Gonzalo Rojas S.
La agresividad con que el diputado Undurraga, Vicepresidente de Evópoli, se ha referido al Partido Republicano y a algunos de sus candidatos, desentonó respecto del clima de unidad que se había conseguido con el pacto entre los partidos de gobierno y la colectividad de José Antonio Kast.
Recordemos que Undurraga calificó al Partido Republicano -socio de Evópoli en el Pacto para la Convención Constituyente- como una colectividad de extrema derecha, ultramontano, populista y conservador y que, de paso, criticó duramente a un candidato republicano, el muy destacado profesor universitario Cristóbal Orrego.
No es agradable suponerle intenciones a Undurraga, pero alguna habrá tenido, ¿no? ¿Estará su declaración fundada en la molestia que le causa un pacto que nunca quiso? ¿Querrá marcar territorio y asegurar votos de Evópoli que piensa se fugarán -¿hacia el PPD?- por compartir listas con los Republicanos?
En todo caso, lo que corresponde es ayudar a Undurraga a mejorar su lenguaje, a aclarar conceptos, a pensar con rigor.
El Partido Republicano no es una colectividad populista; no fundamenta sus posturas ni en encuestas ni en emociones, sino en el sólido trabajo de principios y reflexión práctica de Ideas Republicanas, labor intelectual de decenas de especialistas conducida por Rojo Edwards; expresa ese trabajo en sus Minutas y se enfoca en los problemas principales de las personas: Salud, Seguridad, Educación. Ha exigido el cumplimiento del programa de Sebastián Piñera, por el que la mayoría de los republicanos votaron y ha propuesto las mismas medidas para, por ejemplo, La Araucanía, que sus habitantes reclaman. ¿Son populistas quienes exigen en esa zona que el Estado imponga sus términos para derrotar al terrorismo y a la droga?
Por supuesto, el Partido Republicano no es ultramontano. No hay en Chile hoy ningún partido que se guíe por los dictados de autoridades religiosas que habitan más allá de los montes… ¿Que habrá querido decir con esa palabra decimonónica Undurraga? ¿Quiso sugerir que los republicanos somos confesionales? Nuevo error: el Partido no profesa religión alguna y en él convivimos personas de variadas religiones, junto a no creyentes. Si de defender y promover una antropología cristiana se trata, bien no hay problema -al menos por mi parte- que se diga que hay conservadores en el Partido Republicano, pero tampoco esa palabra, conservador, es una definición que la colectividad haya tomado para sí. Por su parte, Evópoli asume el liberalismo, ¿no? En todo su derecho está.
Es lamentable que, además, Undurraga se sume al desafinado coro de los izquierdistas que califican al Partido Republicano como de extrema derecha. Unos pocos datos para que Undurraga reflexione y reconozca su error. Los partidos extremos no pactan con el centro; los partidos extremos patrocinan la violencia; los partidos extremos rechazan la democracia; los partidos extremos expresan su vitalidad irracional en lenguajes destructores; los partidos extremos no apelan ni al sentido común ni al bien común. Con honradez, Undurraga tendrá que reconocer que su apreciación fue por completo infundada respecto del Partido Republicano.
Finalmente, Undurraga ha maltratado a Cristóbal Orrego, quien nunca ha ofendido a las autodenominadas minorías sexuales, sino que ha expuesto desde su mirada iusnaturalista los límites entre los derechos y los abusos, la diferencia entre la condición que se posee y los actos que se realizan. Por supuesto, la posición del profesor Orrego es ampliamente compartida en la UDI y en importantes sectores de RN, pero eso no pareció importarle nunca antes a Undurraga. A su vez, Paulina Kantor, candidata de Evópoli a la Convención, ha declarado que está a favor del matrimonio igualitario, la adopción homoparental y el aborto libre, bajo el principio de “respeto a todos los proyectos de vida”, lo que sin duda está en las antípodas de los que sostiene el Partido Republicano, pero nadie la objetará. Simplemente diremos: no vote por ella. ¿No consiste en eso la dimensión electoral de la democracia?
El diputado Undurraga se equivocó. Cuesta reconocerlo cuando ha sucedido en materias tan delicadas y en momento tan sensible. Ojalá estas líneas lo ayuden a hacerlo.
Fuente: https://viva-chile.cl/2021/01/desde-evopoli-unas-ofensas-infundadas/
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