11 DE FEBRERO DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


La izquierda tiene objetivamente perdido el debate de las ideas, pero cuenta con el apoyo de la mayoría, y es con ésta que se ganan las elecciones. 

Si prevaleciera el triunfo de las mejores ideas, en el plebiscito de salida de 2022 ganaría el Rechazo y así se haría "borrón y cuenta nueva" de todo lo negativo de este intermedio violento que nos ha sucedido y nos ha semidestruido desde el 18 de octubre de 2019. Y, dentro de lo mejor que nos podría suceder, estaría que a fines de este año se eligiera presidente al candidato más parecido a Pinochet, quien en 1990 entregara de vuelta a los civiles el país de mayor crecimiento en América Latina, con orden público y paz interna, un terrorismo marxista derrotado, una justicia que aplicaba las leyes y cero conflicto en la Araucanía, región feliz cuyos caciques habían premiado a Pinochet con el pergamino de "Ullmen 'Fta Lonko" ("Gran Conductor y Guía").

La derrota de las ideas de izquierda se evidencia, además, viendo que millones de personas huyen de la pobreza de los países donde aquéllas se aplican (Venezuela, Cuba, Nicaragua) a naciones donde prevalece un modelo de sociedad libre, preferentemente Chile.

La falsedad de que acá existe "malestar social", como proclama la izquierda, se evidencia con que los pobres de otros países vienen a beneficiarse de las medidas que un capitalismo libre ha discurrido para combatir la pobreza. Los pobres de Venezuela nos buscan como destino porque están mucho mejor acá, bajo el capitalismo libre, que bajo el socialismo venezolano. Por eso se aglomeran en Colchane y Pisiga, ciudad fronteriza boliviana desde la cual quieren pasar acá, donde hay más capitalismo y bienestar que en Bolivia.

Pues lo que ha estallado en Chile ha sido una revolución marxista artificial, violenta y planificada, y no un genuino malestar social. Éste es el país latinoamericano con mayor bienestar social, como lo prueban las preferencias de los migrantes venezolanos, cubanos, colombianos, dominicanos, ecuatorianos, peruanos y bolivianos. Y si aún hay en Chile falencias sociales es porque una burocracia estatal socialista-comunista se ha quedado con una parte exagerada de los recursos que el capitalismo destinó a los necesitados, a través del gasto social del presupuesto.  

Pero los medios de comunicación en manos de la izquierda, es decir, casi todos, han alterado la realidad en beneficio de ésta. Si se hiciera una encuesta hoy, preguntando si el sargento que disparó al que arremetió en su contra con dos machetes, actuó en legítima defensa propia, una mayoría opinaría lo contrario y hablaría de asesinato. Todos hemos visto en los videos un machete dirigido a partir la cabeza del carabinero. Pero el columnista Antonio Gil, de LUN, diario de derecha, habla de "la llegada a Panguipulli del Gran Circo del Toni Calígula" donde "un carabinero, interrumpiendo un modesto acto callejero, le solicitó su carnet de identidad al artista... quien no escuchó o no entendió... y siguió arremolinando en el aire unos cuchillos obviamente de utilería. El carabinero... que habría hecho las delicias de Nerón, percutó... una media docena de disparos... Un circo macabro por donde se lo mire. Un crimen cobarde e injustificado". 

Será lo que dictaminarán las encuestas. Y los votos de los indignados, al son del grito "¡Camarada Francisco González... Presente!", irán para ella.

Y así Chile se irá al diablo otra vez, aunque los de la derecha, la única y verdadera derecha, de nuevo hayamos tenido toda la razón.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/