7 de agosto de 2024 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


"Tiempos Mejores" es el libro de Jorge Selume, exdirector de la Secretaría de Comunicaciones del segundo gobierno de Sebastián Piñera. En la portada las dos palabras aparecen "como cayéndose" y el subtítulo lo dice todo: "Un relato personal sobre la política, el poder y de cómo (casi) todo se va al carajo". Podría haberse ahorrado el "casi".

Compré el penúltimo ejemplar de la única librería a la cual le quedaban. Es que cuenta "toda la verdad" de un régimen esencialmente entreguista, es decir, convencido de que su peor adversario tiene la razón y de que no se debe hacer ni decir nada que lo pueda contradecir ni menos irritar. Selume per se es un entreguista cabal, pero tiene el mérito de revelar todo.

Había "cambio de gabinete" (la salida favorita a sus problemas que creen tener los gobernantes entreguistas). Estábamos en plena insurrección. Y sucedió algo que explica por qué tenemos hoy al comunismo en el gobierno y un presidente declaradamente ubicado "a la izquierda del comunismo". (Otra cosa es que éste no sepa qué hacer y ni siquiera pueda, a veces, estar de acuerdo consigo mismo).

Piñera era a tal grado entreguista que, cuando se aprestaba a designar a Felipe Ward (UDI) ministro del Interior, a minutos de la ceremonia en que juraría un nuevo gabinete (la salida favorita que creen tener los presidentes entreguistas) se supo que Ward una vez había declarado, años antes: "Los derechos humanos son una especie de cajero automático que tiene la izquierda para sacar plata". Frase que, de haber sido yo presidente, lo habría hecho digno de encabezar el gabinete por su realismo y coraje. Pero Piñera entró en pánico y, junto con desechar a Ward, estuvo dispuesto a nombrar a cualquiera con tal de no posponer la ceremonia en que se iba a cumplir ese día su máxima aspiración en la vida: ser el objetivo de todas las cámaras. Y "cualquiera" resultó ser Gonzalo Blumel. Los entretelones, referidos por Selume, son dignos de disfrutarse.

Nadie le destituyó tantos ministros como la izquierda a Sebastián Piñera. Hubo uno designado un viernes que estuvo un fin de semana en el cargo antes de jurar, Mauricio Rojas, bajado ese lunes por saberse que había dicho otra gran verdad, años antes: que el Museo de la Memoria era un completo montaje, Escándalo comunista y ¡fuera Rojas! Se volvió a su país de adopción, Suecia, donde es diputado de derecha. No sin antes legarnos una historia verídica de los horrores de su ex partido.

Hubo también un director de museo público destituido por Piñera porque la izquierda lo acusó de haber reproducido una frase de Pinochet en un recuento histórico exhibido en una de sus vitrinas. 

Y hubo otro ministro suyo, Rodrigo Álvarez, destituido por sostener que debía aplicarse estrictamente la ley ante un levantamiento huelguístico injustificable en la región de Aysén. La izquierda, a través del rector-columnista Carlos Peña, en El Mercurio, exigió su destitución y Piñera obedeció.

Jorge Selume tiene el mérito de escribir la verdad que la opinión pública no conoce. Pero él es partícipe y cómplice, y eso está entre las verdades que expone su libro, de que el entreguismo y la contemporización con la izquierda sean el ingrediente preciso para favorecer la violencia que corroe  a nuestra sociedad hoy. Por eso la centro derecha no puede explicar por qué terminó entregando el poder a la extrema izquierda. 

En cambio, un genuino gobernante de derecha a secas, como Augusto Pinochet, legó a la civilidad un país pacificado, con el terrorismo derrotado, sin conflicto en la Araucanía. Un país donde se podía andar tranquilo por las calles, sin inmigración descontrolada y con mil violentistas presos, como había en 1990, y no decenas de miles de falsos exonerados, indultados y pensionados de por vida, como hay hoy.

¿Qué es lo que Chile va a preferir en la sucesión de votaciones que comienza en octubre y termina en diciembre del próximo año? El libro de Selume ayuda a saber, por lo menos, qué no se debe elegir.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

.