Cristián Labbé Galilea


En política, quien no “quiebre lanzas” por la educación no tiene ningún futuro. En períodos electorales, se escuchan profusamente frases como: “los niños primero, la educación es el camino para nivelar desigualdades, lograr el desarrollo y la movilidad social, fortalecer la democracia…”. Lamentablemente, esas locuaces expresiones luego se las lleva el viento y terminan siendo sólo: “parole, parole, soltante parole”.

Sin ir muy lejos, recuerde mi memorioso contertulio la tristemente célebre “Revolución pingüina”, alzamiento protagonizado por estudiantes secundarios a favor de: el derecho a una educación de calidad para todos, y fin al sistema de educación impuesto por Pinochet en los 70´s… Resultados: centenas de establecimientos de educación “tomados y paralizados” con inusitada violencia… (a esta ´ex alcaldicia’ pluma, no le cuentan cuentos… lo vivió en carne propia).

Pues bien, esos “loables propósitos” desaparecieron cuando esos “señoritos, (señoritas y señorites)”, llegaron al gobierno después de ser: los “punta de lanza” de la violenta asonada de octubre de 2019; los instigadores de la toma, destrucción, e incluso incendio de los colegios, especialmente los más emblemáticos, y; los protagonistas de violentas agresiones a Carabineros, y cortes de las principales avenidas de la capital.

Instalados en el Poder, estos otrora “idealistas pingüinos”, cambiaron su discurso… y mostraron su verdadero ADN asumiendo, sin tapujos, las banderas de la izquierda más radical… la refundación de país.

Después de un año de gobierno, no hay señales de proyectos concretos orientados a lograr una educación de calidad; muy por el contrario, en estos días de inicio del año escolar el país ha sido informado que son miles los apoderados resueltos a no matricular sus hijos en la educación pública, incluso en aquellos colegios emblemáticos.

Colegios como el Instituto Nacional, el Liceo de Aplicación, el Barros Arana, el Lastarria, y otros tantos liceos históricos, ni siquiera lograron llenar los cupos, quedando cientos de vacantes donde antiguamente era imposible matricularse… Todo ello producto de la violencia, la inseguridad, la anormalidad y el deterioro académico, así como la innegable perdida de reputación de dichos establecimientos

Esto que resulta alarmante pareciera no preocupar a las actuales autoridades, partiendo por un ministro de Educación más dedicado a “la sexología social” que a los resultados académicos… Nada ha dicho este “curioso” personaje sobre la caída estruendosa de los colegios municipales en puntajes de la PAES (Prueba de Admisión a la Educación Superior) … ni menos, de los malos resultados en mediciones internacionales (TIMMS, PISA).

En fin… nada saca el gobierno intentando instalar la imagen de un gobernante “tiernucho”, tipo “Winnie the Pooh”, cuando lo que se requiere es “non solo sorrisi e parole” sino una autoridad responsable y una oposición que de verdad reaccione frente a una izquierda que lo que busca es: “quitarle los patines” a los que, en educación, les va mejor (léase, la educación particular y particular subvencionada).

En pocas palabras, es lamentable comprobar que la izquierda -intencionadamente- está dejando a muchos niños y jóvenes no sólo sin patines… sino que “a pata pelá”.

.