Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional
Según la literatura el verdadero nombre de la primera española en pisar suelo chileno fue Inés Suárez a la cual erróneamente se le conoce como Inés de Suárez, nacida en Plasencia Extremadura, España en 1507. Fue una conquistadora y militar del Reino Español, conocida por su notable papel en el período de la Conquista de Chile, formando parte de la expedición de Pedro de Valdivia y participando en la fundación de la actual ciudad de Santiago, llamada en aquel entonces Santiago de Nueva Extremadura. Fue figura clave en su defensa durante el asedio mapuche de 1541.
Pero contemos un poco más de historia ya que es importante poner nuestro origen en el tapete, por la deconstrucción valórica de la que somos víctimas.
Su abuelo era un artesano ebanista, oficio distinguido para la época, perteneciente a la Cofradía de la Vera Cruz. Su madre, quien le enseñó el oficio de costurera, pertenecía al pueblo llano. En 1526 a la edad de 19 años, conoció a quien sería su primer esposo, Juan de Málaga, matrimonio logrado gracias a las influencias de su abuelo. De esta unión no nacieron hijos.
Entre 1527 y 1528 Juan, se embarcó con rumbo a Panamá e Inés permaneció en España esperándole. Pasaron los años y sólo recibió noticias de él desde Venezuela. En 1537 consiguió la licencia del rey y se embarcó hacia las Indias en busca de su marido.
Ese año, cuando contaba con algo menos de 30 años de edad, llegó a América enterándose de la muerte de su esposo en la Batalla de las Salinas. Como compensación por ser viuda de un soldado español, recibió más tarde una pequeña parcela de tierra en el Cuzco, donde se instaló, así como también una encomienda de indígenas.
En Cuzco conoció a Pedro de Valdivia maestro de campo de Francisco Pizarro y posterior conquistador de Chile y cuya encomienda era colindante con la suya, creándose el mito de que fueron amantes.
A finales de 1539 decidió marchar junto a Pedro de Valdivia en su expedición a las tierras de Chile. Para ello Valdivia solicitó autorización para ser acompañado por Inés, la que Pizarro concedió mediante carta, aceptando que la mujer le asistiese como sirviente doméstico, pues de otro modo la Iglesia hubiese objetado a la pareja. En el viaje, Inés prestó diversos servicios a la expedición, por lo que fue considerada entre sus compañeros de viaje, según Tomás Thayer Ojeda, como «una mujer de extraordinario arrojo y lealtad, discreta, sensata y bondadosa, y disfrutaba de una gran estima entre los conquistadores».
La íntima amistad con Valdivia fue vista con malos ojos por la iglesia y los enemigos que ya tenían en su entorno y consiguieron llevar este caso a consideración del Virrey del Perú quien dio orden al conquistador de casar a Inés con un soldado español. Valdivia cumple la sentencia y la esposa con Rodrigo de Quiroga con quien termina su vida apaciblemente en 1580, luego de dedicarse a seguir colaborando con el engrandecimiento de la reciente fundación de Santiago. Destaca entre sus obras la construcción de la Iglesia la Merced, uno de los hitos patrimoniales actuales del Gran Santiago.
Una bella historia que va marcando el devenir de nuestros orígenes y el reconocimiento de aquellos legendarios hombres y mujeres que le dieron forma y contenido a lo que más tarde se forja como la Nación chilena.
¿Pero qué ha pasado que hemos tenido que rescatar el nombre de una extraordinaria mujer conquistadora y ponerla en el tapete de la discusión histórica/ política de esta semana?
Pues bien en mérito al proceso histórico ocurrido hace 500 años, una de las Plazas de la Comuna de Providencia llevó por años el nombre de Inés de Suárez, así como el Parque Aledaño y la estación del metro en la Plaza Pedro de Valdivia. Todo un reconocimiento a la trayectoria de quienes nos dieron el origen como Nación, forjando la mezcla de razas que hoy conforman la Chilenidad.
Sin embargo un anhelo siempre muy ambicionado por la comunista ex alcaldesa Errazuriz, hoy concejal de la comuna, se ha materializado aprobando el consejo municipal, con el aplauso entusiasta de la alcaldesa Matthei, el cambio de nombre de dicho parque y tirando al olvido 500 años de historia nacional.
Hoy está en la carpeta de los políticos el falso dilema de los pueblos originarios y como verdaderos jueces de la historia pretenden reescribirla con la mirada torpe y miope de hoy y, lo peor, cuando para la ciudadanía en general de acuerdo a las encuestas el tema pueblos originarios está en último lugar de las preferencias y la propia acción de los constitucionales ha fracasado en su intento.
¿Dónde quedó el feminismo tan deificado por la izquierda y Matthei?... ¿qué ejemplo más notable que el de doña Inés, esta valiente mujer conquistadora? Es como si mañana la locura colectiva también se apoderara de Paris, como ya ha ocurrido en el pasado y sacarán a Juana de Arco de su pedestal en calle Rivoli. Pero pareciera que la categoría feminista es de clase inferior, primero están los opresores del indigenismo. No importa si son hombres o mujeres y vamos con la guillotina de la dictadura de los partidos unidos para cortarle la cabeza a la historia. Y con la complicidad siempre favorable de la actual alcaldesa a las motivaciones de la izquierda, se logró que dicha propuesta cruzara transversalmente el concejo municipal y rodara el nombre de la conquistadora.
Vamos al fondo antes de hablar del nombre reemplazante:
Cuando se produce en la historia el asedio de Santiago por una cantidad muy superior en número a los soldados españoles que en su mayoría habían salido a sofocar una revuelta cerca del Río Cachapoal y solo quedaban en el Fuerte un pequeño grupo de resguardo custodiando a 7 caciques prisioneros, doña Inés mantuvo la idea de mantenerlos presos como carta de intercambio. Así las cosas, aumentaba la preocupación y el acoso. Como esto era prácticamente insostenible, ella misma dio el ejemplo a los soldados decapitando al cacique Quilicanta y luego a todos los demás, dando orden de tirar sus cabezas a los agresores los que huyeron despavoridos… la famosa valentía del mapuche.
En mérito a su arrojo y valentía Pedro de Valdivia, Gobernador de Chile, le otorgó una condecoración y la tropa la consideró su capitán.
¿Venganza por los hechos históricos del pasado y agradar después de 500 años a una minoría vociferante que clama derechos ancestrales? Sin duda el indigenismo es una bandera de lucha de la izquierda neomarxista de hoy y con mucha mayor fuerza de las minorías ideológicamente posmodernas que culturalmente quieren imponer nuevos paradigmas, reescribiendo la historia.
¿Por quien han reemplazado el nombre del parque el concejo municipal con el respaldo de la señora Matthei?: por el de un individuo que ocupó el cargo de Presidente de Chile y que tiene a su haber el “merito” de ser el iniciador del proceso más dudoso políticamente de nuestra historia. A poco de asumir, comenzó con la profundización de nuestra división como Nación y como pueblo. Incrementó el odio entre chilenos, creando comisiones que “repararían” las supuestas vulneraciones de derechos humanos del Gobierno militar. Gobierno militar que él mismo llamó fervientemente el 4 de septiembre de 1973, en la última gran concentración en contra de gobierno marxista y cuyo escenario se instaló en la intersección de las avenida Grecia y Vicuña Mackenna. Fue él mismo, más adelante el que inició la persecución a los militares, quitándole legitimidad al gobierno militar y abjurando de lo que él mismo había contribuido, al participar de la redacción junto a Luis Pareto del acuerdo de la Cámara de Diputados que declaraba ilegítimo el gobierno de Allende.
Pero hay más: en su gobierno se creó la Oficina a través de la cual casi dos mil terroristas fueron indultados en las postrimerías de su mandato, incluidos algunos acusados de asesinatos de militares y policías y varios civiles.
El senador Jaime Guzmán se opuso en el congreso pleno al indulto presidencial y fue cobardemente asesinado. El primer crimen político ejecutado en los albores de la democracia. Pero lo peor: los presos por este asesinato escaparon desde la cárcel pública en un helicóptero, sin habérseles disparado una sola bala... ¿sospechoso, no? Dura responsabilidad del mandatario que tiene por deber juramentado preservar el orden y el cumplimiento del estado de derecho.
Pero hay mucho más, entre otras cosas entregó los Campos de Hielo Sur a Argentina, donde está la mayor cantidad de reserva de agua mundial. ¿Y cuál fue su respuesta ante este litigio? “Que importa un pedacito de tierra más o menos”
Pues bien, ahora el concejo municipal con el aplauso enloquecido de su alcaldesa, aprueba cambiar el nombre al emblemático parque, poniéndole el nombre de un político que tanto daño le hizo a Chile y a la división de los chilenos. No olvidemos que también creó la Conadi, la que permitió la venta de tierras de los mapuches, tierras entregadas por el gobierno militar sin posibilidad de enajenación. El gobierno de Aylwin lo permitió y hoy tenemos el conflicto de la macro zona de la Araucanía
Recuerdo la primera campaña de la gastada política Matthei, ya son más de 32 años viviendo del erario público. Cuando con su iracundo carácter me retrucó en mi casa mis argumentos en contra de Aylwin “no puedes decir esto, fue un gran Presidente y un gran demócrata” Si, le respondí y por lo mismo digo que debiera haber muerto preso… ahí colapsó, no podía aceptar cuestionamiento a la cofradía política corrupta a la que ella pertenece
Sin duda aplaudió enfervorizada, siempre es así cuando se trata de sus amores con la izquierda, no importa las razones de fondo, importa el beneficio político que le puede sacar y como sigue en plan presidencial, pretenderá con ello sumar votos democratacristianos Quién sabe? Por de pronto ha dicho: “así como va la convencional votare rechazo“. Tampoco en esta afirmación demuestra mucha convicción de principios y a quienes así lo creen les digo claramente: ¡nunca los ha tenido! Pero todo puede suceder: Total, se han visto muertos cargando adobes… y mientras tanto se incrementa el odio político por los tantos desaciertos y sus mezquinos intereses
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