Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Duerme tranquila,
Niña inocente,
Sin preocuparte del bandolero,
Que por tu sueño dulce y sonriente
Vela tu amante carabinero


 Es una de las estrofas que se oye interpretar en ceremonias, desfiles y conmemoraciones de esta importante institución que ya está a punto de alcanzar el centenario al servicio a la nación.

Hoy su acción se ve duramente cuestionada por quienes pretenden refundar la Nación y destruir la República, amparados en su acción por la coacción descarada de organismos internacionales que hoy imponen sus reglas y leyes por sobre el interés nacional, atropellando nuestra soberanía.

La culpa de ello no la tiene el chancho sino quienes le han dado el afrecho. Desde hace mucho los gobiernos liberales de izquierda han hipotecado la dignidad nacional a organismos internacionales de toda especie y muy especialmente a organismos de DDHH cuyas ONG y otras instancias funcionan en Chile como si fuese su sede matriz.

Hoy día no hay espacio en medios de comunicación radial y o televisivo que no esté cruzado por la monserga de los DDHH y se ha convertido en mantra del discurso político de todos los sectores.

Los derechos humanos son en su conjunto una serie de consideraciones de los cuales hace uso la persona para su bien material y espiritual, expresando a través de su ejercicio su plena libertad y alcanzado con ello los niveles de dignidad e identidad en el entramado social donde está inserta.

Gonzalo Ibáñez en un reciente artículo clasificaba estos derechos diciendo que al primer grupo pertenece “el derecho a la vida, la integridad física, la alimentación, la salud, la educación, la vivienda etc. Y en segundo la libertad de expresión, trabajo, de circulación etc.”

Sin duda que el discurso políticamente ideologizado olvida que los DDHH son consideraciones aplicadas al individuo en cuanto persona y respetando ampliamente su cosmovisión natural del Ser único, irrepetible y trascendente.

Si así consideramos el respeto a los DDHH tenemos que advertir que solo funcionan cuando el SER es capaz de organizarse y vivir en comunidad. Su naturaleza gregaria obliga a ello y a luchar por que cada proceso de su perfección apunte a la satisfacción básica de dicha comunidad. Teniendo presente que en dicha comunidad existirán las naturales diferencias provenientes de su inteligencia, carácter, espíritu de superación y voluntad de construir identidad. Así se forja una Nación, con el compromiso de todos y no con la individualidad ni mucho menos ella expresada como ideología política al servicio de una causa espuria que segrega y discrimina por la sola acción de pensar distinto.

La nueva interpretación de nuestro ordenamiento jurídico que garantiza el pleno ejercicio del Estado de Derecho, herramienta sólida que permite dar organización al Estado, está causando un daño alarmante .Cuando oímos a un grupo de vociferantes dar sentido torcido a la función para la que fueron elegidos al interior de la circense Comisión Constituyente y donde funciona una comisión de DDHH que ha dado la nota alta en estos dos meses de implementación.

No hay noticia de orden nacional que no esté gatillada por los desmadres de sus componentes.

Sin ir más lejos hace algunos días se suspendió la reunión de la comisión para que la hechicera que la preside pudiese asistir al teatro municipal donde la Alcaldesa comunista les había preparado un recibimiento pseudo-cultural. Digo pseudo ya que la utilería de tramoya utilizada era una serie de elementos como trapos colorinches adornando el escenario, faltó la ruca con la humareda para que las hechiceras homenajeadas se sintieran en su hábitat y no le violentaran sus DDHH en un lugar en que sobre sale una gigantesca lámpara de lágrimas que por cierto ellas confundieron con Antu Kuyen para que en su cabeza funcionara la ideología.

Bueno, esa hechicera que preside la comisión en comento fue procesada justamente por atentar contra el más fundamental de los DDHH el derecho a la vida y sus secuaces quemaron vivos al interior de su casa a un matrimonio de ancianos agricultores de la “macrozona”.

La justicia determinó absolver a 11 individuos sindicados como participantes de este horrendo crimen y entre ellos a la hechicera:

"La prueba aportada es insuficiente del carácter terrorista del ilícito. No fue posible acreditar la existencia de un plan elaborado y coordinado destinado a compeler a los agricultores a hacer abandono de sus predios (…) Tampoco la intención de causar temor en la población o parte de ella", dice parte del dictamen “

Los antecedentes que hoy recibe la prensa de los hechos que ocurren en dicha zona, de los crímenes cometidos, de las jóvenes asesinadas hace algunos días y del terrorismo imperante en caminos y carreteras “no tienen la intención de causar temor en la población“ si nos referimos a los criterios del juez de garantía que absolvió a los sindicados, siendo una de ellas presidenta hoy de la Comisión de DDHH de la Constituyente .

La misma comisión que en días de esta semana ha arremetido una vez más contra Carabineros de Chile acordando:
La Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional aprobó sustituir a Carabineros de Chile por otra institución, en una medida que debe pasar primero por el pleno de la Sala, aunque algunos miembros ya advierten la inconstitucionalidad de la propuesta.

En una jornada que se inició el viernes y se extendió hasta las 4:00 de esa madrugada, la comisión votó a favor de la propuesta de reemplazar la figura de Carabineros por otra policía que sea dirigida por civiles y se ajuste a la doctrina de los derechos humanos.

Cómo ven ustedes, en un acto absolutamente inconstitucional se arrogan el derecho a una acción de esta naturaleza, eliminando un organismo del Estado que protege a la Nación y a su seguridad

¿Qué más evidencia del totalitarismo imperante quiere Ud. escuchar y ver para reaccionar?

Se imagina a la Hechicera Linconao siendo la generala de las milicias populares que resguardarán su seguridad .Acuérdese que si no hace o piensa como ella se expone a morir en la hoguera de su propia casa.

¡Hasta cuando barren con nuestra dignidad!!!

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