Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


"Los políticos siempre hacen lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río"
Nikita Jruschov


Ha renunciado después de tan solo 4  meses como Ministro de Defensa Nacional don Mario Desbordes Jiménez.

La causa que motivó su renuncia a un gabinete que intenta mantener a flote a un gobierno que hace agua por todos lados y que él ayudó a elegir como Secretario General de Renovación Nacional y luego su presidente, no es otra que la desmedida ambición por controlar el poder.

No hubo desencuentros públicos que marcaran un quiebre.

¡No!! él presentó su renuncia para abocarse al supuesto llamado de las bases a liderar primarias presidenciales.

Hoy ser candidato presidencial pareciera ser que es algo simple, no se requieren mayores competencias ni mucho menos ejemplos de imitación en liderazgo y comportamiento social Tampoco importa mucho la preparación intelectual, basta con armar una camarilla al interior de sus grupos de poder, acceder a algún intelectual de apoyo y lista la candidatura.

¿Desbordes que tiene de relevante para pretender ser Presidente de Chile? Nada, al igual que todo el resto que suena con el mismo fin. Es un hombre común sin luces intelectuales. No se conoce nada importante de carácter académico. Recién a los 50 años logró titularse de abogado egresado de la Universidad de la República, más conocida como la universidad de los masones, ejerciendo incluso como diputado. Pero hizo su campaña como abogado.

Su mayor logro a la fecha de inscribirse como alumno de dicha universidad es haber alcanzado el grado de subteniente de carabineros grado que ni siquiera alcanza para dirigir una comisaria de barrio.

Pero quiere ser presidente.

Es cierto en el pedir no hay engaño.

Tampoco es un líder que arrastre masas. Fue electo diputado por el distrito N°8 compuesto por Colina Lampa, Pudahuel, Tiltil, Quilicura Estación Central, Maipú y Cerrillos, con un porcentaje de votos equivalente al 4,20 % es decir 17.776 votos en el distrito más grande de la región metropolitana con 1,5 millones de habitantes.

Sin embargo ha sido el artífice principal de la división del partido al que pertenece siendo entre sus logros políticos el autor de los acuerdos fracasados por La Paz del 15 de noviembre del 2019 y el posterior quiebre institucional llamando a crear una nueva constitución.

Carlos Larraín en su reciente carta pública a los consejeros de RN ha sido categórico. No es tiempo de aventuras políticas ni menos de adelantar la contienda electoral. Sottovoce, insinúa que el destino de RN está en peligro si no se corrigen las malas prácticas de camarillas que buscan controlar el partido para sus fines personales de ambición del poder.

RN fue un partido de grandes líderes: Jarpa, Bulnes Diez, Ibáñez, Larraín. Sus ejemplos pareciera ser que no plasmaron en las generaciones que siguieron, muchos de los cuales bajo el alero del partido han sido electos para luego jugar como quinta columnas en sus propias filas, llegando al punto de fraccionarlo y ser causantes del mayor desastre político al votar a favor del término del sistema binominal, que abrió el camino a la reforma y nueva reorganización distrital. Lo que significó que llegaran al parlamento un puñado de inútiles vociferantes que no solo han desprestigiado el parlamento, han promovido desde sus fueros todo tipo de aberraciones jurídicas, saltándose incluso la Constitución.

Todo gracias a los zigzagueantes políticos como Desbordes y compañía, los cuales desde comienzo de los 90 han dado la hora con escándalos como aquel de la famosa radio Kioto y que por la mala memoria del chileno uno de los protagonistas llegó 2 veces a La Moneda y otra ha ocupado cuanto cargo le ha sido posible, cambiándose de distrito como quien se cambia la blusa o la ropa interior.

Hoy sin Dios ni ley los mismos irrumpen en el convulsionado país con posiciones totalmente fuera de la realidad.

Para tenerlo presente, es parte del elenco que compite por ambiciones similares, a ver quien puede de mejor manera seguir engañando a la ciudadanía.

"Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo"
Abraham Lincoln

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