miércoles, 26 de julio de 2017
Hermógenes Pérez de Arce
En la universidad contaban de un tipo que quería deshacerse de su señora y pidió consejo a sus amigos. Uno le dijo que si tenía relaciones con ella cuatro veces al día, con seguridad se iba a morir en dos semanas. Cuando quedaba un día para que se cumpliera el plazo se encontraron el consejero y el marido, que estaba tan deshecho que parecía un zombi; el primero le preguntó cómo le había ido con el plan, y el segundo le contestó: “Se ha cumplido, pero ella está feliz porque no tiene idea de que se va a morir mañana”.
Este blog ha dedicado sus últimas ediciones a un tema importante, que no ha tratado ningún otro medio de comunicación: la inminente formalización de Sebastián Piñera en el proceso por facilitación de facturas falsas a SQM y otras empresas con el fin de conseguir financiamiento electoral, en el que ya está formalizado su hombre de confianza, encargado electoral de su campaña de 2009 y ex gerente de Bancard, Santiago Valdés. En procesos similares ya están en proceso de formalización los senadores Pizarro y Rossi, por facilitación de facturas por $45 millones cada uno. Ambos tenían la misma responsabilidad que Piñera: beneficiarios de la recolección ilícita de fondos para sus respectivas campañas por parte de dependientes o hijos suyos.
He argumentado que si se tiene en cuenta que Giorgio Martelli fue condenado por el mismo delito de facilitación de facturas falsas para fines electorales por $363 millones, a la pena de cuatro años de presidio remitido, que es “pena aflictiva” (mayor de tres años y un día), siendo el monto de las facturas, en el caso de Piñera, muy parecido ($366 millones), su formalización también sería por un delito merecedor de pena aflictiva, lo que acarrearía la suspensión de su derecho a sufragio, de acuerdo a la Constitución. Y como para ser Presidente de la República se requiere tener derecho a sufragio, su inscripción como candidato sería inadmisible y el Servel debería rechazarla. Chile Vamos se quedaría sin candidato.
Pero si alguien me pregunta cómo va mi caso contra Piñera, yo tendría que contestarle lo mismo que el marido en proceso de deshacerse de su señora: está muy bien, porque no tiene idea de que no podrá inscribirse como candidato.
El otro día un lector de este blog me contó que había oído un comentario del analista político Mirko Macari en que informaba que el futurólogo Ayún, que ha predicho varias cosas que después sucedieron, anunció que en agosto habría en Chile un “terremoto político”. Coincide con la inminente formalización de Piñera por un delito merecedor de pena aflictiva.
La unanimidad de las personas que se han enterado de mi predicción -–fundada exclusivamente en el análisis de hechos judiciales y normas legales y constitucionales-- sostiene que Piñera es “too big to fail” y nada le va a ocurrir, pues tiene todo controlado, cooptado y comprometido en su favor. Las leyes que se les aplican a otros “not too big to fail”, como Pizarro y Rossi, no van a regir para él. Ya en el pasado algunos que hacían las mismas cosas “iban para adentro” y él, en cambio, no (aunque sí lo encargaron reo, “y no por lindo”, antes de “zafar”).
He sido el único opinólogo del país (y este blog el único medio informativo, además de los diarios “Chile Informa” y “Estrategia”, el primero me reproduce y en el segundo mantengo una columna) en anunciar la inminente formalización de Piñera y las consecuencias políticas que ella traerá consigo. Y no he encontrado a nadie que concuerde con mi predicción. Todos creen que, con su inmensa fortuna, no se mueve una hoja ni en la prensa ni en los tribunales sin que él lo permita.
Y yo respondo con un antiguo refrán: “Para verdades, el tiempo”. Cuando pase agosto, veremos si ha pasado agosto.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/
.