Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Atónito, es la expresión más elocuente para referirse a la tramitación en sala del senado de la reforma previsional.
Estamos frente a un puñado de virtuosos. Pero qué pena más grande, no habernos dado cuenta antes, ya que con esas virtudes cuantos problemas se habría ahorrado Chile. Estos dechados de capacidades que hoy se sientan en los curules del Senado han usado y abusado de la fe pública. Donde sin pudor ninguno vulneran la constitución y las leyes. Acaso lo que han aprobado no es un grave atropello a la norma y espíritu de la Constitución que nos rige, refrendada por amplia mayoría varias veces por el pueblo. Así las cosas, en los argumentos esgrimidos por los “apruebistas” niegan toda referencia a mecanismos de reparto insistiendo en un préstamo de los particulares al Estado .Pero la constitución dice que el Estado está al servicio de la persona y no al revés (artículo 1*inciso cuarto) siendo bajo la norma aprobada un préstamo obligado, es decir una expropiación que se la pagarán a largo plazo y en bonos basura, sin duda alguna. Los senadores “apruebistas” iniciaron un nuevo camino a la subversión completa del orden institucional de la República (artículo 6 inciso 1* de la constitución y artículo 1* de la ley 18948 orgánica de las FFAA). Pero da igual, la constitución la amañan a su regalado gusto ya que la interpretación de la soberanía de su mandato la tienen completamente equivocada.
Aseguradoras internacionales han enviado carta a Boric advirtiendo que la reforma de pensiones es una expropiación de los fondos y que es una flagrante violación de los acuerdos comerciales internacionales establecidos. Esto ha provocado la preocupación del gobierno del Presidente Trump y esta acción absolutamente irresponsable será motivo de un primer encontronazo con el presidente norteamericano. Así van las cosas. Espero que los diputados atinen y rompan la dictadura que se ha impuesto en sus decisiones y voten por separado cada indicación.
Pero antes de profundizar en estas virtuosas consideraciones de los parlamentarios, quiero expresar la gratitud de la gran mayoría de los chilenos que se sintieron respaldados por senadores responsables de su función pública. Responsables del compromiso para el que fueron elegidos y prefirieron rendir tributo a la verdad antes que anteponerla a intereses mezquinos y electorales y votaron en contra de este proyecto que traerá consigo consecuencias graves para el desarrollo de Chile .Senadores que tienen claro que es un Estado de Derecho.
En tanto los virtuosos, dechados de una capacidad cognitiva sólo comparable a los grandes genios de la humanidad que han surgido a través de los tiempos, han sido capaces de leer y analizar 972 páginas de un proyecto lleno de tecnicismos difíciles de entender para la gran mayoría del país. Pero ellos sí han podido hacerlo y en menos de 24 horas aprobar este engendro de mala fe y peor aún, de maldad estructurada por el partido comunista.
Indicarán que todos ellos actuaron ya que están muy bien asesorados y en base a esos consejos e indicaciones votaron en conciencia y responsabilidad. Grave consideración, el pueblo los eligió a ellos para legislar y no a sus incógnitos asesores.
Así está la podredumbre corrupta en el senado de la República, un puñado de políticos marchando al compás de la internacional cuyo bombo cantante lo ha llevado la comunista Jara.
Pero hay algo todavía mucho más grave, aparte de la ignorancia manifiesta de los votantes a favor del proyecto, y es la participación en política de los economistas. Ha pensado Ud. que ellos aplauden esta propuesta ya que permite cambiar el encaje y las AFP retirarán automáticamente 1.860 millones de dólares Ahí está el aplauso de los economistas, algunos de los cuales son directores de AFP.
El país ha sido testigo de cómo esta manga de tecnócratas han destruido la naturaleza del Ser, transformando a la persona en un elemento de consumo que debe moverse solo por los criterios del mercado de oferta y demanda. Ellos han sido los artífices de generaciones sin alma que transitan por la vida solo mirándose el ombligo sin importar el sentido de vivir en comunidad y estructurar una sociedad que busque el bien común y no el bien individual y egoísta.
En su afán mercantilista apoyaron todo cambio de la enseñanza, ya que para ellos esta es y debe ser un negocio rentable, no importando la calidad ya que mientras más ignorantes y sin capacidad de pensar, más fácil es dominar y tecnificar el pensamiento.
Acaso, mi estimado lector, no le ha tocado solicitar una atención en un banco o empresa de servicios pública o privada. Le contesta una máquina que comienza con la letanía: si quiere A marque 1, si quiere B marque 2 y así sucesivamente hasta llegar al número casi infinito. Si se está muriendo marque 50 para que reserve en la morgue.
Cuando ya no existen las posibilidades le indican y si no es ninguna de las anteriores espere en línea. Le tocan un concierto para luego aparecer un “ejecutivo” que luego de dos o tres explicaciones le indica que no corte porque aparecerá una encuesta que evaluará la atención y comienza de nuevo la letanía del 1 al 10 como calificas el servicio (tuteo entre medio) y en rigor en todo esto ha pasado casi una hora. Y su problema por lo general no ha sido solucionado y tiene que asistir presencial a la oficina de su interés. Ahí le dan un número y comienza la espera. 30 escritorios y 12 personas atendiendo. Ud. ha gastado de su tiempo una mañana completa. Ahhh, porque después de las 14 hrs. no atienden público. Para eso está “su asistente virtual”
Así los economistas han recomendado bajar los costos de atención de las empresas, tener menos personal y ofrecer un servicio despersonalizado y carente de humanidad.
En esto no se salva nadie, pensado que el uso del avance tecnológico le facilita la vida al ser humano. Otra monserga acuñada para apagar el valor de las relaciones humanas y favorecer la indiferencia, como a su vez la mediocridad. Ya no se habla, ya no se conversa, ya no se mira, ya no se escucha. Sólo hay capacidad reducida de interacción con un celular, incluida las pocas veces que la “familia” se sienta junta a comer y el celular reemplaza los cubiertos. Suba Ud. al metro o al transporte público y mire el espectáculo. Un cúmulo de zombis hablando solos o chateando. Sinceramente una vida de mierda la que nos han entregado los economistas. Y quien habla de esto como modelo de sociedad, ¿dónde hay un programa de gobierno que aborde las relaciones humanas como factor gravitante en la conformación de una sociedad sana? Nadie dice nada.
Esto que planteo no significa negar absolutamente el uso de la tecnología, pero para disfrutar de sus ventajas es importante usarlas en forma responsable y conocer sus limitaciones y consecuencias.
Nadie en su sano juicio puede negar los efectos positivos como por ejemplo el mejoramiento de la eficiencia en el transporte, la producción y el trabajo, permitiendo acceso a más información y servicios, mejorando la comunicación a través de rápidos e instantáneos mensajes. Ayuda en las tareas cotidianas como pagar cuentas o facturas. Permite tener acceso a telemedicina con lo que mejora la atención de salud etc. etc. Pero sus efectos negativos pueden llegar a ser perversos, tales como la generación adictiva, lo que lleva irremediablemente al aislamiento social. Los problemas de seguridad cibernética son de gran magnitud e impacto, tanto en la soberanía nacional como en la economía. La brecha digital deja al margen a una masa no despreciable de habitantes. Como a su vez el aumento del desempleo, como consecuencia de la automatización.
Pues ellos, los economistas, son los responsables de no regular los efectos negativos en la sociedad en beneficio de la maximización de utilidades.
Son los que en su gran mayoría aplauden estas iniciativas como la reforma previsional, ya que seguramente en sus sesudos cálculos han predicho que en 40 años más las variables económicas serán más favorables para un señor o señora que hoy tiene 60 años.
Pareciera una tira cómica el devenir de la patria con estos apóstoles del mal. La mayor desgracia que puede terminar de agobiar a la nación es que los economistas gobiernen.
La senadora Rincón dijo una gran verdad: legislar apresuradamente no solo es irresponsable sino que es repetir errores como el proyecto del transantiago. Esto es mucho peor. Con ese proyecto Ud. tuvo que caminar más. Con este Ud. vivirá al final de su vida en la miseria. Los políticos han condenado a Chile. Finalmente, que prefiere Ud. ¿qué le suban en 25 mil pesos la PGU, en dos años más, o perder todos sus ahorros en el momento de jubilar? Así lo acaban de advertir aseguradoras internacionales .Pero todo esto ha ocurrido por un conciliábulo secreto entre Matthei y Boric.
¡Qué tal !!!
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