Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Un país que está atravesado una crisis de punta a cabo debe terminar de raíz, con el lenguaje políticamente correcto y llamar a todo tipo aberración jurídica, a todo delito de la naturaleza que sea, por los verdaderos nombres que la gente entiende sin disfrazarlos con ningún eufemismo.

Llegarán los tiempos en que se impongan las reglas correctas del lenguaje. Llegarán los tiempos en que el lenguaje inclusivo sea borrado de un plumazo de nuestra normal convivencia. Llegará el tiempo en que se imponga la belleza y barreremos con el arte mamarracho ideológico, que no solo es un cartel de propaganda concientizante, es además una afrenta a los criterios históricos de la estética.

Llegará el momento en que las familias sean solo conformadas por un hombre y una mujer, como padres y madres que traen al mundo hijos producto del amor y el compromiso trascendente.

Llegará el momento en que las minorías serenen sus intereses y se integren a la sociedad como personas inteligentes usando su capacidad intelectual y creativa para ponerla al servicio de la comunidad y no para destruirla argumentando derechos que solo existen en las mentes ideologizadas que los han usado, pasando como aplanadora por sus derechos humanos.

Llegará el tiempo en que el valor de la vida sea el derecho más importante del ser humano y la dignidad de la mujer debe volver a radicar en su condición de persona y no en derechos o atributos que posea.

Llegará el tiempo en que el pueblo entienda lo que es la identidad nacional y la soberanía nacional y abrace nuevamente nuestras más ricas tradiciones que nos han hecho un pueblo valiente, noble y orgulloso del legado histórico y rindan tributo a quienes nos antecedieron y las generaciones jóvenes conozcan su pasado histórico.

Llegará el momento  en que sin temor volvamos a usar parques, plazas y jardines donde jugarán tranquilos nuestros hijos y donde las mascotas tendrán la oportunidad de ser tratadas como tales con el cuidado y cariño que se merecen pero no como seres humanos ya que la diferencia es infinita, terminando con la acepción de seres sintientes.

Llegará el momento en que en cada colegio público o privado vuelva a reinar el conocimiento, el respeto a la autoridad y se reincorporen a la formación las humanidades para hacer posible que nuestros jóvenes cultiven un espíritu crítico y reconozcan la importancia de la razón para diferenciar con claridad el bien del mal. .En que las universidades dejen  de ser el supermercado de las variedades fabricando estudiantes indiferentes a la sociedad que viven desarraigados de la responsabilidad colectiva. Llegará el momento en que las universidades retomen la senda de la Universitas y entreguen a la sociedad los más elevados conocimientos del saber.

Llegaran los tiempos en que los empresarios pensarán en el desarrollo de Chile y no actuarán como bolicheros buscando solo la maximización de sus utilidades, saltándose todos los parámetro éticos y vuelvan a considerar al hombre en su verdadera dimensión del Ser y no como un individuo sujeto solo a la oferta y la demanda, mirándolo como un simple consumidor.

Llegaran los tiempos en que se vuelva a considerar como fundamental en la existencia humana el valor de la trascendencia y coloquemos a Dios en el centro de la vida, cualquiera sea la religión que se profese.

Llegaran los tiempos en que las instituciones de las FFAA, carabineros y la PDI comprendan que no son estamentos estancos de la sociedad; viven y se deben a ellos y que reconozcan que por miedo y por dejar de ser militares dentro de las instituciones, han dejado de responder a su obligación constitucional de defender el estado de derecho y devolverle a la ciudadanía el orden social que se merece para desarrollarse material y espiritualmente. Volverán a recuperar el sitial de hacer patria no con postgrados ni postítulos, sino recuperando la admiración del pueblo.

Llegará el momento en que erradiquemos a los parásitos políticos que creyendo que la ignorancia del pueblo es un mal permanente, han abusado de la representación “democrática” no solo para usufructuar del poder sino para robar a manos llenas, unos directamente, otros dejando hacer por más de 30 años.

Todo lo mencionado son las esperanzas de un pueblo cansado del abuso, cansado de ver la vergüenza desatada de las autoridades. Del caso de las fundaciones, con democracia viva incluida, del robo de computadores y caja fuertes de Jackson, de la pérdida de las pruebas de Jadue y Monsalve, de los más de 100 autoridades comunales formalizadas por corrupción.

Seguimos entre otras cosas con la casa de Allende y la vulneración flagrante de la constitución. Con las dudas sobre el  tribunal constitucional por su composición ideológica. O con el robo a mano armada a las pensiones de los jubilados chilenos vulnerando el derecho de propiedad, también consagrado en la constitución.

Llegamos a una noticia que pone un remanso de tranquilidad ya que al terrorista Llaitul lo condenaron definitivamente por terrorista, mostrando las pruebas necesarias que lo vinculan como el cabecilla de una red terrorista que asolaba la zona macro sur. Cumplirá pena efectiva de 15 años bajo las rejas.

Pero hay otra cosa que remece las conciencias .La Cámara de Diputados y el gobierno premió a María Alejandra López Barrera o conocida delictualmente como Rodrigo Alejandro López Barrera.

En el año 2004 trabajaba en la Torre 10, un burdel de la calle Papudo 36 de Los Andes. En ese lugar la “loca María”, cómo se conocía en el sector  cometió un crimen abominable, encerrando a un niño de 14 años contra su voluntad, desvistiéndolo, abusando de él y contagiándolo con VIH. El niño gritaba llamando a su madre que trabajaba en ese lugar. Sin poder ser socorrido.

La justicia condenó a Rodrigo Alejandro López Barrera a 15 años de cárcel. Salió en año 2019, ya convertida en María Alejandra López Barrera y viviendo en San Felipe, se le acusó de tener un clandestino en avenida Chacabuco. Pero López Barrera el 2024 fue premiada por crear un comité de vivienda Trans, la cual es financiada por el Estado.

Estado al que no le importa aplaudir y premiar a un pedófilo  y, por increíble que parezca, este delincuente tiene su papel de antecedentes limpios ya que al cumplir la condena se borra del sistema como tampoco queda en el registro de pedófilos.

¿Comprenderá ahora, señor, señora, por qué expreso que llegará el momento de limpiar Chile?

¿Comprenderá que no puede seguir existiendo una camada de diputados y un gobierno que en beneficio de imponer la ideología de género, no repare en los graves delitos  cometidos por sus asociados y los premie con su DINERO?

Diga BASTA y difunda los horrores que se comenten en beneficio de la revolución progresista.

¿Y qué dirá Evelyn Rosa, si fue una de las primeras en izar la bandera de la diversidad sexual?, no lo olvide, que no  lo compren por imbécil y lea bien ¿a quién cree que eligió en su comando para dirigir la ideología de género?... a Marcela Sabat, política reconocida por su cercanía en la defensa de esta ideología progresista.

No se equivoque, la Evelyn Rosa no es Chile. La unidad de la derecha es absolutamente necesaria, pero sin ella.

.