Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Hace algunos días el destacado psiquiatra doctor Otto Dörr escribió un artículo señalando claramente el problema psiquiátrico que afecta a Chile… como si faltara alguno.

Entre otras cosas describió con cifras lo siguiente:

- En Chile la primera causa de “carga de enfermedad” es la patología mental, en particular la depresión.

- Tenemos la mayor tasa del mundo en consumo de marihuana en escolares y de América a nivel de la población en general.

- El 55,5% de las personas encarceladas consume drogas, y  el 15,9% están psicóticos.

- Significativo aumento del consumo de tranquilizantes en escolares y la lista a juicio del médico es interminable.

Pero aparte de la grave descripción anterior, la carencia de recursos para la salud mental es abismante: tenemos 13 veces menos camas psiquiátricas por 100.000 habitantes que los países europeos. En Alemania la relación entre pacientes psiquiátricos hospitalizados y personas encarceladas es 1 a 1, en Chile es 1 a 46.

La denuncia del Profesor Dörr apunta también a un tema específico, el aumento del uso de psicofármacos que a pesar de los enormes beneficios en el tratamiento de enfermedades mentales bien diagnosticadas, sus efectos colaterales  traen complicaciones al organismo tales como aumento de peso, somnolencia, inhibición sexual, torpeza motora, apatía, así como daño a algunos órganos fundamentales como riñón, tiroides o hígado.

Chile en el año 2021 pasó a ser el quinto mayor consumidor de antidepresivos, ya que de trece dosis diarias por 1.000 habitantes en el año 2000, pasamos a 97,7 por 1.000.actualmente

La depresión es una enfermedad conocida desde el siglo XVII, sin embargo en Chile a cualquier consideración de carácter anímico se le diagnostica como depresión y los actuales médicos recetan sin más antidepresivos, sin medir el consiguiente efecto colateral.

El chileno ha perdido la capacidad de resiliencia. La actual forma  de vida no acepta el sufrimiento y quienes sufren de dolor, angustia o tristeza recurren al psiquiatra quien receta los correspondientes  antidepresivos concluye Dörr.

El destacado psiquiatra se aventura a dar algunas explicaciones más sobre cómo se está desarrollando la sociedad y el correspondiente tratamiento médico/psiquiátrico donde observa una falta de rigurosidad para un acertado diagnóstico, advirtiendo que antes de todo hay que preocuparse del Alma para advertir con prudencia y sano juicio el mejor cuidado para la salud mental del chileno.

He querido referirme a este artículo, ya que a todos los males que afectan a Chile en lo político, social y económico tenemos que sumar ahora el tema psiquiátrico, que aparte de la carencia de camas psiquiátricas en los hospitales especializados, al parecer también está haciendo estragos en la clase dirigente.

Nadie puede negar que la salud mental del presidente está en cuestionamiento para la normal toma de decisiones. Él ha reconocido públicamente que debe tomarse una pastillita diariamente para controlar su desorden psiquiátrico.

Los convencionales del pasado intento constitucional dieron cátedra en cuanto a todo cuadro de asimetría normal que  pudieron demostrar. Para qué hablar del parlamento en que cada norma o propuesta que se ha incubado termina siendo aterradora, aprobando normas que en términos de beneficio para la población han sido un verdadero caos. La crisis de salud que hoy vive el país, que ya ha cobrado varías víctimas de niños, es impactante por el grado de descoordinación e ignorancia propia de dementes cuyos psicotrópicos deben estar alterando gravemente sus neuronas y poniendo en riesgo el futuro de generaciones completas.

En el intertanto el gobierno no pone un ápice de cuidado y preocupación por las graves crisis sanitarias que nos afectan y sigue impulsando su proyecto refundacional y de celebración de los 50 años de la caída de Allende. A propósito de este suicida, en una conocida radio se entrevistó a dos miembros de la comisión de expertos. Uno de ellos profesor de la U. de Los Andes y representante de la derechita, sostuvo que el anteproyecto resguarda a la “familia como institución preferente para educar a los hijos” y para afirmar eso sostuvo que dicha idea no es de la constitución vigente, sino más bien de la reforma que propuso Allende en el 71, resguardando fundamentalmente, reiteró, a la familia. Entiendo por todo lo que he dicho más arriba que este ”experto” esté confundido pero si es como él dice, ¿para que salió todo Chile a la calle para impedir la Escuela Nacional Unificada ,conocida como ENU cuyo propósito era quitarle a los padres el derecho preferente a elegir cómo educar a sus hijos y someterlos a un sistema único?. Situación que repercute en este nuevo intento.

Parece que los psicotrópicos hacen su efecto en las neuronas de la comisión de expertos, cuyo texto elaborado es peor a lo rechazado en Septiembre.

Como guinda de la torta, una vez más somos impactados después de todo lo ocurrido, con la puesta en marcha de la ideología de género con el ultraje a los niños en Talcahuano y de un mural pornográfico en la Plaza San Borja, inaugurado por la Alcaldesa Comunista, que sin duda el humo de lo que fuma la ha dejado indiferente a todo y sigue en su proceso destructor de la principal comuna. El país sigue golpeado sistemáticamente por un cúmulo de aberraciones que hace suponer que lo están acostumbrando a que parezca normal lo inmoral, aberrante y degenerado.

Así es el cambio de sociedad que desea SE, reiterado públicamente en su discurso en la celebración aniversario de su partido.

Entonces y haciendo caso omiso al repudio nacional a la teoría de género, la psicótica alcaldesa de providencia desde el 2017  que viene apoyando esa teoría, incluso izando el trapo multicolor en el municipio. Con tal de cosechar algunos votos, esta anciana política trabaja de la mano del demonio y, al parecer, da la impresión que hace rato que dejó de tomarse sus píldoras.

Tiene toda la razón la denuncia del doctor Dörr… ¡Desgraciadamente faltan camas en los hospitales psiquiátricos!

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