18 mayo, 2025
por Jaime Jankelevich
Cuando los recursos públicos destinados a ayudar a los más desvalidos son capturados para fines espurios, quienes lo hacen son inmorales y quienes intentan desprestigiar la acción de la justicia calificándola de espionaje, son además descarados.
Parece el título de una serie de Netflix, pero lamentablemente no se trata de eso.
Los descarados e inmorales son quienes, sintiéndose dueños de los recursos públicos, distribuyeron miles de millones de pesos entre sus “amiguis” de todo el país, disfrazándolos de causas nobles destinadas a ayudar a los más necesitados, pero en realidad lo que hicieron fue destinarla a favorecer a sus partidarios y a posibles financiamientos de campañas políticas -lo que está en investigación- usurpándoselos a quienes eran los reales beneficiarios de dichos fondos, el pueblo del que se jactan ser sus defensores. Hacer eso, sin duda, es inmoral.
Son los mismos que llegaron a “habitar” el poder con ínfulas de superioridad moral. Eran jóvenes puros y castos que estaban por encima de todos los que los precedieron en política, y nos venían a demostrar que su ética era superior a todo lo conocido y a imponer en el país nuevas formas de gobierno.
Pero a poco andar se destapó el caso Convenios, que parte con Democracia Viva, fundada por Daniel Andrade, pareja de Catalina Pérez, expresidenta de RD a partir de 2019, partido al que se unión en 2014, después de militar en las juventudes comunistas desde los 13 años y que llegó a ser VP de la Cámara de Diputados. Por supuesto que ella negó toda participación y conocimiento de lo que pasaba en Democracia Viva, pero las grabaciones obtenidas por la justicia determinaron que no solo sabía lo que pasaba, sino que entre otras cosas, con Andrade trataron de disfrazar un departamento como oficina de la fundación, cuando llegara la policía a investigar.
La inocente Catalina Pérez está desaforada y hoy se encuentra en arresto domiciliario total imputada por tres delitos por fraude al fisco.
Democracia Viva fue apenas el prólogo de una trama que vio surgir fundaciones fraudulentas en todo Chile, como por ejemplo el caso Lencería, donde Patricia Polizzi, en una fundación que ni siquiera era de ella. Recibió $250 millones que utilizó para comprarse ropa y lencería. Hace pocos días fue reformalizada y continúa con arresto total desde noviembre de 2023.
Según la Fiscalía, el daño que estas falsas Fundaciones le han provocado al Fisco sería de $14.000 millones.
Y en paralelo, ocurrió ese robo de película desde el MIDESO cuando Giorgio Jackson era Ministro, lo que le costó el cargo. Se robaron 23 computadores y la caja fuerte con documentos relevantes para la investigación del financiamiento de fundaciones, la cual -curiosamente- se encontró posteriormente vacía.
Esto continuó hasta llegar hoy al caso ProCultura, el que tiene muy complicado al Gobierno, pues impacta incluso hasta al Presidente por un posible financiamiento de su campaña presidencial y también de la campaña por el Apruebo. Más de $53 millones en depósitos directos y $4.400.000 en aportes triangulados forman parte de las transferencias a candidatos relacionados a Procultura, según la fiscalía. Boric es amigo de Alberto Larraín -como lo reconoció en el diálogo que sostuvo con su exesposa Josefina Huneeus conocido recientemente-, lo que complica al Gobierno.
El jueves pasado, el Fiscal Yáñez comentó en Antofagasta que investigaban delitos de fraude al fisco y lavado de activos y que se atrevía a agregar delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta, calificando a Alberto Larraín como líder de esa operación. Las platas involucradas llegan casi a los $6.000MM. Cabe destacar que tan solo en 2022, primer año de gobierno de Boric, ProCultura recibió 10 veces más fondos que al final del gobierno de Bachelet 2, pasando de $316.849.723 a $3.282.841.556, a los que se agregan $1.808.295.423 en 2023.
Esta información surge de la intervención de celulares autorizadas por la justicia. Pero para el Frente Amplio, se trataría de espionaje político. Si bien el Gobierno se desligó de esos dichos, Constanza Martínez, su Presidenta, insiste en calificar la acción de la justicia como intento de espionaje político contra el Presidente Boric, lo que es inaceptable, porque los fiscales no son espías, solo persiguen posibles delitos.
Cuando los recursos públicos destinados a ayudar a los más desvalidos son capturados para fines espurios, quienes lo hacen son inmorales y aquellos que pretenden hacerle creer a la ciudadanía que la Fiscalía realiza espionaje político para perjudicar al Presidente, merecen calificarse de descarados, pues saben perfectamente que eso es falaz.
Según Ayn Rand, autora de La Rebelión de Atlas, uno de los libros más influyentes del mundo -con más de 10 millones de ejemplares vendidos- la máxima virtud de la moral es la búsqueda de la verdad. Cuando se carece de esa virtud, la verdad se intenta ocultar, como ocurre en estos días.
Fuente: https://ellibero.cl/columnas-de-opinion/descarados-e-inmorales/
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