Gonzalo Ibáñez Santamaría


 

 

Ya parece obsesión. No otro comentario puede merecer la declaración de los presidentes de tres partidos de oposición criticando la forma como el gobierno ha decidido hacer un primer reparto de recursos alimenticios a las familias más necesitadas de Chile. Se trata de un esfuerzo inmenso pues abarca la entrega de más de dos millones de cajas. Es muy posible que haya errores y que se pueda mejorar la forma de distribución: la experiencia lo dirá. Pero, entretanto, no puede negarse que se trata de un primer paso de enorme importancia para asegurar el sustento alimentario de los chilenos más modestos. Reconocerlo es un paso importante en la tarea de aliviar la angustia de esas personas. Pero, en vez de eso, la oposición abusa de la libertad de expresión al afirmar que el gobierno obra como lo hace por un afán de publicidad y no por un afán de eficiencia y de justicia
¿De dónde saca que esa ha sido la intención del gobierno? Los presidentes de los partidos que emitieron esa declaración no han dado ninguna razón que sustente esta acusación. Por eso, nuestra conclusión: esta es una infame suposición de intenciones, una acusación gratuita que carece de toda base en la realidad y que, en definitiva, solo termina por denunciar la mala fe de quienes la han formulado.
Es grotesco el afán de la oposición por tratar de mantenerse en los titulares de los medios atacando todas y cada una de las medidas del gobierno. Ya llega a ser una obsesión Lo grave es que para eso no vacila en jugar con la suerte de miles de familias agobiadas por las consecuencias de esta pandemia. Imposible no tenerlo en cuenta.