16 DE JULIO DE 2019

 

 

La primera lección que reciben los periodistas cuando asisten a la universidad es la de que su deber es informar las noticias. Y para definir qué es noticia se les dice: "Miren, si al Presidente de la Corte Suprema lo muerde un perro, eso no es noticia; pero si el Presidente de la Corte Suprema muerde a un perro, eso sí es noticia".
 
Si un gobierno de izquierda hubiera declarado monumento histórico a un recinto terrorista de extrema izquierda, eso no habría sido noticia. La extrema izquierda en todo el mundo prohíja el terrorismo, que es el medio que tiene para alcanzar el poder, pues mediante los votos no lo consigue, salvo que haya un pueblo tan tonto que la elija y no me voy a meter a averiguar cuál lo hizo.
 
Pero si un gobierno integrado por los partidos de derecha declara monumento nacional a un recinto terrorista, eso es como si el Presidente de la Corte Suprema mordiera a un perro y ciertamente es una tremenda noticia. Por eso, cuando vi en un whatsapp la reproducción del Diario Oficial de un decreto mediante el cual el gobierno de Piñera, en que están los partidos de derecha, UDI y RN, ha rendido homenaje al más resuelto jefe de la guerrilla armada que ha existido en Chile, superando incluso en la acción a Miguel Enríquez, como fue el caso del Comandante Pepe, supe que estaba ante una tremenda noticia. Así es que la comenté en este blog y, de tener los habituales mil a mil quinientos lectores, su número saltó a cerca de seis mil, convirtiéndose en trending topic y mereciendo comentarios de otros participantes en las redes, notoriamente Johannes Kaiser, cuyos espacios son muy vistos y que se mandó un comentario desde Austria que ha batido récords de audiencia.
 
Pero nada de lo anterior es demasiado notable, porque era esperable. Lo inesperado a inesperable ha sido que la "gran prensa", los principales diarios, radios y canales de TV, no han dicho una sola palabra acerca de este verdadero notición, aparecido ni más ni menos que en el Diario Oficial, donde se publican las leyes y decretos y que nadie informado deja de mirar; donde "por orden del Presidente de la República", la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio", Consuelo Fernández Chadwick, rinde este homenaje y declara "monumento nacional" a la sede de la guerrilla armada ilegal más significativa que ha existido en Chile.
 
¿Qué pasa en la derecha? ¿Es que en sus medios de prensa, radio y televisión ya no hay verdaderos periodistas que se preocupen de publicar las reales noticias?  ¿Es que no han captado el contraste habido entre la inmediata aceptación de la renuncia del subsecretario de Salud, Luis Castillo, por un comentario baladí y, por lo demás, perfectamente ajustado a la verdad, en el sentido de que hay personas que acuden a los consultorios a sociabilizar en un lugar abrigado? Todo eso ha sido noticia y se ha publicado y comentado, pero el homenaje público de un gobierno de los partidos de derecha a la guerrilla extremista no.
 
¿Tan controlada está la prensa de la corriente dominante que, cuando Piñera es sorprendido, una vez más ("siempre lo pillan") en una inconsecuencia mayúscula y escandalosa, toda ella es silenciada y soterrada, como sucedía cuando Stalin daba una "orden de no publicar"?
 
Esto  no lo había visto nunca en Chile, desde luego no durante el Gobierno Militar bajo sus términos más rigurosos, en que nunca se censuró una noticia fundada en una publicación del Diario Oficial. 
 
Por suerte existen las redes sociales, porque sin ellas quizás cuántas cosas más se nos ocultarían bajo el actual control oficial ¡hasta de la información oficial!
 
 
.