Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Todo hacía presagiar que durante estas semanas los incumbentes en política estarían abocados a los resultados de las elecciones de segunda vuelta de gobernadores. 

Sin embargo todo gira en torno al escándalo mayúsculo del ministerio del interior y a otros que se van sumando y que han dejado al gobierno agónico y en estado terminal.

Se busca la forma más elegante, con las tiras que le quedan, de salir bien parados del asunto, pero por más esfuerzo en vestir bien la mona, mona se queda.

Un cambio de gabinete que sería para dejar libres a aquellos ministros y subsecretarios que tienen interés en mantenerse disfrutando del poder pero ahora desde una “representación popular “se frustró ya que el presidente no se los permitió y se cumplieron los plazos… inexorablemente se quedarán sin pan ni pedazo.

Pero la señora Tohá es la guinda amarga de la torta ya que por un lado el señor Presidente no la quiere sacrificar y ella misma no se quiere ir. Le gusta el oficio de mentirosa, cómplice y encubridora de un delito de tan grave magnitud que su gobierno está paralizado y como la oposición padece del mismo mal, locura, no se ponen de acuerdo para sacarla por 5 años al menos del ruedo político donde tanto daño ha hecho.

Transcurrido un par de meses, todavía se recuerda la frase “Lelos de asombro, quedaron los abogados de la subsecretaría del interior cuando vieron en su WhatsApp la portada de la segunda.” Esto dicho por boca de una señora que siempre está invitada al cargo que sea, pero en la Moneda  y que al ver el aluvión que venía pensó: soldado que arranca sirve para otra vez y renunció.

La Orellana, una activista a cargo del engendro llamado ministerio de la mujer e identidad de género sigue en estado de pataleta permanente. Se ha arriado la bandera del feminismo, el símbolo que les quedaba como slogan de gobierno. Tan violento ha sido el impacto que enmudecieron hasta las Tesis, que ya no cantan un “violador en tu camino” y han dejado de mostrar el culo.

En este punto yo debería pedir perdón por muchas de las columnas anteriores en que he hablado de historia, de filosofía o del análisis coyuntural de la conducta política explicando la utilidad de lo inútil. Temas profundos con el propósito de no perder de vista el manto que viene cubriendo nuestro espíritu y matando nuestra alma nacional.

El globalismo de izquierda y de derecha, representado por todos los políticos, pareciera ser que para la población no es un problema, la agenda 2030 con sus diabólicas formas de controlar la naturaleza del Ser no interesan.

Por tanto parece que dichas reflexiones están destinadas a un pequeño grupo, que razona. La gran masa está pendiente del show que tiene como rutina el descrédito de la función pública en todas sus formas e intereses.

El atractivo por ostentar el poder y llegar a gobernar desde el malgastado sillón de O’Higgins ha tenido protagonistas de antología .Llegó a gobernar un individuo con serios problemas psiquiátricos, cuyo médico tratante se dedica a pintar fachadas con brocha gorda y con los dineros  que sus “amiguis” le ha otorgado desde distintas reparticiones para que éste, entre brochazo y brochazo, invente un proyecto de su fundación Procultura y le meta la cuchufleta al hoy reelecto  gobernador de la región metropolitana, el globalista de izquierda que sin más le asignó 1.700 millones para conocer la salud mental de los habitantes de esta región. Nada de eso importó y lo han reelegido. Así, si razonamos, no se necesita tanta plata para el estudio de la población, las muestras objetivas de trastorno están a la vista.

Los ejemplos sobran y uno de ellos son las encuestas del comportamiento electoral de la población. Estas arrojan que quien tiene la mejor imagen y posibilidad de ganar una presidencial según el manejo comunicacional, es una señora con serios problemas de ajuste psicológico, que ha usufructuado de la política por casi 40 años, que baila con los animadores de TV, que habla con la perra Kuki, que se hace ropita casera y se abraza con los comunistas encontrándolos “lo más amor que hay”

A nadie le importa conocer que en su gestión de alcaldesa destruyó con fervor y maldad un patrimonio arqueológico y artístico de enorme relevancia, tapando con tierra un museo que alberga uno de los patrimonios históricos más significativos de nuestra historia colonial, como a su vez y en otro despropósito autorizo y sacó de escena 14 esculturas cuya materialidad era mármol de carrara y que representaban los bustos de los grandes compositores de la música clásica. Lo he explicado y contado hasta la saciedad pero a nadie le ha importado absolutamente nada. Sólo miran desde su estado de confort que una política sin principios y valores sólidos que cambia 10 veces de opinión en 10 minutos y que se declara públicamente de izquierda, podría ser el mal menor para detener el progresismo neo marxista.

Quedándose con una explicación simplista e ignorante ya que quienes ella tuvo a cargo del “patrimonio comunal” sostuvieron que las esculturas indicadas constituían un peligro por el peso físico que representaban. Locura suma, sobre dicha terraza de acceso al edificio, cuando ahí se hacía verdadera  difusión cultural con grandes manifestaciones artísticas, se paraban cientos de personas a esperar el turno para entrar a ver las exposiciones. Cuando los cánones culturales han cambiado violentamente y ya no se congregan cientos de personas a ver manifestaciones artísticas nacionales e internacionales ¿cuál sería el peligro que representaban?, de ser cierta la justificación del destrozo. Simplemente locura, de la mano de quien locamente, durante cuatro décadas, ha participado del servicio público. Ambos hechos pesan como legado en la nueva autoridad ya que no puede justificar la historia de la estupidez humana.

Bueno, esta clase de personas con disturbios conductuales quiere llegar a sentarse a la moneda.

Pero la nota fuera de toda previsión (y claro, para el razonamiento lógico) vino de parte de un locutor de radio que mientras no deja de hablar e interrumpir a sus invitados, para escucharse sus ignorancias, se ha auto proclamado candidato presidencial y participa en cuando show político mediático dando sus deschavetadas opiniones. La última, justificando la legalización de 180 mil inmigrantes llégales, argumentando entre otras cosas que dichas personas llegan a Chile haciendo un servicio de cambio cultural de nuestra sociedad. Tamaña estupidez viene de la mano con las declaraciones de sus empleadores, los ejecutivos de grandes consorcios empresariales. Planteamiento también coreado, apoyando de paso al gobierno, por la autoproclamada veterana candidata. Pero la gente ha olvidado que este individuo pretencioso insultó a los chilenos que no estaban dispuestos a apoyar el proyecto constitucional ideado y apoyado por las élites políticas. Pero da igual, sigue parloteando en radio y cuando oficia de cómico, en distintos escenarios, pues este individuo pretende también ser opción presidencial. De verdad ¡Chile enloqueció!

Así está Chile, a todos los problemas generados por locos se agrega que este característico comportamiento político pareciera ser que será rotativo, como en los en antiguos cines, a la hora que te dé la gana de entrar verás la misma película: la de los locos globalistas de izquierda o de derecha proclamando las mismas ideas: cambio climático, identidad de género, paridad, sustentabilidad, derechos preferentes de los niños a cambiar de sexo y de desobedecer a sus padres. Romper con las tradiciones, la familia, el orden y el estado de derecho. En definitiva guiados por la locura colectiva, destruir 500 años de historia para reconstruir una sociedad de esclavos y, lo peor, dirigidos por locos clínicamente enfermos.

No se escapa nadie ni menos aquellos que pretenden ser candidatos a algo. Lo alarmante es que son elegidos por el pueblo para luego ser formalizados y presos por corruptos o sinvergüenzas.

Le parece a Ud. Que tenga derecho a que le digan loca o loco por no tener más opciones que votar por este gallinero de dementes. No se equivoque, la opción la tiene: la derecha y la izquierda son lo mismo, Globalistas, entonces no se caliente la cabeza résteles representación y en su momento anule su voto, si ANULELO. Contribuirá con ello a dar sensatez y a sumar voluntades para que en su momento saquemos de cuajo a los políticos de todos los sectores, más ahora que con un nuevo intento constitucional pretenden generar en Chile las condiciones para una dictadura partitocrática.

No se confunda con el cuento del mal menor Entienda que hoy no hay diferencias programáticas entre centro derecha e izquierda, en todas sus formas.

Le mienten cuando le dicen que el mal menor evita la violencia. ¡Falso! La violencia no solo es destrucción material, también lo es espiritual. La derecha dice no usar la violencia como medio de lucha política pero está de acuerdo con el aborto, la economía sustentable, el cambio climático, los encierros por falsas pandemias y lo fundamental, transforma al hombre solo en un consumidor y con ello le roba la voluntad de elegir.

Entonces no elija a sus verdugos, repúdielos y ayude a salvar las generaciones futuras. Déjeles de herencia esperanza. Y una última reflexión basada en el género que en la literatura se conoce como “tragedia”.

Las tragedias se desatan por mano humana, aunque sus personajes maldigan al destino e incluyen una sucesión de vicisitudes inexorables.

¿Chile es protagonista de una tragedia continua, o de una secuela de ellas que se repiten invariablemente en el ciclo de cada gobierno? Los reiterados calvarios políticos, económicos y sociales que vivimos parecen responder a ese mecanismo. Personajes en el poder toman decisiones que desatan una sucesión de acontecimientos cuyo final es sabido y anunciado para cualquiera que los observe en perspectiva, pero que esos personajes, presos de la hubrys (soberbia), se empeñan en ignorar hasta que el caos se los lleva puestos (si bien no siempre los lleva presos). Dejan un tendal de víctimas y un escenario social, político económico y moral arrasado.

Sin embargo, cuando se repasan los actos de hoy y cuando un chofer destapa la olla o una ministra hace un papelón risible, más que tragedia, Chile parece el nombre de una ópera bufa. Este género nació hacia el siglo XVIII como alternativa a las versiones operísticas de las grandes tragedias. Presenta historias farsescas, con personajes burdos, lenguaje chabacano y situaciones risibles. Su fin es el de descomprimir los sentimientos trágicos inspirados por los clásicos, desde los tres grandes griegos en adelante. Solo que, en Chile, únicamente ríen algunos inconscientes pertenecientes a las élites acomodadas que los votan, mientras el resto de los presentes vuelve al temor y a la inseguridad, a la espera del próximo estreno de óperas bufas y tragicómicas con los mismos personajes ya que por ahora el elenco es estable.

Al cierre de esta columna, una noticia en desarrollo golpea al Frente Amplio: el Fiscal de Antofagasta pide el desafuero de la diputada del FA, Catalina Pérez, la impoluta de Boric. Ya van dos, una internada por problemas mentales y esta última por “manitos largas”.

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