14 septiembre 2020 
Tomas Bradanovic
La palabra "Conflicto Mapuche" fue acuñada por los políticos y ha sido repetida hasta la nausea por la prensa, con el fin de colocar la idea que existe una entelequia llamada "el pueblo mapuche", que agrupa a todos los que tienen esa ascendencia y que estos -de alguna manera- están en conflicto contra el estado. Eso ya es un punto de partida falso y para aclararlo veamos algunos hechos.
Los mapuches nunca fueron una unidad social sino que muchos grupos indígenas, todos diferentes entre si. Entre los huenteches, lenfulches, pehuenches, huilliches y tantos otros grupos menores nunca existió la unidad o identidad de un pueblo, al contrario, pasaban guerreando porque su sentido de pertenencia no iba más allá de su tribu y sus cercanos
¿Que identidad o pertenencia podía existir entre grupos muy pequeños que ocupaban enormes territorios? Apenas se conocían o sabían de su existencia y por eso siempre tuvieron distintas idiosincrasias, estrategias y alianzas. Por comodidad usaremos "mapuche" como un genérico para referirnos a todos los descendientes de los que habitaban antes de la llegada de los españoles, pero hay que tener en cuenta que no había ningún grupo importante homogeneo u organizado aparte de las tribus, aunque para los malones y alzamientos si se organizaban y a veces hacían alianzas.
Antes de ser derrotados, los mapuches controlaban extensiones enormes de territorio y sobrevivían con agricultura de subsistencia de muy pequeña escala, que complementaban depredando a sus vecinos, fueran mapuches o no mapuches, los malones para saquear ciudades u otras tribus eran parte de su modo de vida. Como nunca se destacaron como eficientes agricultores, necesitaban territorios enormes para sobrevivir.
Entre 1881 cuando se funda Temuco y 1883 al refundarse Villarica, se consolida su derrota militar definitiva, se terminan sus "territorios exclusivos" y los mapuches son redestinados a las llamadas "reducciones indígenas" que eran extensiones de tierra manejados principalmente por los caciques. Entonces empezaron los problemas.
Por ejemplo cuando una familia se enojaba con el cacique podían ser expulsados por este y perderlo todo, otros caciques podían arreglarse con empresarios y vender o arrendar por 99 años, quedándose ellos con su pedazo de tierra y despojando a los demás. A fines de los años 60, la Corporación para la Reforma Agraria calculó que una familia campesina necesitaba como mínimo 50 hectáreas de tierra para sustentarse "de manera digna", lo que muestra cuan improductiva era la actividad del campo en esos años. Imaginen como sería para los mapuches, que nunca fueron buenos agricultores.
En fin, podría seguir escribiendo horas sobre esto, pero mejor lo voy a resumir. Es imposible que los mapuches -o cualquier sub-grupo que se atribuya su representación como "pueblo"- sigan viviendo de acuerdo a sus antiguas tradiciones, porque para eso necesitarían extensiones enormes de territorio solo para sobrevivir un poco mejor que los cavernícolas. Es impensable que vuelva a adueñarse de tierras que hoy son de alta productividad solo para que se den el gusto de seguir jugando al buen salvaje. Cero posibilidad.
Su modelo de vida tradicional está agotado desde hace dos siglos y si pretenden subsistir en base a malones y alzamientos como era antes es mejor que se acuerden que perdieron la larga guerra por culpa de los fusiles de repetición, que ahora están muy perfeccionadas. Los "tratados" que han desempolvado y reclaman, no valen ni el papel donde están escritos, pues durante siglos las tribus firmaron tratados y los rompieron como si nada ¿por qué el estado va a reconocer cosas firmadas con comprobada mala fe?
La mejor solución a los problemas mapuches la dio el Gobierno Militar con los decretos-ley 2568 y 2570 que los convirtió en propietarios reales de sus tierra y los liberó del sometimiento a los caciques.
"Las políticas del gobierno militar en Chile, que generaron este vínculo entre Pinochet y los mapuches, tuvo que ver con el traspaso de tierras a miles de familias indígenas. Entre 1.978 y 1.990 se entregaron 69.984 títulos de propiedad…individual. No colectiva. Por ese entonces los referentes mapuches no consideraron su nueva «propiedad privada» una ofensa para sus ancestros.(...) Antes de abandonar el poder, el General Augusto Pinochet tuvo una reunión con los grupos pertenecientes a los «Consejos Regionales» mapuches que lo nombraron, nada más y nada menos que «Fauta Lonco», que significa «Gran Autoridad»."
El Gobierno Militar convirtió a casi 70.000 mapuches en propietarios de sus tierras, para que hicieran con ellas lo que les diera la real gana. Y para los que se han olvidado, esos fueron años de paz y contento en la Araucanía. Hasta el día de hoy el mayor reducto de apoyo al legado del general Pinochet está precisamente en esa zona, donde la derecha arrasa en cada elección. Al general no le dieron la "Piedra del Gran Toqui" por lindo, sino porque es muy querido en toda la zona mapuche.
Pero en 1990, cuando llegan los políticos, con sus sociolocos, tinterillos, jesuitas y activistas -todos ladrones- se les ocurrió la "brillante idea" de comprar tierras para volver a instalar las "formas de vida tradicional", en comunidades, es decir, volver a someterlos a los caciques, vuelta a los problemas de antes. Además los activistas de ultra izquierda vieron la oportunidad de negocio para instalarse en la zona y hoy que tenemos: "comunidades indígenas" bajo el mando de narcotraficantes, chantajistas, abigeos, ladrones y asaltantes que también pasaron al terrorismo.
El origen del llamado "conflicto mapuche" se creo en 1990, junto con la Conadi, donde los burocratas ladrones del gobierno se convirtieron en millonarios con la compra de tierras, además de sembrar las semillas del actual terrorismo, que perjudica más que a nadie a los verdaderos mapuches, los decentes. Es una tragedia más de las muchas que cayeron sobre Chile en 1990, a partir del "retorno de la democracia". La alegría llegó solo para los corruptos, los terroristas y los ladrones.
Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/
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