Sep 29, 2019

 

 

Por Hermann Tertsch:

 

Europa, con la izquierdista Mogherini, intenta evitar el colapso total de la aventura comunista en Iberoamérica


Europa fue salvada dos veces de sus propios monstruos por Estados Unidos. Su libertad se la debe a Estados Unidos de América. El pago ha sido siempre la deslealtad y el desprecio.

Europa no perdona a Estados Unidos que la salvara de su nazismo, fascismo y su comunismo, criaturas suyas. Europa ha protegido 60 años a la maldición que es Cuba comunista para toda América. Y hoy vuelve a traicionar a America, (norte, centro y sur), con su mezquindad, su cobardía y su insufrible pretensión de superioridad moral con la que protege allí lo que no quiere para sí.

Sus élites relativistas, arrogantes y cínicas prefiere que mueran venezolanos y vivan en esclavitud los cubanos, a revisar su podrida doctrina sobre el romanticismo emancipatorio del comunismo, mezclada con toda la basura roussoniana del buen salvaje.

Tropas de Estados Unidos en Francia en 1918.

Europa y sus muy cuestionables democracias de partidos, asume desde hace décadas la socialdemocracia como ideología del Estado, que aplasta todo lo que la cuestiona.

Nunca defendió en Iberoamerica la libertad como tampoco lo quiso en Europa Oriental. Adoró y nunca ha condenado la Ostpolitik que impuso la socialdemocracia alemana, que era el más cínico relativismo que equiparaba moralmente a los regímenes comunistas del este con las democracias occidentales.

Si no es por el pensamiento y política radicalmente contrarios a la Ostpolitik, anti-relativista y antisocialdemócrata, de aquel trío de defensores que eran Reagan, Thatcher y Wojtyla, los regímenes comunistas no habrían sucumbido bajo aquel terremoto en 1989.

La vergonzosa actitud de Europa en Venezuela, que llega hasta la abierta complicidad con y protección a la dictadura de Maduro, mientras ésta asesina a su población, vuelve a revelar la hipocresía y ante toda la afinidad de la socialdemocracia con la experimentación social.

Europa, con la izquierdista Mogherini, como símbolo de la complicidad de la socialdemocracia de la Unión Europea con la experimentación social comunista en Iberoamérica, simbolizada a su vez por el Foro de Sao Paulo, intenta evitar el colapso total de la aventura comunista en Iberoamérica.

La Unión Europea vio con alarma la elección de Trump, el fracaso de su gran apuesta de la estafa del “proceso de paz” de Santos y las FARC, el fin del mito falaz de Lula y la llegada de Bolsonaro y el naufragio total en el caos y el crimen de sus socios, sí, socios, Maduro y Ortega.

Por eso la socialdemocracia europea ha recurrido a los sucios servicios de Zapatero y el Gobierno español, para limitar daños y buscar una salida en Caracas que no sea el colapso total que arrastre también a Cuba. Se trata de evitar a toda costa que triunfe la libertad.

El triunfo de la libertad y la caída de los comunistas en Venezuela y Cuba, llegaría, como llegó en Europa, solo como un triunfo de Estados Unidos y del Grupo de Lima que así se ratificaría por primera vez en una posición de anticomunismo militante. Eso horroriza en la Unión Europea.

La liberación de toda América, de la pesadilla del cruel experimento con seres humanos que es el socialismo en todas sus vertientes, crearía allí un inmenso espacio de libertad que contrastaría con una Europa maniatada en palabra y obra por una socialdemocracia que todo regula.

De ahí, que hay razón en pensar en que nada pueden esperar los americanos de una Unión Europea cínica, ya muy asustada de las fuerzas que en el propio continente europeo se alzan por la libertad y contra la tiranía amable y de guante blanco socialdemócrata.

Europa intentará evitar que caigan del todo los comunistas en Venezuela y Cuba como quiso salvar el proyecto comunista cubano en Chile en 1973. Si llega a triunfar Allende, hoy Mogherini celebraría el 46 cumple de la dictadura comunista en Chile plagada de hambre y sangre.

La esperanza está en que igual que en América avanzan claramente las fuerzas, con un concepto de la libertad individual y la democracia y por tanto de firmeza anticomunista, en Europa la socialdemocracia —de todos los partidos del consenso— ha entrado en su crisis terminal.

Europa va a cambiar, gracias a los movimientos que combaten la permanente mentira de la socialdemocracia y su propia experimentación social, que ha creado una servidumbre general de sociedades acalladas y esclavizadas por regímenes fiscales y de control enemigos de la libertad.

Hermann Tertsch es un reconocido periodista y escritor español. Cuenta con cinco libros publicados y escribió por varios años en los diarios El País y ABC, este último espacio lo dejó para representar a Vox en el Parlamento de Europa. Síguelo en @hermanntertsch

 Fuente: https://es.panampost.com/editor/2019/09/28/europa-no-perdona-estados-unidos/

 

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