23 DE AGOSTO DE 2021
Hermógenes Pérez de Arce
Después de una etapa de enorme pesimismo acerca del futuro del país, la evolución más reciente de los acontecimientos me ha traído a otra en que estoy invadido de una gran tranquilidad y miro con optimismo el mediano plazo.
Pues, sin darse cuenta, los destructores del "milagro chileno" (es decir, de los mejores treinta años de la historia del país, de la sociedad libre, del modelo de democracia protegida, estable, pacífica y próspera que nos legara Pinochet no sin antes imponer la justificada medalla "Misión Cumplida" a sus más próximos colaboradores; de una Araucanía feliz de formar parte del solar patrio, tanto que sus principales caciques imponían al Presidente la condecoración de "Ullmen F'ta lonko", es decir, "Gran Conductor y Guía") sin darse cuenta esos malos elementos han abierto paso a la salvación de la República y posibilitado la elección como Presidente de José Antonio Kast a fin de año.
Pues casi un milagro ha ocurrido y las corrientes más negativas y aciagas de la nacionalidad (léase el piñerismo, los kerenskys chilenos y el marxismo) se han confabulado para hacer posible que "la caballería venga al rescate" y al fin de 2021 se elija un Presidente de derecha, capaz de salvar a la sociedad libre y preservar todo lo que en un momento dado parecía irremisiblemente perdido.
En efecto, el infausto "Apruebo", con un 78 % de los votos, arrojó al país más exitoso de América Latina, al cual la mayoría de los fugitivos de las penurias del socialismo querían venirse a vivir, a un estado de completa incertidumbre, de derroche sin freno de sus reservas y endeudamiento imprudente. Esto anunciaba ruina. Pero como "Júpiter ciega a quienes quiere perder", según decían los romanos, la turbamulta piñerista-kerensky-socialista-comunista se ha dividido en innumerables candidaturas presidenciales, en términos de que en este momento el 22 % del "Rechazo" salvador tiene un solo heredero y candidato presidencial, mientras en un confuso revoltijo los del "Apruebo" se disputan el 78 % restante representados por una variopinta mazamorra de candidatos (Sichel, Boric, Provoste, ME-O, Ancalao, Parisi, Lorenzini, Artés y un largo etcétera que puede llegar a la treintena) y subdividirán ad infinitum la opción triunfadora del plebiscito, convirtiéndola en minoría relativa frente a la unidad representada por el "Rechazo" y su cohesionado 22 %..
Luego, la probabilidad de que José Antonio Kast, como único personero del "Rechazo", termine siendo primera mayoría relativa en la primera vuelta presidencial es alta y su paso a la segunda puede mirarse como seguro. Una vez en ésta, seguramente se enfrentará a Boric como más genuino exponente de la izquierda marxista, según anticipan las encuestas.
Históricamente Chile ha elegido siempre a un derechista cuando ha estado en peligro de caer en el socialismo. Tras la República Socialista de 1932, eligió a Arturo Alessandri para que reordenara el país, cosa que hizo. Tras un nuevo desorden del socialismo de los radicales (1938-1952) eligió ampliamente a Ibáñez, ex dictador de derecha (1927-31) y ex candidato de la derecha (1942). Tras la asonada comunista en su contra del 2 y 3 de abril de 1957, el pueblo eligió a Jorge Alessandri en 1958. Luego, entre la alternativa marxista de Allende y la DC de Frei en 1964, eligió también a esta última, gracias al apoyo de la derecha; y en 1973 la camaleónica DC se unió a la derecha para pedir a los militares poner término al experimento marxista de Allende.
Luego, tras las asonada piñerista - kerensky - marxista iniciada el 15 de noviembre de 2019 contra la sociedad libre, no será de extrañar que otra mayoría apoye al único candidato de derecha, una vez más, al final de este año.
Ha sido siempre históricamente así y el convencimiento que tengo de que el país se volverá a salvar, una vez más, del comunismo, eligiendo a José Antonio Kast, me tiene invadido por una gran tranquilidad.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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