro en el mercado negro. Bueno, los que viven en Venezuela hoy entenderán lo que digo.

La Democracia Cristiana se vuelve a la derecha

EL principal enemigo que le apareció a Allende entonces fue la Democracia Cristiana y gran parte de los curas, ellos fueron la verdadera oposición porque la derecha en esos años no existía. Entonces empezó una pelea sin cuartel por tomarse las calles. Los jóvenes mayoritariamente simpatizábamos con la izquierda que estaba agrupada en las Juventudes Comunistas, de izquierda conservadora y el Frente de Estudiantes revolucionarios que con las Juventudes Socialistas eran los ultra.

Nuestro profesor vuelve espantado

En esos años teníamos un profesor de castellano que era muy popular entre nosotros, radical (es decir de gobierno) y presidente provincial del SUTE (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación). A mediados de 1973 venía llegando de Santiago de una reunión gremial y nos dijo en clases algo más o menos así "hay que repararse para lo peor, ustedes no se imaginan como está la cosa en Santiago, ya hay una guerra civil y el gobierno va a caer, es horrible. En poco tiempo más viene la guerra civil donde cada uno de ustedes tendrá que tomar partido, por unirse al pueblo o a la oligarquía reaccionaria". Muchos años después, creo que el año pasado, nos juntamos acá en Arica con mi compañero Mito Pérez Silva y nos acordábamos, casi palabra por palabra de esa arenga un par de días antes del golpe.

Nos dejó muy extrañados porque en Chiloé la cosa era relativamente tranquila, las tomas o luchas callejeras eran una especie de broma, excepto en el campo, claro, donde había guerra a muerte. Pocos días después vimos que tenía razón, aunque no hubo guerra civil como él creía, porque llegado el momento de la verdad, el 90% de los seguidores de la Unidad Popular arrancaron, se escondieron o -lo más común- se pasaron al bando de los militares.

El golpe

De un día para otro y cuando nadie se lo esperaba amanecimos con golpe de estado -esas cosas que no pasan en Chile- un toque de queda que duró varios años y un año de allanamientos a las casas. El año 1973 a partir del golpe fue el paraíso de los soplones y las muertes estúpidas. El presidente de los estudiantes en nuestro liceo, Pancho Avendaño, fue delatado por un mirista, que a las pocas semanas del golpe andaba libre y contento. A Avendaño lo fusilaron y el rata no era infiltrado ni nada de eso, simplemente se dio vuelta la chaqueta y se convirtió en soplón como muchos otros. Seguramente al volver la democracia le mejoró su vida y hoy estará en el "servicio público" contando sus hazañas cuando "luchaba contra la dictadura".

Raya para la suma

En fin, para que ponerse amargo. Algunas cifras del gobierno de Allende. En 1973 la inflación era del 740% (cifra oficial, sobre el 1000% estimada por Cepal). El déficit fiscal era un 50% del presupuesto y las pérdidas de las empresas estatales equivalían a otro presupuesto completo. Las reservas bajaron de 450 a 3.5 millones de dólares, mientras la deuda externa aumentaba en 1 millón de dólares diarios.

Las importaciones de alimentos subieron de 140 (1970) a 700 millones de dólares  (1973), la economía decreció un 3.5%  el último  año de Allende. Prácticamente no se creó una sola fuente de trabajo en los 3 años, excepto en el aparato fiscal que duplicó su personal. El déficit del área social fue de 5 mil millones de dólares, equivalente a la producción total de cobre en los últimos 7 años.

Allende se enriqueció personalmente de manera ostensible, al millón de dólares con que compró el diario Clarin hay que sumar la Radio Portales, que también adquirió a su nombre de la familia Hirmas, dos lujosas casas en Tomás Moro y el Cañaveral y muchos otros lujos, incuidos los 23 autos a nombre de su pareja-secretaria, la "payita". Se hicieron grandes fortunas en esos años partiendo por la de los Luksic, que es hoy la mayor fortuna de Chile y despegó en esos años.

Odio y traición

Chile nunca ha sido un país violento en los hechos, excepto en situaciones de guerra donde nos sale todo el indio. Lo que si somos es un país de farsantes, como buenos cobardes muchos hacen suyo el arte de amenazar mientras se sienten seguros. Eso es algo que he visto siempre en mis 60 añitos de vida, estamos llenos de farsantes buenos para amenazar, antes y hoy mismo. Pero a la hora de los quibos salen arrancando o se convierten en traidores. El mejor ejemplo de esos fue Carlos Altamirano Orrego, y muchos más, tenemos a Max Marambio, los hermanos Palestro, Daniel Vergara, en fin, fueron miles que ladraron furiosos mientras se sintieron seguros detrás de la reja.

A los buenos los mataron, mayormente el año 1973. Las ratas que quedaron y se las arreglaron para arrancar o darse vuelta la chaqueta. esos son los que están hoy en el poder político, o bien sus hijos, o sus nietos. Así es la cosa, al menos como la recuerdo yo.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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