1 de mayo de 2020

BLOG-DE-MAXIMO


 

El proyecto de ley que pretende robarnos nuestros fondos de pensiones, ya está en el congreso. Es la piedra angular del proyecto totalitario de la izquierda. Sin estos casi trescientos mil millones de dólares, equivalente chileno a lo que fueron los pozos petroleros venezolanos, la revolución marxista no tiene futuro.

La idea marxista es la misma de siempre, o hacer la revolución para llegar al poder, o llegar al poder para hacer la revolución. En Barbarilandia implementaron un híbrido, un curioso golpe de estado que les entregó el poder real, manteniendo al expresidente en el cargo de Administrador Provisional, que les entregó la oportunidad de imponer ilegítimamente una nueva constitución que ya tienen redactada. Y de ahí derechito al poder para hacer la revolución (aún falta ver si les resulta su plan perfecto).

Entonces, la idea macabra consiste en cambiar la constitución liberal por un breve mamarracho de solo un par de páginas, repleto de derechos y con un amplio margen de interpretación. Luego se afanarán en ganar una elección presidencial por medio de los votos (sería la última de ese tipo, luego vendría el voto electrónico y una mano negra manejando el sistema), y de ahí un proceso de “cambios profundos” consistente en “escuchar la voz del pueblo” y sus “justas demandas sociales”, que obviamente contará con la venia del populacho bárbaro, a esas alturas del partido en total éxtasis y descontrol, observando con los ojos enrojecidos, como le roban a “otros” para darnos a “nosotros”, y para eso será necesario repartir dinero, el que sea necesario, mientras completan el proceso ya iniciado de control de todas las instituciones del estado. Ese es el destino del botín que obtendrán saqueando los fondos de pensiones, descontando, no faltaba más, su comisión y la de su parentela y amigotes.

Una vez con el control total del país, ya no será necesario convencer a nadie de nada, ni repartir papelitos de colores a discreción. A esas alturas del partido la dictadura marxista será total, y al que no le agrade podrá recurrir al sagrado derecho a pataleo.

Yo espero que a esa fecha, con un poco de suerte, y seguramente con una lamentablemente pérdida patrimonial al vender, estaré tomándome un jugo de naranjas en Greenville, South Carlina, USA. Desde allá les mandaré saludos, sin contarle a nadie que soy nacido en Chile, para no pasar vergüenzas.

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/

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