Gonzalo Rojas S.


Si usted y yo ya tenemos claro por quién vamos a votar para Convencional, Gobernador Regional, Alcalde y Concejal en nuestras respectivas circunscripciones, entonces, hay que ponerse a trabajar. (Y si no lo tiene claro, póngase rápido a averiguarlo, para tomar decisiones y, a continuación… ¡ponerse a trabajar).

Trabajar ya, porque quedan apenas poco más de dos meses para esa importantísima elección. Los días de vacaciones, quizás fuera del lugar habitual de residencia, no impiden que pongamos el tema electoral una y otra vez en conversaciones con personas que votan en otras comunas y distritos. Y al volver, habrá que aplicar más intensidad aún.

Trabajar en lo que mejor se le dé a cada uno, porque las tareas son múltiples y muy variadas. Las salidas a terreno, el  tradicional casa a casa, el diseño de material gráfico para las redes y los impresos, la difusión y defensa de los principios e  ideas del candidato en esas mismas redes, la divulgación de videos que el candidato produzca, el financiamiento de acuerdo a las normas legales, la aportación de jóvenes que puedan sumarse a la tarea, la organización de reuniones con vecinos, la búsqueda y sugerencia de contactos en la comuna o distrito, etc.

Trabajar con constancia y fortaleza, porque los esfuerzos aislados suman poca eficacia y, una vez abandonados, suelen producir desánimo en otros colaboradores. Es muy recomendable comprometer tiempos determinados en días concretos y con responsabilidades perfectamente asignadas. El “puedo hacer de todo y en todo momento” termina en “nunca supe para qué me necesitaban y cuándo”. Y si llega el cansancio o el desánimo, siempre viene bien un “ya queda menos, pero queda lo más importante”.

Trabajar seriamente, profesionalmente, aunque sea de modo voluntario, no remunerado. Los plazos se cumplen, las dificultades se superan, de los encargos se informa, a las jefaturas se las respeta, la lealtad y la honradez son normas fundamentales, si se cumplió una meta, se pide la siguiente.

Trabajar con desinterés, sin buscar que el candidato pueda formarse tan buena impresión de nuestra ayuda, para que, una vez electo, nos llegue a considerar imprescindibles. Y si alguien se plantea en términos de pituto, problema de su conciencia, pero que no cundan los celos, las envidiejas o las rencillas por cuotitas minúsculas de poder transitorio.

Los candidatos nos necesitan. Incluso si usted quiso serlo y no hubo cupo, con mayor razón la generosidad de sus intenciones quedará consolidada si del Mariscal que quería ser, se transforma en infante de primera línea.

El 11 de abril está a cuatro pasos, a diez minutos de hoy.

Fuente: https://viva-chile.cl/2021/01/de-aqui-al-11-de-abril/

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