Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Cada día de nuestra vida no hay un hecho que no nos escandalice, las inmoralidades que aparecen y que suceden en todos los países y sin duda alguna en el nuestro, son ya el pan de cada día. El experimento social y político que lleva a cabo la ONU en Chile ha cruzado todos los límites. Inmoralidad en la radio, en la televisión y en las redes sociales. Los temas carentes de concepciones valórica arrasan sin piedad con la dignidad de la persona humana. Pero la perversidad es increíble, apareciendo ya no solamente acompañando a la inmoralidad sino como algo que debe ser tocado porque proviene de concepciones liberales. Inmoralidad y perversidad nos escandalizan, sin duda alguna, lo que no significa tenerle miedo. Hay que defender lo ético y lo que es sano para nuestra convivencia social.
Y como lo inmoral y perverso no deja de sorprender, los políticos cultivan una característica sobresaliente: cambian de opinión como el camaleón que cambia de color para camuflarse. Es en este sentido camaleónico que una vieja política, en una increíble vuelta de carnero, o como dijo su amigo y ex presidente “Está es una niñita que en 10 minutos cambia 10 veces de opinión” ahora encuentra que es un encanto conversar con los comunistas a los que hace un tiempo atrás denostó públicamente.
Estos comportamientos en esta clase de políticos camaleónicos y en otros ambientes de la sociedad debieran ser analizados desde una perspectiva médico - social ya que impactan a las comunidades, las confunden y las llevan a engaño en sus decisiones. La psiquiatría indica en su literatura médica qué hay una enfermedad que afecta y trastorna la capacidad para pensar, sentir y comportarse de una manera lúcida y es descrita como esquizofrenia. Su causa se desconoce, pero sin duda alguna hay una alteración en el cerebro que la gatilla.
¿Será posible que los personajes salidos de las élites políticas que hoy tienen una alta exhibición pública, en aras de sus ambiciones políticas, estén cruzados por dicha patología?
Ya tenemos uno que reconoce que no puede vivir diariamente sin la pastilla que le regula el comportamiento y llegó a regir los destinos de la nación. ¿Será una maldición o un castigo divino el que ahora aparezca en los entornos de la ambiciosa política una imposición disfrazada de posibilidad con también estas características? En la centro derecha atea, mediocre, ignorante, pusilánime y cobarde, parece que están tirando las cartas del tarot y por curiosa casualidad la carta que sacan es la imagen del loco. El tarot para muchos es una indicación del destino ¿Verdad o mentira?
Pero hagamos historia, de comportamientos erráticos, hace años, el día del juramento en la legislatura, llegó un camaleón cargado con sendos ramos de flores para las mujeres comunistas electas. Por saludo o afinidad (¿?) el tiempo lo dirá.
En el bullado caso de la radio Kioto negó por meses que no se había urdido la maldad contra un amigo, para luego pedir disculpas y decir que estaba arrepentida, con una cara dulce, cara que no es más que una máscara maquiavélicamente trabajada, que cambia de acuerdo al auditorio que tiene. Características propias del comportamiento camaleónico. ¿Cómo se puede creer a personas con esta debilidad errática del comportamiento? Esto cruza a muchos personajillos dedicados a la actividad política, sus rostros expresan dureza, son categóricos, impulsivos, destemplados, gritones y en muchos casos hasta groseros.
Se conocen frases famosas: No le debo a nadie mis triunfos yo me llamo como me llamo y soy yo la que saco votos. ¿Soberbia o utilitarismo?
En mi partido son otros los que debieran estar presos y no los jóvenes a los que están culpando. (Defendiendo el “boleteo” de una de sus adláteres.) La lealtad es una condición escasa en el comportamiento camaleónico.
En el pasado, el que la recogió cuando chapoteaba en el barro luego del escándalo de las escuchas telefónicas fue el presidente del partido (QEPD), tendiéndole la mano porque en el análisis que interesaba en esa época acarreaba votos. Pero luego de afirmada y con poder consolidado, le mordió ferozmente la mano y lo señaló con el dedo. ¿Utilitarismo, oportunismo, cálculo…quién sabe? Los camaleones funcionan de acuerdo al peligro del medio ambiente.
O también, cuando conoció los antecedentes del individuo que puso a cargo de la Fundación Cultural, que no era otro que el que había sido parte del complot contra los dirigentes de su propio partido, denostándolos en un pasquín llamado Plan B, exclamó: son cosas que a mí no me importan, porque son cosas que sé de donde vienen. Nuevamente, si me sirve lo uso, da igual, total en la política actual no hay escrúpulos.
A su llegada al nuevo cargo y encontrando una malversación de fondos impresionante con involucrados de la izquierda revolucionaria, se sostuvo: no persigo ideas, persigo personas (¿?)
Así podemos seguir enumerando, pero hay algo en la memoria de muchos que no se borra. En una declaración de hace un tiempo se escuchó decir: me visto de luto para los días 11 de septiembre por la tristeza que me causa la gente que tanto ha sufrido.
Estas son las cartas políticas que presenta la posverdad...
Una pianola vieja que desafina dramáticamente y que hoy es acarreada para restauración en el partido Comunista.
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