Osvaldo Rivera Riffo
Director Fundación Voz Nacional


"Este peligro tan amenazador, como habréis comprendido, venerables hermanos, es el comunismo bolchevique y ateo, que pretende derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana"
Papa PioXI
Párrafo N°3 Divinis Redentoris 


Una muestra tangible del desastre que impera en las filas de la oposición donde el contubernio Partido Comunista y Democracia Cristiana  no prosperó, fue la fallida renovación de la testera de la Cámara de Diputados.

En una sala donde hay mayoría opositora resultó elegido el Diputado Diego Paulsen de Renovación Nacional, representante de un distrito de la región de la Araucanía y como vice presidente el Diputado Undurraga militante Evopoli. Ambos son oficialistas integrantes de bloque Chile Vamos.

Cualquier consideración al proceso eleccionario no puede darse ya que está implícito tácita y expresamente en las reglas de funcionamiento de un poder del estado, donde sus autoridades se eligen democráticamente entre sus pares.

Lo importante de destacar, aparte de las condiciones inmejorables para dirigir la Cámara, del joven diputado Paulsen, es el bofetón que le propinaron a la comunista Cariola al dejarla al margen de la testera a pesar de haber recibido el apoyo cerrado de la Democracia Cristiana. Actitud esta última que nos retrotrae a la entrega del poder a Salvador Allende en 1970 y que posteriormente Frei padre y su amanuense Aylwin golpearon las puertas de los cuarteles y llamaron a los militares a recuperar la democracia, perdida por su propia irresponsabilidad política.

Pero también es interesante recalcar que justo cuando el partido comunista es reprobado por más del 90 % de la población dándole sólo un 7% de aprobación, uno de los poderes del estado le asesta su golpe de gracia dejando boquiabiertos a ese grupo de vociferantes apóstoles del mal, sin participación de una parte del poder, el que sería compartido con los ya tradicionales "Kerenskys" chilenos, que también quedaron fuera.

Sin duda los días que vienen no estarán ajenos a todo tipo de maniobras para censurar la mesa elegida democráticamente y quedará demostrado una vez más que la izquierda y en particular el Partido Comunista, no respetan el juego democrático si no lo ejercen ellos, para sus fines totalitarios.

Alerta chilenos, será el mejor ejemplo de lo que nos espera para el futuro ya que la imposición de un plebiscito lleva implícita la toma del poder con el disfraz de la democracia, a la cual cobardemente nos ha entregado el Presidente, quien sabe si añorando sus días de demócrata cristiano.

Así las cosas el flamante presidente de la cámara tendrá que luchar por imponer y hacer respetar los principios de la sana convivencia cívica, pero a su vez haciendo respetar las normas del régimen interno de la institución intentando recuperar el prestigio de lo que significa ser político y servidor público.

Si Paulsen se destaca y recibe el apoyo ciudadano para su gestión como máximo directivo de esa rama de un poder del estado, difícilmente la maquinaria comunista- socialista - demócrata cristiana podrá actuar impunemente. Si lo hacen habrán mostrado al país su credencial de intolerancia y su firme vocación dictatorial al más fiero estilo Stalinista

Sin ir más lejos, hace un tiempo atrás las diputadas del partido comunista protagonizaron un incidente con carabineros, quienes cumpliendo las órdenes que imponen las normas de seguridad pública les impidieron el paso.

No respetaron las disposiciones, insultaron a carabineros con los gritos destemplados de la Hertz, quien vociferaba que dichas órdenes eran propias del fascismo. Aparte de insolente, la mujer una vez más demuestra su ignorancia aterradora. Pero son las voces del odio y la venganza de las cuales no hay que descuidarse. Pasaron la barrera y desobedecieron el orden público y a la fecha sus actos están impunes.

¿A que temen las autoridades? ¿A que teme el general director general que permite el atropello a sus subordinados? Los comunistas deben ser castigados no sólo con la desaprobación ciudadana sino también con la exclusión de la vida democrática, porque son un peligro para la sociedad e intrínsecamente perversos, como describiera a dicha doctrina el Papá Pio XI en su encíclica Divinis Redentoris.

"Frente a esta amenaza, la Iglesia católica no podía callar, y no calló. No calló esta Sede Apostólica, que sabe que es misión propia suya la defensa de la verdad, de la justicia y de todos aquellos bienes eternos que el comunismo rechaza y combate..."
Papá PioXI
Párrafo N°4 Divinis Rentoris

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