21 DE MAYO DE 2022
Hermógenes Pérez de Arce
En 1980 la Constitución fue aprobada en un plebiscito en que un 62,5 % votó "Sí" y un 34,82 % votó "No". El historiador Gonzalo Vial escribió al respecto: "...la holgada y libre victoria del "Sí", como verdad general, sólo podía negarse por obcecación" ("Pinochet", tomo II, p. 423).
Se recortó la cédula de identidad de cada votante para evitar el doble sufragio.
En 1989 la oposición a Pinochet y éste negociaron reformas a la Carta, que fueron aprobadas en un plebiscito que cumplía todas las exigencias puestas por los opositores. Resultado: triunfó el "Sí" con 91,25 % de los votos.
Una ratificación contundente. Similar a la legitimación de un hijo por matrimonio posterior de los padres. Más parecido a la Casa de Todos era difícil.
Pero en 2005 el presidente Ricardo Lagos propició nuevas reformas para llegar a esa meta, y según él, la alcanzó. Pues la mayoría aplastante de los representantes de todos en el Congreso las aprobó. De modo que cuando las promulgó, Lagos pudo decir que teníamos "una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile. El nuevo texto constitucional se pone a la altura del espíritu de TODOS los chilenos y hoy EL PAÍS SE UNE tras este texto constitucional" (mayúsculas mías).
Entonces no me parece errado ni exagerado decir que ya estamos viviendo en LA CASA DE TODOS. Luego, hay que marcar "Rechazo" a la propuesta de otra Constitución que ya no va a ser DE TODOS.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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