Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


La delicada situación política económica y social por la que atraviesa Chile requiere de un análisis profundo y de acciones concretas.

El país desde el 18 de octubre del 2019 inicia una escalada violentista al cual el sistema político imperante no pudo controlar aplicando para ello las disposiciones legales que el ordenamiento jurídico dispone.

El grave quebrantamiento del Estado de Derecho y la carencia de liderazgos políticos fuertes, condujeron por un camino donde las minorías perfectamente organizadas impulsaron un proceso constituyente del cual hoy vemos sus inicios con actitudes refundacionales inaceptables.

Lo anterior se ha visto agravado ya que los sectores siempre afines a las ideas de una sociedad libre mantuvieron silencio y complicidad, pensando que la sola prosperidad de amplios sectores de la población sería la barrera suficiente para contrarrestar el descontento de las minorías. Esto no fue así ya que durante largos años fuimos siendo bombardeados con conceptos ideológicos que pasaron a ser parte del lenguaje colectivo de las grandes mayorías, impulsados sin duda por los medios de comunicación especialmente la televisión abierta vehículo de concientización permanente y audaz y la irrupción en los centros de formación educacional del país de profesores y académicos comprometidos con el sistema ideológico que hoy ya cobra sus beneficios.

Este lenguaje permite hoy escuchar en el foro nacional términos como multiculturalismo, ideologías de género, concepciones de la vida relativizantes etc.

Todo ello apunta a expresar una crisis del pensamiento metafísico moderno, deslegitimando toda concepción de la naturaleza del ser y su significado y trascendencia, como el valor de la historia, la ética y la religión.

Este profundo impacto de las ideologías posmodernas ha sido el caldo de cultivo para iniciar en Chile un proceso de cambios que hoy estamos conociendo como proceso refundaciónal.

Frente a lo anterior hacemos un llamado a las grandes mayorías silenciosas, a quienes desilusionadas del acontecer político, desencantadas de la fe pública y atemorizados por la amenaza de los sectores de ultra izquierda que tienen a amplias zonas del territorio nacional bajo el imperio del narcoterrorismo, a asumir un rol activo en la defensa de los valores esenciales de nuestra Alma Nacional. A sentir con el corazón inflamado por el grito de Prat “mientras yo viva nuestra bandera flameará en su lugar” no permitiendo que sectores ajenos a nuestra identidad nacional borren nuestros símbolos patrios, nuestra historia, la de muchos de nuestros antepasados que con su vida forjaron Chile como una nación señera en el contexto iberoamericano y mundial.

Cuando el peligro asecha es cuando las grandes voluntades se reúnen y llaman, como ya ocurrió en el pasado, a una gran Resistencia Nacional por sobre intereses partidistas, por sobre caudillismos electorales, a conformar el gran movimiento de unidad nacional para defender y salvar la República.

Nos lo demanda el presente como también el juicio de la historia que se escribirá para vergüenza de nuestras generaciones futuras, que serán esclavas de un mundo sin esperanza. Es hora de actuar con la misma valentía de los héroes de la Concepción.

¡Únase a nuestro llamado!!!

.