21 mayo, 2024 

 

 

 

 

 

 

por Andrés Montero


La diversidad, la inclusión y el arte no son patrimonio de unos pocos iluminados. Los que financiamos al Estado y a las municipalidades, como también los que no somos artistas, tenemos algo que decir.

Como he vivido en Vitacura y trabajo desde hace 20 años en esta linda comuna y también voto en ella, me ha parecido oportuno opinar acerca de la muestra del artista visual de pública controversia. No soy artista, mas si un admirador del arte, que gracias a Dios -soy creyente- he podido apreciar en 5 continentes. Tengo amigos artistas, algunos muy famosos, con quienes tengo amistad fraterna, aunque no siempre pensamos igual.

No me referiré al mecanismo de selección del artista, ni cuánto le pagaron, pues no tengo antecedentes al respecto. Quiero manifestar que la alcaldesa de Vitacura me parece una persona seria y trabajadora. También creo que ella, sin buscarlo, se vio involucrada en una polémica que no ha terminado por culpa del artista elegido para exponer en una sala municipal, la cual finalmente les pertenece a los vecinos.

Antes de escribir estas reflexiones, el viernes 10 de mayo a las 9: 30 de la mañana, visité la muestra. Posteriormente, he leído y escuchado una cantidad de entrevistas que le han hecho al señor Duclos, las cuales dan cuenta de la facilidad con que los artistas -especialmente los de izquierda o progresistas- acceden a la prensa, radio y televisión. Tras recorrer la muestra, me fui con una sensación de frustración. No me aportó nada. La encontré vulgar, sesgada y me recordó el mamarracho de la primera propuesta constitucional, rechazada mayoritariamente por los ciudadanos más pobres y desamparados de Chile.

El artista insiste en llamar estallido social, a una asonada de delincuentes y no pocos ingenuos que pensaban que el crecimiento y los recursos caen del cielo. Pensé encontrar en esos 50 años representados por el artista, las estaciones del Metro destruidas, o la Iglesia San Borja de Carabineros y La Asunción y la Iglesia de la Veracruz quemadas. Se burla de la Santísima Trinidad, epicentro de los católicos que son mayoría en Vitacura.

Pensé ver un reconocimiento a la noble y patriótica acción de los Carabineros de Chile, intentando que las bestias no siguieran quemando, saqueando y destruyendo. Hubiese querido ver algo vinculado a los tres incendios post 18-O del Museo Violeta Parra que tuvo que dejar la zona O. Extrañé algo vinculado al general Manuel Baquedano, cuyo monumento fue profanado por delincuentes anarquistas, impunes hasta hoy. El narcotráfico y la inmigración ilegal adolecen por su ausencia.

En algunas entrevistas, el artista, quien en mi opinión debería hablar principalmente a través de sus obras, apuntó a los críticos por “resabios del nazismo”. Duclos declaró que “no estamos en la Alemania nazi ni en el totalitarismo soviético, que es adonde nos pretenden llevar los republicanos con estos discursos de odio”. Yo no soy republicano y no milito en algún partido, pero no logro entender el análisis del artista para concluir que una crítica a su obra podría ser vinculada con la Alemania nazi. El señor Duclos, como todo artista, debe aceptar que su muestra, alguien -como yo- la encuentre mala. Duclos declaró que “lo que más le ha molestado a mucha gente intolerante, es que esta obra es buena”. Viene bastante de cerca el juicio del artista.

Otra de las declaraciones insólitas de Duclos, indica que él no esperaba que un republicano fuera a ver su obra. ¿O sea, debemos entender que él hace muestras sólo para demos, zurdos o para progres? Es bueno que Duclos no se confunda, pues su muestra no está emplazada en el entorno comunista de Irací Hassler, en la comuna de Santiago o en Recoleta de Daniel Jadue. Con gran seguridad afirmó que unas 3.000 personas habían visitado su muestra. Sería bueno saber cómo contabilizó ese número, pues cuando yo fui, nadie me registró y no había nadie contando asistentes. Algunos artistas se creen intocables, y como la mayoría son zurdos, tienen grandes redes de apoyo en la prensa y en el mundo académico. La izquierda cultural secuestró el arte en Chile y abandonó sus raíces. Recordemos que muchos cultores del nuevo folclore chileno le cantaban a la Virgen María, a la bandera tricolor y a la Patria. Muchos de ellos se trasnocharon y empezaron a cantarle a Marx y a Lenin. Similar paralelo podemos hacer con Neruda, cuya siniestra historia de vida puede ser leída en la obra “Neruda y su laberinto pasional”, recomendable para que las mujeres se enteren de cómo las trataba.

Volviendo a Duclos, él afirmó que en el estallido “hubo violencia infiltrada de derecha o de izquierda. Todavía eso no se sabe”. Esta afirmación es pueril. ¿Quiere concluir que la derecha quería derrocar a Piñera? Cuando se le consulta en el diario La Segunda: ¿Cree que el estallido social, desde el arte, se puede tomar con humor? Responde: “Sí, porque finalmente uno de los grandes roles del arte es transitar también por el humor y la ironía”. Esta respuesta revela el trasfondo del artista. Humor a partir de los saqueos, los incendios y la muerte. Impresentable. Duclos argumenta que el Estado chileno no invierte nada y que debería haber un plan de inversión y comprar hoy lo que son obras contemporáneas. Olvida Duclos los millones de millones que el Estado -o sea, los contribuyentes- destinan a financiar cultura y “memoria” de izquierda. ¿Está informado Duclos del destino y el uso de los millonarios recursos asignado al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio?

Como entenderá el artista visual Duclos, los recursos son escasos y las necesidades son múltiples y jerarquizables. Eso lo aprendí en la primera clase de Introducción a la Economía en mi noble FEN de la U. de Chile. Mi conclusión es que, en Vitacura, en la actualidad, había muchas y mejores maneras de mostrar el Chile de los últimos 50 años o al menos mostrar un contrapunto, para que los vecinos pudiéramos alguna vez apreciar arte plural. La diversidad, la inclusión y el arte no son patrimonio de unos pocos iluminados. Los que financiamos al Estado y a las municipalidades, como también los que no somos artistas, tenemos algo que decir.  

Fuente: https://ellibero.cl/tribuna/duclos-en-vitacura/

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