Se Sospechan Culpables: Los Partidos Políticos

Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional

Nunca como hoy cobran relevancia las famosas frases de grandes estadistas de la historia política universal para referirse al mal proceder de los políticos.

El expresidente de Francia y héroe de su país en la Segunda Guerra Mundial Charles de Gaulle, sostuvo en una oportunidad..."he llegado a la conclusión que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos"

Cuanta razón tenía este militar, político y escritor quien gobernara Francia por una década.

Si miramos el palurdo elenco de políticos chilenos difícilmente se podría concluir que son un aporte para la sociedad. Ahí los tenemos a diario obstruyendo las iniciativas del ejecutivo, imponiendo su agenda partidista, aprovechando la debilidad manifiesta del gobierno, el cual conscientemente lo acepta por miedo a perder lo poco y nada de sobrevivencia que le queda.

En resumen, todos, legislativo y ejecutivo un piño de políticos acompañados por un grupete de tecnócratas cuya característica fundamental es la ignorancia cultural, hoy dirigen los destinos del país al margen de la voluntad popular.

Voluntad expresada hace menos de 15 días en un plebiscito convocado por ellos mismos, sin que nadie se los pidiera, pero estaba en su agenda partidista.

Corrieron el riesgo y ahí se encontraron con lo que el país quería. Un 78 % decidió ir por el camino de una nueva constitución que les resuelva los problemas que supuestamente se solucionan escribiendo en una hoja en blanco. Con un menú variado en  posibilidades, desde la comida sin gluten a los abriguitos para los perros callejeros o en que oreja se deben poner el piercing los zurdos posmodernistas Esto será como decía de Gaulle "intentar poner de acuerdo en un partido único a la gente de este país donde existen 274 variedades de quesos distintos. Imposible y ahí estarán gastando la platita de todos los chilenos intentando darle gusto a Pedro, Juan y Diego.

Pero la sorpresa de los políticos estuvo en la segunda papeleta, la que tenía la trampa, y que todos sin distinción abogaron que la mixta era la más segura, incluso algunos buenistas también anduvieron hurgando en la posibilidad de la mixta. Pues bien casi el 80% de los votantes rechazaron esa opción sin contar los nulos, por desconfianza en los sectores políticos, ratificando lo que las encuestas venían diciendo desde hace años: el bajo apoyo popular que la clase política tiene en la ciudadanía.

Pero ellos como si vieran llover y fuera completamente de la realidad, haciendo caso omiso del mensaje recibido, que eligió una constituyente con solo 155 miembros todos elegidos por votación popular. El parlamento, un par de días después aprueba una norma en que agrega 23 más, elegidos a dedo de las "etnias" como si esas no fueran chilenas.

A lo anterior sumamos el traje a la medida que se confeccionaron para controlar mediante la ley de partidos políticos los procesos eleccionarios. Es decir legislaron para el 8% de la población que milita en los 17 partidos existentes y el 92% de la gran masa electoral que es independiente la obligan a participar eligiendo dentro de solo esas opciones a personas sometidas al dictamen de cada partido, comprometidas con partidos políticos. Así las cosas, es claro que la gente independiente prácticamente no tiene opción de tener representación. Y si a ello le agregamos los criterios de paridad estamos servidos.

En este escenario, por ley se le regala el 50 % de la participación a las mujeres hallan o no obtenido votos. Me explico, en una lista van dos  hombres y una mujer. La mujer saca menos votos que los hombres de la lista, pues bien se sacrifica a una de las mayorías. En otras palabras, se burla la voluntad popular y se elige a la mujer.

Discriminatorio y vejatorio para la dignidad de la mujer pero se cumple con el mandato de los organismos internacionales y así se habla de igualdad entre los sexos. Feroz y grosero asesinato de la voluntad popular. De espaldas a la ciudadanía y vociferando que legislan para su protección. ¡Impresentable!!!

¿Qué hacer?

La única manera de poder influir es demostrando organización, bajando las ambiciones personales y presentando un frente único de independientes que presionen por su reconocimiento. La Voz Nacional del pueblo se tiene que hacer escuchar. En el mundo independiente están los mejores, los más capacitados y libres de contaminación. Aquí no existe la maquinaria electoral, como si la hay en los partidos políticos cuyo propósito es una empresa. Recuerde que hoy por cada voto obtenido por un candidato, el Estado lo paga con "la chiva" del financiamiento legal de la política.

¿Sabe Ud. que se hace con ese dinero que ingresa a las arcas de cada partido? Se pagan sedes, administración y los sueldos de los dirigentes. ¿Se da cuenta? ya no existe la mística, el idealismo. Ahora trabajar en un cargo directivo político es remunerado y su eficiencia productiva es cuanto crece el partido electoralmente.

Principios, valores, intereses nacionales, identidad, patria o el sentido común, son variables contrarias al interés partidista.

Y así vamos como país, de tumbo en tumbo viendo como los profesionales de la política se enseñorean de la cosa pública y se pasean de matinal en matinal vaciando en el resumidero de la frivolidad el interés nacional.

Diga basta por el amor de Dios, es una vergüenza que a todos nosotros nos sigan martirizando con sus mentiras, con su odio y con la tergiversación de la historia.

Como dice Lanata "estamos en la era del café sin cafeína, de la leche sin lactosa, del cigarrillo sin nicotina.

Y yo me pregunto:

¿Y para cuando más o menos, tendremos gobiernos sin imbéciles ?

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