sábado, 6 de abril de 2019
Pienso que la alarma ante la posibilidad de que se rechace la idea de legislar sobre la reforma tributaria es completamente infundada.
Implica no saber nada sobre nuestro presidente ni nuestros parlamentarios. Acuérdense cuando, hace unos años, el presidente de la comisión de la Cámara que investigaba la compra de acciones de LAN con información privilegiada sometió a votación la iniciativa de oficiar a la Bolsa de Comercio para que enviara la grabación de la voz que dio la orden de comprar esas acciones. El presidente de esa comisión, que era Jorge Burgos, tenía mayoría de 5 a 3 en ella, pero perdió la votación por 5 a 3 y la Bolsa no envió la grabación de la voz, de modo que todo quedó en nada.
Acuérdense cuando, un tiempo después, se votó en la Cámara un acuerdo de otra comisión investigadora, que había acusado de negociación incompatible al mismo comprador de acciones de LAN, pero esta vez por haber invertido en la pesquera peruana Exalmar.
En la sala había mayoría de la Concertación, la misma que había aprobado el informe en la comisión y que era negativo para el mismo inversionista. Pero en la sala esa mayoría "se dio vuelta" y rechazó el informe de la comisión, anulando sus efectos.
¿Por qué ahora el mismo interesado en que se apruebe la idea de legislar sobre la reforma tributaria, que antes estaba interesado en frustrar investigaciones de la Cámara en su contra, no va a poder volver a "dar vuelta" suficientes votos adversarios para aprobarla, como "los dio vuelta" en anteriores oportunidades?
¿Es que ya no puede dar, a un número suficiente de adversarios, similares argumentos a los que, en las otras oportunidades, éstos no pudieron rechazar?
Parodiando a Nicanor Parra digo, entonces, "a otro Pérez con ese hueso". La idea de legislar sobre la reforma tributaria se va a aprobar.
.