13 DE JULIO DE 2020 

 

 

 


Dios ha sido injusto con Chile, pues nos dio un Piñera, mientras que ha sido generoso con Brasil y le ha dado un Bolsonaro.

Éste se ha ganado la odiosidad de la izquierda mundial por haber manifestado públicamente su admiración por Pinochet, en razón de haber salvado éste a Chile del comunismo. El único otro jefe de estado que se ha atrevido a decir públicamente esa gran verdad universal ha sido Donald Trump, a quien el Señor ojalá mantenga por otros cuatro años en su alto cargo.

En medio de tanta lucidez existe un Piñera, un tipo tan perdido que encuentra mejor presidente a Allende que a Pinochet, siendo que el primero dejó a Chile en el vagón de cola del hemisferio, detrás de Haití, con hiperinflación, escasez y al borde de la guerra civil, mientras el segundo lo elevó a la cabeza de América Latina y a la calidad de "la joya más preciada de la corona latinoamericana" (Bill Clinton).

Parece que ese reciente informe desmentido por la Clínica UC Christus según el cual Juan Sebastián Ramón (o algo así) Piñera Echenique sufría de agnosis, es decir, pérdida de la capacidad de inteligir o entender las cosas, era tan falso como acertado en el diagnóstico.

Con las políticas de confinamiento antipandemia y de mano blanda con el terrorismo de Piñera, el PIB chileno va a caer más de seis por ciento este año. Con las contrarias al encierro y mano dura contra la delincuencia y el terrorismo de Bolsonaro, el PIB de Brasil no sólo no va a caer, sino que hasta puede haber un pequeño crecimiento de 0,02 %.  Porque ese presidente se ha preocupado de que las políticas sanitarias y las cuarentenas no castiguen la producción ni hagan caer el nivel de vida de la población.

Como Bolsonaro es de derecha, tiene mala prensa y los periodistas critican sus políticas y exageran los contagios y las muertes a causa del coronavirus en Brasil. Pero ese gran país sólo tiene 8.778 contagiados por millón de habitantes, mientras el Chile de Piñera tiene 16.476, es decir, casi el doble. Y el número de muertes por millón de habitantes debidos a la enfermedad es, en Brasil, de 339, mientras en Chile es de 365. (Ver sección "Países con más contagios" en página A 5 de "El Mercurio" de hoy 13.07.20.)

Entonces, sin sacrificar la economía, Bolsonaro ha defendido de la pandemia a su pueblo mejor que Piñera al suyo, hundiendo su economía. Pero cuando uno ve o lee los comentarios de la prensa parecería que en Brasil ya no tienen terreno para enterrar a las víctimas del Covid19 mientras que en Chile estaríamos derrotando la peste. Pero es todo al revés.

Para no hablar del orden público y la seguridad general. En Brasil los delincuentes y vándalos saben que los uniformados de allá les corren bala si atentan contra las personas honradas o la tranquilidad urbana, porque Bolsonaro respalda a su gente. En cambio, acá los vándalos y delincuentes reinan y saben que pueden hacer cualquier cosa, porque los agentes de DD. HH. pagados por el gobierno y los jueces de izquierda (que son casi todos los jueces) sólo se preocupan de perseguir a policías y militares y dejar libres a malhechores.

Entonces, cuando pase la pandemia y se levanten el estado de catástrofe y el toque de queda, la violencia se va a volver a apoderar de Chile, porque Piñera no se atreve a actuar contra los subversivos de izquierda sino, al contrario, se rinde una y otra vez ante ellos. Así es que nuestra economía no va a mejorar, porque no va a haber paz interna. En cambio, cuando pase la pandemia el Brasil de Bolsonaro, pacificado y próspero, como lo fue el Chile de Pinochet, va a volver a crecer más y su pueblo a disfrutar de la prosperidad económica y la paz social, mientras los izquierdistas se van a contentar con que no los pillen en más robos y escándalos cometidos cuando estaban en el poder. .

Aunque la dupla Matamala-Rincón sufra espasmos de horror, diré por último lo siguiente: ¡cuánto no daríamos los chilenos por tener de presidente a un Bolsonaro en vez del Piñera que en mala hora fuimos a elegir!

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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