Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


Me tocó trabajar con ella en un interesante proyecto. Corría el año 1984, se cumplían 11 años del Gobierno Militar y aparte del gran apoyo ciudadano se había conformado un ejército de voluntades femeninas que abnegadamente trabajaban por los más necesitados y por toda la comunidad civil.

Ahí estaba Cema Chile, Cordam, Conapran, Coanil, Secretaría Nacional de la Mujer y varias otras instituciones plagadas de alegría y entrega al servicio público y, voluntariamente. Cada una identificada por sus delantales de diversos colores, trasformando su pasar en un abanico multicolor de abnegadas voluntades

Esto fue transformándose en una verdadera leyenda de entrega, mística y amor por Chile y su pueblo. Nunca más en la historia de estos últimos 30 años hemos visto una organización tan férrea, tan sólida y con tanta valentía para emprender el desafío de reconstruir Chile.

Esta experiencia vista y recogida en los primeros 10 años me llevó a trabajar junto a la Sra. Lucía y dejar un testimonio escrito de la epopeya que cada día construían este ejército de mujeres con los niños, con los ancianos, con niños quemados, con el voluntariado civil, con nuestras distintas comunidades en el norte, centro y sur del país.

Juntos fuimos dando forma a un libro que recogió la experiencia de cada una de las señoras esposas de los miembros de la Junta y juntos armamos un collage de fotos que dieran una gráfica elocuente de la obra edificada en el alma del Chileno, de la mano de sus mujeres.

Con cariño, con sutil elegancia, aceptaba cada sugerencia, cada idea, incluso hasta los más delicados detalles de su personalidad, sin que perdiera el sentido de su autoridad.

Mucho mito y cuánta maldad se ha escrito contra esta mujer que supo dar a las mujeres el alto honor de servir a la Patria, sin que perdieran ni su dignidad ni su calidad de madres y esposas.

Con que orgullo se las veía desfilar altivas como un solo cuerpo al son de los himnos de nuestras marchas nacionales.

Hoy me pregunto ¿dónde quedó el ejemplo de entrega y el desafío por defender Chile? ¿Dónde quedó el orgullo de la mujer que hoy, esclavas de minorías vociferantes, desnudan su dignidad?

Así se construyó para la posteridad: “El Rol de la Mujer y su Compromiso Histórico” Título de la obra que vio la luz el 24 de diciembre de 1984 y cuyo primer ejemplar le entregué mientras se preparaba la cena de navidad en su casa, en calle Presidente Errázuriz. Si ahí, junto a Don Augusto, el Presidente de Chile, hojeamos la obra recién editada.

Son momentos de un trabajo que marcaron una épica y una época y que es necesario recordar hoy cuando ya la protagonista tiene 98 años de vida y ha sido objeto de toda la inquina e injusticia que la venganza puede incubar. Hoy es justo que alguien escriba un homenaje por su contribución a Chile y lo hago por un imperativo de justicia. Tuve el privilegio de conocerla, compartir y conversar con ella.

Es la expresión de un chileno que inspirado en el ejemplo recibido de quienes enseñaron con su ejemplo, hoy agradecido lucha por defender la República, a sus héroes y a sus personajes históricos denostados.

Olvidar a sus hombres y mujeres destacados es propio de cobardes y desagradecidos. Negar la historia es propio de individuos sin alma.

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