6 de abril de 2020
Tomas Bradanovic
Tiempo atrás conversábamos con mi buen amigo y gran economista Fernando Cabrales discutiendo sobre la forma en que funcionan las AFP en Chile -creo que hasta coloqué una entrada sobre eso- y apareció en la conversación lo del sistema noruego de pensiones. Pasó el tiempo y el tema me quedó dando vueltas, siempre que tenía un rato libre -cosa que a los cesantes nos sucede con bastante frecuencia- trataba de leer como era eso del capitalismo de estado noruego, el país que tiene la mayor inversión estatal en acciones en el mundo.
La historia es muy interesante. Parte con el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte, los yacimientos se reparten entre Reino Unido y Noruega, este último país es muy pequeño, tiene apenas 5 millones de habitantes en total y además han mostrado ser sumamente cautos en cuanto a la administración de su dinero. En sus 23 años ha tenido un rendimiento extraordinario del 8% anual, lo que lo debe hacer el fondo individual de inversiones más grande del mundo.
El propósito de este fondo es apoyar al sistema de pensiones que tiene dos componentes: uno es este "fondo del petróleo" y el otro se basa en un sistema similar al de las AFP pero con la diferencia que se trata de una sola AFP estatal que invierte solo en empresas noruegas. Para que decir que este sistema fuertemente social demócrata, que debe ser el más beneficioso del mundo y pone los ojos en blanco de nuestros progresistas locales, aunque en Chile un sistema así no funcionaría ni en sueños. Ni en casi ningún otro lugar del mundo.
Por varias razones, pero tres son las más relevantes: la principal son los enormes ingresos del petróleo y lo bien que se han invertido, la segunda la pequeñísima cantidad de gente la que hay que pagar pensiones y finalmente la "moral pública" y austeridad contra natura, que solo se encuentra en los países escandinavos donde predominan, como sabemos, los cultos sadomasoquistas (solo bromeo).
En resumen, descartemos Noruega, nada de lo de ellos nos sirve, excepto lo que copiaron a Chile, porque el sistema noruego es una mala copia, aunque muy lucrativa por la inmensa cantidad de dinero que han acumulado (más de un millón de millones de dólares, un trillón americano, mientras que el fondo de las AFP es de "apenas" 219 mil millones). Además, si hablamos de rentabilidad, la AFP Habitat por ejemplo, en el fondo C tuvo entre 1981 y 2020 una rentabilidad real promedio anual de 8.18% e¡nada mal!
El lado B
Pero no todo lo que brilla es oro y el sistema noruego tiene sus problemas y lo aportes al fondo soberano dependen fuertemente del precio del petróleo, que desde hace un par de años se ha venido al suelo, ya ni se sueña con petróleo sobre los 100 dólares el barril, aunque hay un enorme colchón han habido despidos en la industria petrolera y el estado ha tenido que echar mano, por primera vez, a esos fondos. También está la enorme caída de las acciones de la bolsa en todo el mundo, por diversificados que estén los fondos ningún sistema es inmune a esto, y Noruega también ha sido golpeada por el temporal.
Pero el lado realmente oscuro en todo esto es que el gobierno de un país pequeñísimo como Noruega tenga un poder económico tan grande a escala mundial. El manejar el fondo de inversiones individual más grande del mundo no es políticamente indiferente, Noruega tiene porcentajes importantes de propiedad en las industrias más importantes del mundo como Alphabet (es decir Google), Microsoft, Apple, Amazon, Nestlé, Royal Dutch Shell (como no) y muchas más, prácticamente no hay empresa del Fortune 500 donde el Gobierno de Noruega no tenga una parte importante de la propiedad.
Si a esto le juntamos que el Gobierno de Noruega es históricamente social demócrata, tenemos allí al bastión del poder del progresismo. Yngve Slyngstad se llama el presidente del Fondo del Petróleo Noruego, "el hombre del trillón de dólares" es un progresista furibundo,que considera que las decisiones de inversión de este enorme negocio tienen una especie de carga ética, que se traduce en un compromiso del país para cambiar el mundo, según sus ideas del progresismo, obviamente.
Son alrededor de 9.000 compañías, de las más grandes del mundo, en las que el fondo está invertido, también compran deuda pública de otros países y aunque -igual que las AFP en Chile- tienen prohibido adquirir paquetes mayoritarios para controlar las empresas, ellos manejan una "lista negra" de empresas en las que ellos no invierten por tener discrepancias ideológicas sobre su manejo. También escriben normas y recomendaciones sobre cómo deben estar formados los directorios para ser elegibles en su fondo. Es decir, aunque no controlan directamente, ejercen una enorme presión sobre las empresas donde ponen su plata.
Por estos días se habla mucho del "peligro chino" y está de moda decir que todo lo que está pasando es parte de un plan siniestro para apoderarse el mundo, también se habla mucho del Club de Bilderberg. de Davos, los Rotschild, Soros, los reptilianos y todo eso, Es cierto, todos esos pajarracos andan detrás de lo mismo: un gobierno mundial, el internacionalismo donde se terminen las soberanías nacionales y un grupito de iluminados y burócratas se encarguen de mantenernos sumisos y ordenados, pero nadie repara que en términos de poder económico y progresismo Noruega con su trillón de dólares en la chequera, puede resultar más peligrosa para la libertad global que todos los demás juntos.
Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/
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