Gonzalo Ibáñez Santamaría


Entre lo que representan estos dos personajes tan detestables se debate sin duda ese partido político falsamente denominado “democracia cristiana”, tanto como sus adherentes o muchos de quienes lo hayan sido hasta hace poco. Lo que queda de la D.C. oficial anunció su apoyo sin condiciones a Gabriel Boric en cuya campaña juega un papel estructurante el partido comunista. Es una manera de vender a Cristo: mientras por una parte emplean su nombre para engañar ingenuos, por otra lo traicionan abiertamente al marcar preferencia por quienes sólo trabajan para destruir la obra de la civilización levantada con esfuerzo durante siglos sobre la base que es el cristianismo. Son, entre nosotros, los discípulos de Judas Iscariote que por treinta monedas y besándolo en la frente entregan al Señor

Otros, anuncian solemnemente que votarán en blanco o nulo. Es el caso de Ignacio Walker, de Soledad Alvear, de su marido Gutenberg Martínez y otros que forman el grupo “Comunidad en Movimiento”. Estos últimos, hace muy poco, renunciaron a la D.C. por encontrarla muy sesgada hacia el comunismo, pero no vacilaron en votar en primera vuelta por Yasna Provoste firme partidaria, por ejemplo, del aborto libre. Hoy, como Poncio Pilatos, guardan silencio y se lavan las manos. La suerte del país les interesa poco. De hecho, muchos de ellos están directamente detrás de la crisis por la que atraviesa Chile. La han causado, pero el orgullo les impide reconocerlo y, por eso, se hacen a un lado en esta elección queriendo quedar por sobre el bien y el mal.

Frente a todos ellos, unos muy pocos D.C. o ex D.C. han anunciado valerosamente su decisión de apoyar a José Antonio Kast. Así lo hicieron Jaime Ravinet, Demetrio Infante, María Teresa Moreno. Muy valientes, su gesto habrá de fructificar entre quienes no aceptan que Chile pueda caer bajo una bota marxista.

Alea jacta est. La suerte está echada, afirmaba Julio César cuando al frente de sus tropas cruzó el Rubicón y se dirigió a Roma. Entre nosotros también lo está. Estamos inmersos en un combate que nadie puede eludir. Hoy, más que nunca debemos dar la cara y hacer frente a esta verdadera traición que se ha incubado entre nosotros y que, de la mano de estos modernos Pilatos y Judas, pretende poner de rodillas a Chile.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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